Se estancaron las negociaciones en el Senado por la ley que mejora las jubilaciones y se esperan varios dictámenes

La negativa del Gobierno a compensaciones de 8,1% retroactivo a enero y de las 13 cajas previsionales no transferidas a Nación, claves para un acuerdo por ahora lejano. Plenario desde las 13.30

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El plenario de las comisiones de Trabajo y Previsión Social; y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta, durante la última reunión realizada el miércoles pasado (Prensa Senado)
El plenario de las comisiones de Trabajo y Previsión Social; y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta, durante la última reunión realizada el miércoles pasado (Prensa Senado)

Un plenario de las comisiones de Trabajo y Previsión Social del Senado reanudará, desde las 13.30 de este miércoles, el debate del proyecto que mejora las jubilaciones, aprobado en junio pasado por la oposición en Diputados. La definición de esta discusión se dará en un contexto de negociaciones estancadas hasta anoche y una propuesta del Gobierno libertario que se basa en suprimir una porción mayúscula del articulado en cuestión, lo que deja al sector dialoguista con pocas chances de acompañar al oficialismo y se prevé la firma de varios dictámenes o, en el mejor de los casos, un aval en disidencia para no cerrar el diálogo ante un tema que podría derivar en un potencial veto, parcial o total, de Javier Milei.

La ley opositora establece una actualización mensual en base al último dato disponible del Índice de Precios al Consumidor (IPC), como el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) vigente que activó el Ejecutivo e incorpora una compensación extra -o “empalme”- de un 8,1%, dado que el Gobierno otorgó un 12,5% que no cubre el 20,6% de inflación de enero. Primero, los libertarios dieron a entender que estaban de acuerdo con el último punto; después, enviaron a funcionarios a las comisiones a explicar -con el costo fiscal en mano- la imposibilidad de esto de manera retroactiva, salvo desde la vigencia de un nuevo proyecto. Una carta a evaluar por la Casa Rosada apuntaría, sin precisiones aún por una postura cerrada, a ofrecer un mes intermedio para convencer a los dialoguistas.

Otro artículo a eliminar es el mínimo equivalente a 1,09 de la canasta básica como vara de partida para los haberes previsionales, algo con lo que varios bloques dialoguistas están de acuerdo por la mala praxis realizada en Diputados. No obstante, la falta de ida y vuelta entre Gobierno y legisladores complejiza el diálogo. La Casa Rosada pretende correr de las charlas a la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel. Un grave error, ya que la mayoría de los bancadas suele reclamar su presencia como única garantía en cuanto a cumplir la palabra empeñada.

Diputados también agregó de forma anual un adicional del 50% de la variación entre el RIPTE -promedio de los salarios- y el IPC para habilitar la posibilidad de mejorar las jubilaciones en contextos de crecimiento económico. El Ejecutivo objetó esto y lo quiere sacar del dictamen. Los dialoguistas no harían alarde por este asunto, aunque muchos trinan por el tijeretazo al artículo que propone cancelar las dudas con los 13 distritos que no transfirieron a Nación, lo que representa una cifra mega millonaria.

La vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel
La vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel

¿Cómo van a hacer los de esas provincias para ir a su distrito y decir que no sólo le sacan el compensatorio de 8,1% retroactivo a los jubilados, sino que además no consiguen que se otorgue una solución por las cajas no transferidas? Para otras cosas sí hay fondos. Por supuesto que es mucha plata, pero el Presidente dijo que el ajuste lo pagaría ‘la casta’. No dan opciones. Vamos medio a ciegas mañana. O se firmará el dictamen de Diputados en disidencia, como para dar margen a una nueva negociación, o aparecerán varios despachos”, reconoció en las últimas horas un experimentado senador a Infobae.

La disputa se da incluso intrabloques, entre dialoguistas que a toda costa buscan ayudar al Gobierno -gran parte del PRO-, los que dudan sobre firmar en disidencia -como la UCR, aunque hay temor ante el silencio de Martín Lousteau, titular del partido- y silvestres provinciales que amagan con un despacho propio, como el santacruceño José María Carambia. Hay otros, como el peronista disidente Juan Carlos Romero, que anticipó varias semanas atrás que si el Gobierno necesita fondos, puede ir a sacarlos del régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego. En medio de toda esta ensalada, el Senado intentará encontrar una solución.

Más tarde, a partir de las 16, la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, que comanda el libertario Francisco Paoltroni, tendrá una reunión donde aparecen declaraciones contra el fraude electoral en Venezuela. En caso de presentarse, el Frente de Todos -que apoyará más temprano el dictamen de jubilaciones, tal como vino de Diputados- replicará las palabras de la ex vicepresidenta Cristina Kirchner.

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