El fracaso de la sesión convocada para este miércoles, que se cayó por falta de quórum, dejó expuesta la debilidad parlamentaria del oficialismo en la Cámara de Diputados y la tensó al máximo relación con algunos sectores dialoguistas que reclaman retomar la relación política bajo nuevos términos.
En las filas de La Libertad Avanza no esconden su malestar por el faltazo del bloque Hacemos Coalición Federal -que conduce Miguel Ángel Pichetto- pero reconocen que no tienen más alternativa que sostener el diálogo. “Estamos principalmente sorprendidos porque los que supuestamente eran los paladines del acuerdo no nos avisaron”, aseguraron cerca del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
La explicación oficial que esgrimieron desde el bloque de Pichetto -que hoy presentó una nota para cambiarse el nombre a Encuentro Federal- fue que en la reunión de Labor Parlamentaria, donde los jefes de bloque acuerdan cómo se ordena el desarrollo de la sesión, no se llegó a un acuerdo. “Íbamos a entrar en un circo romano que iba a mostrar la peor cara del Congreso. Nosotros no queremos discutir boludeces entre los dos polos de la grieta, queremos discutir proyectos para la gente”, explicaron en referencia a los anticipados cruces entre los libertarios y el peronismo por la visita a Astiz, la denuncia por violencia de género contra Alberto Fernández y el fraude en Venezuela.
En las filas libertarias le quitan peso a esta versión. “Es evidente que lo de hoy fue una muestra de poder por la disputa de los lugares en la Auditoría General de la Nación (AGN) y por las bicamerales”, explicaron los libertarios. “Emilio Monzó está caliente por la bicameral, él está liderando el bloque, parece que estamos peleando por la silla y no por los proyectos”, ironizaron.
Se refieren a la presidencia de la comisión bicameral de seguimiento de los servicios de inteligencia que en un principio iba a quedar en manos de Emilio Monzó, pero luego el oficialismo decidió guardarla para otra persona (aún no definida). Martín Menem argumentó que la cantidad de bancas de Hacemos no eran suficientes para otorgarle ese lugar. “A los ojos del presidente de la Cámara somos un bloque chiquitito e insignificante”, dijo con sorna un miembro del bloque.
Pero los reclamos del bloque de Pichetto son más amplios. En la reunión de Labor Parlamentaria dejaron en claro que aspiraba a ser parte de la agenda parlamentaria y recriminaron al oficialismo que el tratamiento de sus temas se demora en las comisiones y sus proyectos no se incluyen en los temarios de las sesiones especiales.
“Las autoridades de la Cámara deben convocar a sesiones ordinarias e incorporar en la agenda parlamentaria proyectos que hacen a las demandas de todos los argentinos”, decía el comunicado oficial del bloque Hacemos tras el fracaso de la sesión.
Por su parte, en el oficialismo insisten en que el comportamiento del bloque de Pichetto fue desleal. “Los de Hacemos podrían haber presentado un listado de sus temas prioritarios, como hizo hace poco el PRO”, señalaron.
Las nuevas tensiones entre los dialoguistas abren un panorama incierto para la semana que viene. Por estas horas el bloque de Pichetto analiza convocar a una sesión especial por su cuenta con el mismo temario de la sesión sin quórum pero agregando el análisis del decreto que amplía los fondos de la SIDE. Esta alternativa dejaría en un lugar incómodo al oficialismo.
Por su parte, el radicalismo podría hacer lo propio con el presupuesto universitario y la restitución del FONID, mientras que los libertarios y el PRO planean convocar para el miércoles para tratar la declaración de la educación como servicio esencial y así limitar los paros.
“Podemos llegar a tener tres o cuatro sesiones la semana que viene”, se reía un importante diputado del peronismo, que no descartaba aportar al quórum para dos de esas hipotéticas sesiones. Unión por la Patria solo rechaza de plano el proyecto de “esencialidad”.
Al mismo tiempo, la discusión por los tres auditores de la AGN podría profundizar las tensiones con los dialoguistas. La semana pasada la UCR propuso al ex diputado Mario Negri, alegando contar con el apoyo del bloque de Pichetto y la Coalición Cívica. Por su parte, el PRO impulsa al ex ministro de Trabajo Jorge Triaca y Unión por la Patria no definió un nombre. El peronismo considera que al ser por lejos el bloque más grande debe tener garantizado un lugar.
En este escenario, los libertarios se quedarían sin ningún representante en el organismo que asiste al Congreso en el control externo de la administración pública nacional. Por eso, solo podrían tener un candidato propio si corren al radical Negri o si dejan afuera a Unión por la Patria. Esta última alternativa sería inmediatamente judicializada ya que el peronismo es la primera minoría y sería difícil de explicar que no tenga representación, reconocieron desde el radicalismo. “Es un problema de los libertarios, ellos tendrán que ver cómo lo resuelven”, sintetizaron.