La primera reunión del bloque de diputados libertarios tras el escándalo por la visita a ex represores al penal de Ezeiza transcurrió sin mayores conflictos. Si bien algunos miembros del espacio habían revelado que el fuerte malestar podía derivar en pedidos de sanciones o incluso expulsiones del bloque, nada de eso ocurrió.
“Nadie opinó, nadie dijo nada”, fue la síntesis de uno de los diputados que participó del encuentro en el Salón Blanco de la Cámara de Diputados. Tal como había anticipado el jefe del bloque a Infobae antes del inicio de la reunión, la idea era “escuchar a los protagonistas”. Finalmente, no hubo reproches y cuestionamientos.
Si bien el titular de la Cámara, Martín Menem, sostuvo desde un principio que se trató de una actividad particular de un grupo de legisladores y que la misma “no representa al oficialismo”, la polémica volvió a tomar temperatura en los últimos días a raíz de las declaraciones de la diputada Rocío Bonacci, quién aseguró en una entrevista que “tenía aparentemente el OK de Martín Menem y de Casa Rosada”.
Bonacci no estuvo presente en la reunión de bloque, por lo que no explicó en persona por qué involucró a Menem y a la Casa Rosada. Sin embargo, tanto el presidente del bloque como algunos de los diputados que participaron de la visita al penal de Ezeiza encuadraron el escándalo como una “operaciones de prensa”.
En esa línea, acordaron que no habrá ningún tipo de sanción ni expresión de repudio por parte del bloque o de la Presidencia de la Cámara contra los seis diputados (Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo, Lourdes Arrieta, Rocío Bonacci y Alida Ferreyra). “Es un tema terminado”, opinó uno de los protagonistas antes de la reunión.
No obstante, algunos esperan una fuerte reacción de la oposición durante el inicio de la sesión especial convocada para el miércoles 7 de agosto. “Nos van a matar, deberíamos esperar que pase en silencio”, reconoció un diputado de LLA ante la consulta de Infobae.
Al inicio de cada debate, los diputados pueden hacer uso de las denominadas “cuestiones de privilegio” para plantear posturas políticas sobre temas ajenos al temario de la sesión. El oficialismo descuenta que muchos peronistas y hasta algunos radicales harán uso de la palabra para cargar contra los diputados libertarios.
De hecho, al mismo tiempo, el bloque UCR también se encontraba anoche reunido en el Anexo de la Cámara de Diputados para unificar criterios sobre varios temas. Hubo coincidencias sobre la necesidad de expresar el repudio del cuerpo y no descartaron sumarse a un eventual pedido de apartamiento del reglamento con el objetivo de conformar una comisión investigadora que profundice sobre los hechos.
El artículo 188 del reglamento de la Cámara estipula que la comisión que evaluará si se debe imponer una sanción a los legisladores debe estar integrada por cinco integrantes de acuerdo al tamaño de los bloques.
“Hay muchas otras cuestiones más importantes, como la economía, y estamos perdiendo el tiempo hablando de esto”, lamentó otro diputado libertario.