El fraude electoral ocurrido en Venezuela generó incomodidad en el peronismo. Demasiada. En la mayoría de las terminales hay silencio. Algunos pocos hablan por lo bajo. Pero no hay comunicados institucionales. Ni del bloque de gobernadores de Unión por la Patria (UP), ni de los intendentes, ni de los bloques de diputados y senadores nacionales.
Hasta ahora tampoco se expresó Cristina Kirchner, aunque adelantó que lo hará el sábado próximo durante una conferencia sobre la realidad política y electoral en América Latina. Su posicionamiento, claro está, será el que identifique a la gran mayoría del kirchnerismo. Hasta ahora los dirigentes del espacio no se han referido al tema.
La coalición peronista tiene siete gobernadores: Raúl Jalil (Catamarca), Axel Kicillof (Buenos Aires), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Sergio Ziliotto (La Pampa). Ninguno se expresó en público sobre lo sucedido en las elecciones en Venezuela el último domingo.
¿Si no se han expresado países como México, por qué debería expresarse una provincia de Argentina? No sería responsable expresarse sin información fehaciente. Lo estamos viendo por televisión”, explicaron en la gobernación bonaerense. En el resto predominó el silencio profundo. No hubo ni comunicados en las redes sociales, ni declaraciones públicas. El tema fue marginado de la agenda.
Del esquema de la provincia de Buenos Aires el único que habló fue el ministro de Desarrollo a la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque, pero lo hizo a título personal. “Hay que respetar la voluntad popular, sea cual sea el resultado. Tenemos suficientes problemas en la Argentina como para andar ocupándonos de los problemas que tienen que resolver cada país, que en este caso es Venezuela”, indicó.
Tampoco lo hicieron los intendentes bonaerenses, que tienen un perfil alto y una importante influencia en el armado político del peronismo. El ex ministro de Economía Sergio Massa no habló del tema, al igual que el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. La agrupación ultra K no emitió ningún comunicado sobre el tema. Tampoco lo hizo el Movimiento Evita, la organización social más grande del país, que lidera Emilio Pérsico.
El líder del Frente Renovador ha sido uno de los dirigentes del peronismo más críticos con el gobierno chavista. En reiteradas oportunidades marcó que “el mundo le da la espalda a la dictadura de Maduro” y que ese régimen autoritario “viola los derechos de sus ciudadanos y reprime con crueldad a los que piensan distinto”. Es una postura que mantuvo a lo largo de tiempo, antes y después de sellar su alianza con el kirchnerismo.
Fueron pocas las voces que se escucharon. El ex presidente Alberto Fernández se pronunció en dos oportunidades sobre el tema. Primero hizo una publicación en sus redes sociales en la que aseguró que “para que la convivencia democrática se recupere es condición esencial disipar cualquier duda sobre el resultado de la elección realizada”.
Además, le pidió a las autoridades venezolanas “que disipen cualquier duda haciendo públicos no solo los resultados finales de los comicios realizados ayer sino también las actas labradas en cada mesa electoral”. Fernández fue convocado como veedor por el Consejo Nacional Electoral, pero seis días antes de los comicios el gobierno venezolano le pidió que no viaje.
“La razón que se me dio es que, a juicio de aquel gobierno, declaraciones públicas realizadas por mí ante un medio nacional causaban molestias y generaban dudas sobre mi imparcialidad, contó el ex Jefe de Estado, que durante su mandato tuvo una buena relación con Maduro y se mostró sorprendido por la decisión.
Ayer Fernández volvió a insistir con su postura sobre el tema de las actas en una entrevista que brindó a Radio Perfil. “Lo que no entiendo es por qué no muestra las actas de su triunfo, por qué no las hace públicas, por qué cuando todos estamos pidiendo que muestre las actas, se hace proclamar en 24 horas presidente de Venezuela sin dar todavía respuestas”, sentenció.
El ex canciller Santiago Cafiero también se expresó sobre el tema en el canal de streaming Vale Todo. “Es prematura la expresión de la Argentina. Tiene que haber un escrutinio definitivo. Deben encontrar el mecanismo para abrir las urnas y certificar voto por voto. Apresurarse a decir que está todo resuelto y que Maduro reeligió, está mal. O salir a gritar que hay fraude todo el tiempo, no va a resolver nada”, indicó.
Ambos plantearon sus reparos y pidieron tener cautela en las expresiones públicas y en las sentencias de los diferentes sectores políticos respecto al resultado electoral. Fueron de las posturas más críticas que emergieron desde el corazón del peronismo. De las pocas que vieron la luz.
Una expresión aún más dura fue emitida por un grupo de dirigentes del espacio político, distantes del esquema principal. “Rechazamos la actitud de aquellos personajes que pretenden usurpar el nombre del peronismo para respaldar a un régimen dictatorial que viola sistemáticamente los derechos humanos y desconoce la voluntad popular libremente expresada en las urnas”, indicaron en un comunicado dirigentes históricos como Jorge Remes Lenicov, Miguel Ángel Toma, Oscar Lamberto, Eduardo Camaño y Eduardo Mondino, entre otros.
Otra terminal peronista que se expresó fue la CGT, que emitió un comunicado. Le pidieron al gobierno de Venezuela “garantizar la imparcialidad de los resultados del mismo a través de los mecanismos electorales que garantizan los principios de transparencia y respeto de la soberanía popular”.
Además aseguraron que “es condición fundamental la publicación por parte del Consejo Nacional Electoral de los votos desglosados mesa por mesa, con el objeto de garantizar públicamente la transparencia y legitimidad de los comicios y preservar la paz social”.
La mayoría de las agrupaciones que componen UP no hicieron comentarios sobre el tema. Ni a favor, ni en contra. Ni en apoyo a Maduro ni marcando el caos del proceso electoral. Evitaron inmiscuirse en la discusión política que atraviesa a América Latina, mientras en Venezuela ya hay trece muertos y se masificaron las protestas en las calles por la falta de claridad en el escrutinio. Al peronismo el tema le quedó incómodo y se notó.