Silencio. Casi dos días sin definiciones públicas sobre las graves denuncias de fraude en las elecciones de Venezuela. Así está el kirchnerismo y las agrupaciones políticas que reconocen el liderazgo de Cristina Kirchner. La dos veces presidente y última vicepresidente es la que se mantiene en silencio y modela al resto del grupo. No hay, en los hechos, ni gobernadores, ni diputados, senadores o líderes cristinistas que hayan expresado una posición inequívoca sobre turbios acontecimientos ocurridos el domingo en el país caribeño.
Lo que trascendió en conversaciones con dirigentes que piden mantener el bajo perfil, es que la posición que darán estará alineada con dos presidentes clave de América Latina: el brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, que también tienen bajo perfil y sólo transmitieron felicitaciones por la jornada cívica y demandaron que se cuenten de manera objetiva los votos.
Pero a diferencia de ellos -y de todos los demás referentes políticos y líderes de la región- la postura de Cristina Kirchner es el bajo perfil y la ausencia de una definición.
A diferencia del silencio de Cristina Kirchner, ya se expresó el ex presidente de Colombia Juan Manuel Santos, que dijo que “los resultados en Venezuela no son creíbles. No se pueden reconocer hasta que no haya total transparencia y sean avalados por observadores y analistas no comprometidos con el régimen. El mundo democrático debe manifestarse para defender la democracia”.
También el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, que no dudó en calificar lo ocurrido como “un fraude”. “Venezuela es una dictadura, de modo que no va a ser sensible a los pronunciamientos internacionales. Venezuela va a estar un poco más aislada que antes, porque a eso va a conducir esto”, agregó.
A favor, en cambio se anotó el ecuatoriano Rafael Correa: “¡Gloria al bravo pueblo! Ahora ya es oficial”, dijo al repasar los resultados del primer reporte oficial del CNE, que dio a Maduro como vencedor frente al 44 % de votos para el candidato opositor Edmundo González y un 4,6 % para los demás candidatos. “Felicitaciones al presidente Maduro y al pueblo venezolano”.
También, el boliviano Evo Morales: “Estamos muy felices por la victoria alcanzada hoy por el hermano presidente. Vencieron contra todas las adversidades externas, pero con el apoyo del pueblo venezolano que es lo verdaderamente importante. Esta es un triunfo de la paz, de la Revolución Bolivariana y de la Patria Grande. Hoy tenemos la prueba irrefutable de que Chávez vive. ¡Felicidades, hermano Nicolás! ¡Felicidades a mi querida Venezuela!”.
Y de los mandatarios en ejercicio, el chileno Gabriel Boric, que dijo: “El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados. Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”.
“Así no! Era un secreto a voces. Iban a “ganar” sin perjuicio de los resultados reales. El proceso hasta el día de la elección y el del escrutinio claramente estuvo viciado. No se puede reconocer un triunfo si no se confía en la forma y los mecanismos utilizados para llegar a él”, fue la definición del uruguayo Luis Lacalle Pou.
“El Gobierno de Costa Rica repudia categóricamente la proclamación de Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, la cual consideramos fraudulenta. Trabajaremos con los gobiernos democráticos del continente y los organismos internacionales para lograr que se respete la voluntad popular”, afirmó Rodrigo Chaves Robles, presidente de Costa Rica.
Son sólo algunos de la lista larga de los que tomaron una posición. También, por otro lado, están los gobiernos de China, Rusia, Irán, Bolivia, Nicaragua y otros regímenes autocráticos que salieron al unísono a respaldar a Maduro. El caso de Lula y López Obrador es un intermedio, que evita la condena pero demanda un recuento que, de ocurrir, muy probablemente confirme el colapso de un régimen que hace 25 años se aferra al poder.
La desmentida
Lo que sí ocurrió fue la desmentida al canciller de Venezuela, Yvan Gil, quien anoche transmitió que “más de 100 organizaciones sociales y políticas reconocen los resultados” del Consejo Nacional Electoral que declaró ganador por el 51% de los votos a Maduro. “No sabemos por qué nos metieron en ese listado. La información y declaraciones oficiales de La Cámpora se maneja por las redes sociales y todavía no publicamos nada”, explicaron anoche a Infobae fuentes partidarias.
Ni fue La Cámpora la única organización política argentina mencionada en esos listados. También fue mencionada ATE Capital, Patria y Futuro, Patria Grande, Juventud de la CTA y el Movimiento Territorial de Liberación. Todos sectores alineados y pertenecientes al extendido universo kirchnerismo.
A Venezuela concurrieron como veedores internacionales líderes y dirigentes políticos y sindicales de izquierda y de extracción kirchnerista. Intelectuales como Atilio Borón, estuvieron en la primera fila aplaudiendo a Maduro, que impidió el ingreso de todos los demás invitados por partidos opositores. Hasta a Alberto Fernández, el ex presidente y compañero de fórmula de Cristina Kirchner le impidieron entrar.
Silencio atronador
Lo concreto es que por las redes sociales, Cristina Kirchner lo último que publicó y difundió fue un recuerdo el 26 de julio por Eva Perón, al cumplirse un aniversario de su muerte. “26 de julio de 1952. 20:25 hs. Hace exactamente 72 años cambiaba la historia argentina”, publicó la ex presidente, junto a varias fotos de la esposa de Juan Domingo Perón y el mítico retrato que es usado en la liturgia del PJ.
Más allá del silencio de CFK, lo que trascendió es que tanto la ex presidenta como las agrupaciones que se identifican con ella esperarán la posición formal de Lula y López Obrador, que de acuerdo a lo que plantearon las diplomacias de ambos países, exigirán un recuento independiente, con participación de veedores y observadores del régimen y de la oposición antes de tomar una posición sobre la validez de los comicios del domingo.