Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita y ex funcionario de Alberto Fernández, y Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero y la Unidad Piquetera, están cada vez más complicados por la Justicia: ambos son investigados por diferentes maniobras, presuntamente delictivas, que realizaban con fondos del Estado derivados del programa Potenciar Trabajo.
Desde la ex Secretaría de Economía Social, Pérsico los entregaba y después no controlaba. En tanto, Belliboni los recibía y una parte la habría utilizado para financiar actividades políticas, como manifestaciones y piquetes.
El golpe se sintió en el interior de las organizaciones que conducen los emblemáticos piqueteros. A Pérsico lo acusan de haber encabezado una “matriz de corrupción”. A Belliboni lo procesaron por “administración fraudulenta”.
“Se aprovechó la política pública para intereses partidarios”, afirma la resolución judicial que los puso a ambos en el banquillo de los acusados y en el centro de la escena pública.
Defensa común
“El gobierno de La Libertad Avanza, con la justicia como instrumento, persigue a los sectores sociales porque saben que no nos vamos a callar y le vamos a seguir dando batalla hasta que se vayan. No tiene sustento alguno las medidas que se tomaron en Comodoro Py”. Con esa frase, los líderes de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), consultados por este medio, sintetizaron la decisión del fiscal Gerardo Pollicita de imputar a Emilio Pérsico, referente del Movimiento Evita y ex secretario de Economía Social del entonces Ministerio de Desarrollo Social, por encabezar una supuesta matriz de corrupción con los subsidios que se le otorgó al Polo Obrero, conducido por el piquetero Eduardo Belliboni. Pérsico también es investigado por derivar a cooperativas vinculadas a su estructura política millonarios subsidios, pero, hasta ahora, en esos expedientes, no se lo imputó.
Allegados al dirigente peronista aseguraron: “Esperábamos una pedido fiscal de esa magnitud, veremos lo que decide el juez (Sebastián) Casanello, Pérsico estará a disposición de la justicia”, anticiparon y sostuvieron: “Pérsico no tiene un carajo que ver con los subsidios que le daban al Polo Obrero. Pérsico nunca hizo ningún acuerdo con la izquierda, ni con el Polo Obrero y mucho menos con (Eduardo) Belliboni”.
-¿Quién controlaba que los fondos del Estado se usaran para beneficiar a los más vulnerables, y no para actividades políticas, como se sostiene en el expediente?, le preguntó Infobae a uno de los máximos referentes sociales que forma parte de la UTEP.
-Los ministros de Desarrollo Social (por Daniel Arroyo, Juan Zavaleta y Victoria Tolosa Paz). Esos subsidios, igual que los de los intendentes, ingresaban desde el área institucional. Pérsico no se reunía con Belliboni y otros dirigentes de la izquierda. No hablamos de una posible deshonestidad de los ministros. Hablamos en términos políticos. El Evita, por ejemplo, quería que los planes se transformaran en trabajo. Nunca la Secretaría de Economía Social acordó un solo subsidio con Belliboni o el Polo Obrero. Tampoco la Secretaría controlaba la rendición de los subsidios, eso lo hacía otra área.
La frase de los dirigentes sociales peronistas, con la que abre esta nota, también es una defensa a los dirigentes del Polo Obrero (PO), como Belliboni, procesados por el juez Sebastián Casanello en la misma causa por administrar de manera fraudulenta parte del dinero entregado por el Estado a través del programa Potenciar Trabajo, que administraba Pérsico a través de la secretaría que conducía. “Se aprovechó la política pública para intereses partidarios”, aseguró el magistrado en el procesamiento contra Belliboni. La medida alcanzó a otros 17 dirigentes piqueteros del Polo Obrero, entre ellos a Jeremías Cartero, la mano derecha de Belliboni en el PO.
La decisiones judiciales, publicadas por este medio, ponen en jaque a dos de los principales referentes sociales vinculados, por un lado a los dirigentes que integran Unión por la Patria y que están agrupados en la UTEP. Pérsico, a través del Evita, entre otras organizaciones, como Barrios de Pie, fueron un sostén del gobierno de Alberto Fernández, se movilizaban a favor de Fernández, inclusive cuando la entonces vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, criticaba a través de cartas y en actos públicos, la gestión del Presidente Fernández. El Evita, y otras organizaciones que forman parte de la UTEP preparan una gran marcha contra el Gobierno de Javier Milei el 7 de agosto, día de San Cayetano, el patrono del pan y el trabajo. A la concentración en Plaza de Mayo también concurrirán gremios de la CGT y las dos CTA.
El fiscal Pollicita también le pidió al juez Casanello que impute y llame a declaración indagatoria, entre otros, al secretario general de la UTEP, Alejandro Gramajo, quien también era funcionario en la Secretaría de Economía Social junto a Pérsico. Gramajo también es dirigente del Evita.
Organizadores de la peregrinación que saldrá del santuario de San Cayetano, ubicado en el barrio porteño de Liniers, a Plaza de Mayo, aseguraron que “la concentración y la bendición de las herramientas de trabajo” continúa. “La persecución judicial no nos impide manifestarnos respetando el ordenamiento legal (por el protocolo antipiquetes)”, reafirmaron.
Belliboni, el Polo Obrero y la Unidad Piquetera eran antes los promotores de las principales protestas contra la administración Fernández, y ahora contra La Libertad Avanza. En 2024 las medidas de protesta se vieron afectadas por el protocolo antipiquete implementado por la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y por la tercerización sobre los planes y los alimentos que les quitó el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello.
El impacto de la imputación primero, y el procesamiento sobre la figura de Belliboni y los presuntos “aprietes y extorsiones” que habrían realizado sobre beneficiarios del Potenciar Trabajo para obligarlos a ir a marchas y protestas, sumado al desvío de subsidios con fines partidarios, impactó entre otros dirigentes piqueteros que -aunque no lo harán público- decidieron “tomar distancia” de Belliboni y su organización.
Por ejemplo, movimientos de izquierda como Libres del Sur, FOL, MST-Teresa Vive, OLP-Resistir y Luchar, Movimiento Argentina Rebelde MAR, y el Movimiento 8 de Abril, entre otros, decidieron realizar sus propios reclamos por fuera de la Unidad Piquetera, y fundaron el espacio “Territorios en Lucha” en el cual el Polo Obrero no está incluido. Hoy, por ejemplo, realizaron una marcha frente al palacio de Tribunales para presentar un recurso de amparo en el que se sostiene que los programas en los que se dividió el Potenciar Trabajo, violentan los derechos constitucionales.
Eduardo Belliboni, al menos por ahora, prefirió no expresarse. Lo hará a través de sus redes sociales y, quizás, a través de una conferencia de prensa que aún no tiene fecha y lugar.
En el Polo Obrero acusaron el golpe. Las principales acusaciones contra los dirigentes sociales que investiga la justicia (hay varias causas abiertas) se originaron a través de la línea 134 que el Ministerio de Seguridad activó para que los ciudadanos denunciaran (de forma anónima) las presiones que recibían por parte de la dirigencia piquetera para asistir a las marchas.