Las elecciones del domingo en Venezuela movilizaron a todo el sistema internacional. El mundo posó sus ojos sobre Caracas. Pero Argentina fue un lugar de especial relevancia. Javier Milei se convirtió en uno de los principales detractores de Nicolás Maduro en la región. Ese posicionamiento lo volvió un blanco asegurado por parte del líder chavista, que tras conocerse los objetados resultados le dedicó una proclama de insultos al libertario. El clima llevó al extremo la tensión entre la Casa Rosada y el Palacio de Miraflores, que tuvo consecuencias políticas.
La escalada diplomática sumó capítulos durante la jornada de ayer. Esa tensión no parece mostrar indicios de apaciguarse, sino que todo lo contrario. Durante la tarde del lunes, Yvan Gil, canciller de Maduro, anunció en un comunicado que retiraba a los embajadores de una docena de países que estaban cuestionando los resultados del escrutinio venezolano y alegaban “fraude”.
Es que el régimen informó que Maduro ganó la elección por 51% de los votos contra el 44% del principal candidato opositor, Edmundo González Urrutia, con el 80% de los votos escrutados. No obstante, nunca dieron a conocer los datos del resto de los sufragios. Así como tampoco publicitaron las actas para contrastarlas con las que manejan los opositores. Un centenar de países del sistema internacional reclaman esa información para reconocer (o rechazar) el supuesto triunfo del líder chavista.
La posición de Milei, no obstante, fue la de rechazar el resultado, alegar “fraude” o felicitar a González Urrutia, el candidato respaldado por María Corina Machado, líder opositora. Por esa razón, Venezuela retiró a su embajadora en Argentina, Stella Marina Lugo de Montilla. El domingo por la noche, la diplomática había salido al cruce de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, y la denunció por presuntas “acciones injerencistas” contra la Embajada de Caracas en Buenos Aires. Se refería al acto que la funcionaria encabezó junto a un dirigente venezolano ligado a la oposición.
El domingo por la tarde, un grupo de dirigentes argentinos organizó una movilización masiva en la plaza Intendente Seeber, frente a la Embajada de Estados Unidos en Argentina. La convocatoria la lideró Richard Blanco, el diputado venezolano de la Asamblea Nacional, asilado en Argentina tras haber sido preso por el régimen chavista. Junto a Blanco estuvieron la propia Bullrich y Silvana Giudici, Diputada Nacional y amigo del diputado venezolano. Ambas dirigentes del PRO fueron a visitarlo a Caracas en 2009, cuando el legislador estaba preso. No obstante, el entonces presidente, Hugo Chávez, les impidió ingresar al penal.
Además, también participaron del encuentro en Plaza Seeber la canciller Mondino, el ministro de Defensa, Luis Petri, el ministro de Seguridad de la Ciudad, Waldo Wolff, y los legisladores del PRO Fernando Iglesias, Hernan Lombardi y Sabrina Ajmechet.
Tras esa decisión del régimen, la escalada con Milei siguió en ascenso. El Consejo Nacional Electoral de Venezuela, controlado por el chavismo, proclamó ayer a Maduro como presidente reelecto. El Gobierno argentino y Milei salieron a desconocer ese acto y volvieron a hablar de “fraude”. Como respuesta, las fuerzas de seguridad y armadas del país caribeño comenzaron un asedio frente a la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas.
Es que allí se encuentran asilados seis dirigentes opositores que integran los equipos de campaña de Corina Machado. Tras recibir amenazas de Maduro, el Gobierno de Milei les dio resguardo político en marzo. Llevan seis meses sin poder moverse de la sede diplomática argentina. Desde hace meses, la Cancillería negocia un “salvoconducto” para poder sacar del país a esas personas. Pero el chavismo lo rechazó una y otra vez. El último intento fallido lo hizo Mondino el fin de semana.
Los dirigentes opositores asilados por Argentina son Pedro Urruchurtu Noselli, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González, Fernando Martínez y Mottola Magalí Meda. Por la tarde de ayer, un grupo de oficiales de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) quisieron entrar a la residencia de la Embajada argentina en Caracas. La situación fue denunciada por Urruchurtu en redes sociales y Mondino inició gestiones para impedir que los funcionarios de Maduro ingresaran la sede diplomática.
Según supo Infobae, la jefa de la diplomacia argentina se contactó con su par de Brasil, Mauro Viera, para solicitar una intermediación de Celso Amorín, internacionalista de cabecera de Lula Da Silva que viajó a Caracas como “veedor”, para supervisar las elecciones del domingo. Esas gestiones fueron efectivas y la hostilidad de los oficiales cedió. “Luego de dos intentos fallidos, los funcionarios de cuerpos de seguridad del régimen adscritos al CPNB y al DAET, encapuchados y con armas largas, se retiraron de la residencia de la embajada argentina en Caracas”, informó Urruchurtu desde su cuenta de X.
Desde anoche, por pedido de Machado hubo un cordón humano con venezolanos alrededor de la Embajada de Argentina en Caracas. “La situación en Venezuela se está complicando a una velocidad sorprendente. Los actos de violencia esperemos que no ocurran, pero ya ha habido gente que tira estatus de Chávez y algunos regimientos que no obedecen las órdenes de sus superiores”, sostuvo Diana Mondino anoche, en declaraciones a Jonatan Viale en el canal TN.
“En la Embajada tenemos asilados desde hace seis meses. Son personas que tuvieron que recluirse porque estaban amenazadas. El Gobierno de Maduro no concedió la salida del país, a pesar de que es su obligación otorgar un salvoconducto”, explicó la canciller argentina sobre la realidad de los dirigentes que se resguardan en la sede diplomática que tiene Buenos Aires en Venezuela. “Han estado en la Embajada en una situación precaria, pero seguros. Si hubiera algún atisbo de querer entrar en la Embajada, sería una afrenta contra nuestro país y estaríamos diciendo que no se respeta ninguna de las normas internacionales. Francamente, no creo que vaya a pasar”, aseguró Mondino.
En tanto que desde Argentina, el comando político que responde a Corina Machado se organiza para resistir al régimen de Maduro. Durante todo el domingo, Elisa Trotta, ex canciller de Juan Guaidó, lideró un centro de cómputos ubicado a pocas cuadras de la Embajada de Argentina en Buenos Aires. Por allí desfilaron dirigentes argentinos que respaldan a la oposición venezolana, como los diputados del PRO Damián Arabia, Alejandro Bongiovanni y Sabrina Ajmechet, la senadora nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), Carolina Losada, el ex senador radical, Luis Naidenoff, el diputado nacional de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro.
En tanto que Adriana Flores Márquez, Jefa del Comando de Corina Machado en Argentina, lideró la masiva movilización de venezolanos que concentró el domingo durante todo el día frente a la Embajada de Venezuela en Buenos Aires.
Cabe recordar que en Argentina viven cerca de 250.000 venezolanos que se exiliaron del régimen. Sobre ese total, apenas hubo 2.600 habilitados para votar en las elecciones. Sólo 1.500 se acercaron a sufragar. Sobre esa cantidad, el 94% votó por Edmundo González Urrutia.