Después de su exposición en el cierre del curso internacional sobre “Realidad política y electoral en América Latina”, desde donde pidió que el gobierno venezolano publique las actas electorales para demostrar su supuesto triunfo en las elecciones presidenciales, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo un encuentro con políticos e intelectuales mexicanos en la capital de ese país, donde permanecerá con agenda activa hasta mitad de semana.
Cristina Kirchner manifestó ayer en su discurso la adhesión al comunicado firmado por los presidentes Andrés Manuel López Obrador, Lula Da Silva y Gustavo Petro respecto de la situación irregular bajo el régimen de Nicolás Maduro, y reclamó por la transparencia de los resultados. “Pido, pero no solamente por el pueblo venezolano, por la oposición, por la democracia, por el propio legado de Hugo Chávez, que publiquen las actas”.
Luego de ese evento, según contaron allegados a la ex presidenta, Cristina almorzó con los integrantes del Comité Ejecutivo del partido MORENA (también conocido como Movimiento de Regeneración Nacional). Participaron el presidente de la agrupación que gobierna el país, Mario Delgado, quien será el próximo secretario de Educación Pública, designado por la presidenta electa Claudia Scheinbaum; la Secretaria General, Citlalli Hernández; y el presidente del Instituto de Formación Política, Rafael Barajas.
Por la tarde del sábado Cristina Kirchner visitó la librería “Rosario Castellanos” del Fondo de Cultura Económica y mantuvo un encuentro con el presidente de esa institución, el escritor Paco Ignacio Taibo II, biógrafo de Pancho Villa y Ernesto “Che” Guevara.
“Ayer fue un día muy positivo y Cristina estaba muy contenta con la agenda. Primero con la disertación, que fue muy importante y que salió todo muy bien. A la reunión con MORENA fue con la delegación argentina y les permitió intercambiar aspectos de la realidad de nuestro continente. Siempre es muy bueno este tipo de encuentros con dirigentes que además son muy acogedores”, comentó a Infobae un allegado a la dirigente peronista. Cristina viajó a México acompañada por los senadores Oscar Parrilli y Anabel Fernández Sagasti y por las intendentas Mayra Mendoza (Quilmes) y Mariel Fernández (Moreno).
Durante la noche asistió a una cena con dirigentas mujeres de MORENA, entre las que se encontraban senadoras, diputadas, alcaldesas y militantes. “La comida fue distendida y Cristiana recibió preguntas de ellas sobre su rol en la política y hasta pidieron consejos porque muchas son electas y comenzarán su gestión pronto”, detalló la fuente a este medio.
Respecto de su silencio de seis días sobre la situación en Venezuela, que se rompió justamente en el discurso de ayer en México, en su entorno explicaron: “Cristina es una persona que es muy clara cuando habla. Los tiempos son parte de la especulación política de algunos pero no es un tema central”.
La agenda de Cristina Kirchner continuará con encuentros con distintos actores de la política y la cultura mexicana durante los próximos días. Regresará al país el miércoles. El lunes 5 de agosto será recibida por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marti Batres. El ex senador y sustituto en el DF de Scheinbaum la recibirá junto a su gabinete para una reunión bilateral entre ambas comitivas en el Palacio del Ayuntamiento. Luego la dos veces presidenta de Argentina recibirá un Reconocimiento como Huésped Distinguida de la Ciudad de México. Más tarde, CFK mantendrá una audiencia privada con la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Barcena, futura secretaria de Ambiente del gobierno de la electa presidenta.
Qué dijo Cristina
“Siempre hemos respetado en la América del Sur que no somos todos iguales y respetamos las dignidades culturales. Y en ese sentido, debo reconocer como principio rector que informó a la región, y que debe seguir informando a la región, lo que México ha sostenido históricamente: la no injerencia en los asuntos de los otros países, que es reconocer soberanía política y cultural”, señaló en su alocución la conductora peronista ante un auditorio colmado ayer en la capital mexicana.
“Ayer escuché al titular del Consejo Nacional Electoral de Venezuela leer el resultado del escrutinio de un total de 96,87 de los votos, donde habla de la cantidad de votantes escrutados y lo que obtuvo cada uno de los candidatos. Ahora bien, todos sabemos, porque lo informó el propio Consejo Nacional Electoral, que es un poder constitucional que había sido hackeado, que, por lo tanto, no tenía las actas para poder publicarlas. Pero también es evidente que si se ha podido abordar ese escrutinio que fue meticulosamente leído ayer, con precisión de decimales, en cada una de las candidaturas que se presentaron, es porque hay un sistema doble de soporte informático, que fue hackeado, pero soporte de actas que fueron firmadas y remitidas al Consejo Nacional Electoral”, analizó CFK respecto de la posición de Maduro y el CNE venezolano.
Por eso remarcó que la publicación de los resultados es necesaria para que la política nacional, la oposición y el pueblo de Venezuela puedan continuar con su discusión. “De cualquier manera estoy contenta, porque ayer estaba muy preocupada, porque la principal idea de la oposición estaba en la clandestinidad. Pero hoy la vi que está avanzando una marcha en Caracas, así que afortunadamente ha tenido poco tiempo de clandestinidad, con lo cual es muy bueno, porque la clandestinidad, créanme, es algo muy feo, muy malo. Así que quedamos contentos que ha podido terminar con su periodo de clandestinidad”, dijo CFK, con cierto halo de ironía.
Respecto de la cuestión política mexicana, Cristina saludó el triunfo de Sheinbaum en las elecciones mexicanas y celebró la continuidad del legado de López Obrador. Sobre la presidenta electa destacó que se identifique “plenamente con ese modelo, resistiendo la tentación de creerse distinta o mejor, y entendiéndose como parte de un colectivo, que es la lección que todos tenemos que entender de la política y de la historia”. Algunos interpretaron un tiro por elevación a Alberto Fernández.
Además, elaboró un largo análisis sobre las “utopías” que atravesaron a la región latinoamericana a lo largo de su Historia. “Fuimos más exitosos en la lucha por la libertad que en las luchas por la igualdad”, consideró y enumeró las dictaduras que sometieron a la región durante la década del 70 y parte de la del 80. En ese sentido, CFK agradeció a México por haber recibido siempre a los exilados argentinos, y luego analizó los efectos del neoliberalismo en los años 90. Finalmente, se refirió a la llegada de lo que se conoció como la “ola progresista” en América Latina, de la mano de Lula Da Silva, Néstor Kirchner, Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, lo que le sirvió para teorizar sobre las intervenciones del Poder Judicial sobre el Ejecutivo.
“Contra esos dirigentes populares, en ese momento del mundo, ya no eran posible golpes de Estado, por lo que entró en juego otro actor que sirvió de herramienta para jaquear a los gobiernos nacionales y populares: los poderes judiciales”, sentenció y consideró: “La Justicia en Latinoamérica está copada por los poderes económicos y presionada por los medios”.