Dicen que Mauricio Macri quedó muy satisfecho, y que se ofreció a ayudarla en todo lo que estuviera a su alcance. Sandra Pettovello había postergado la primera reunión, pero cuando las críticas a su gestión se volvieron incesantes, originadas, en buena medida, desde el seno de su propio gabinete, la ministra aceptó entrevistarse con el ex presidente. Se encontraron en una oficina neutral, poco más de un mes atrás. Hablaron durante más de una hora, muy distendidos, sobre el rumbo de su administración, sobre política y el gobierno, e hicieron especial hincapié en una persona: Santiago Caputo, el principal asesor de la Casa Rosada del que tanto la funcionaria como el presidente del PRO no tienen la mejor opinión. Pettovello cree que el estratega es su máximo detractor interno. Algo similar le ocurre a Macri.
El ex presidente y la ministra no se entrevistaron a solas. La reunión tuvo un tercer participante que, según las fuentes consultadas, fue quien organizó el encuentro, que se ganó en los últimos meses un lugar destacado como asesor premium de Pettovello y que, según confiaron puertas adentro de Capital Humano, ostenta una influencia mucho más notoria que la que tiene por su cargo formal como vocal, por el Estado, del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES): se trata de Matías Kelly, un reconocido emprendedor social con buenos contactos con el círculo rojo y las organizaciones que tiene línea directa, y permanente, con la ministra.
“Es racional, muy completo, habla con todo el mundo, desde Pettovello hasta las organizaciones sociales”, lo describió un dirigente de ese sector que lo conoce desde hace muchísimos años. Hay funcionarios que directamente lo presentan como el verdadero “ministro de Desarrollo Social” de Capital Humano. Infobae intentó contactarse con Kelly, que prefirió no hacer comentarios.
De perfil bajo pero muy conocido en el mundillo social, especializado en economía de ese rubro y con nexos fluidos con cooperativas del interior, Pettovello había intentado durante la campaña presidencial de Javier Milei convencerlo para que asumiera en el lugar que primero ocupó Pablo de la Torre, el ex secretario de Niñez, Adolescencia y Familia eyectado y denunciado por la ministra en medio de la crisis por el reparto de alimentos y las supuestas irregularidades en la tercerización de contrataciones, reemplazado a principios de junio por Yanina Nano Lembo, una funcionaria con pasado larretista.
Antes de que asumiera De la Torre, la ministra tuvo una primera conversación con él, al que contactó a través de un ex funcionario macrista. Kelly había ocupado la secretaría de Economía Social durante la gestión de Cambiemos de Carolina Stanley, convocado entonces por Mario Quintana y Gabriel Castelli. Fue su primera experiencia en el sector público: después tuvo alguna participación menor en el Gobierno porteño. Desde hace años Kelly dirige Sumatoria, una ONG que promueve el financiamiento sustentable. También fue director de Ashoka, que propicia la cultura emprendedora en ese mismo rubro.
Según su entorno y fuentes cercanas a la ministra, el dirigente agradeció en su momento la invitación, pero la declinó por su nulo convencimiento en el proyecto libertario. Cuando Milei ganó las elecciones, Pettovello volvió a contactarlo, y otra vez rechazó el cargo. Sin embargo, hasta que La Libertad Avanza asumió formalmente el gobierno, la funcionaria y Kelly se reunieron con frecuencia, cada quince días, para avanzar con el armado de un plan de desarrollo social que cerca del asesor calificaron de “progresista”. Antes de asumir, surgió el nombre de De la Torre, al que Kelly ya conocía. Desde ese momento, su asesoría sobre la ministra se hizo cada vez más constante.
En Capital Humano explicaron que el vocal del INAES participó, por ejemplo, en la estrategia para terminar con la intermediación de las agrupaciones en los planes sociales. Dirigentes de esas organizaciones, que lo frecuentan desde hace años, intentaron tenerlo de interlocutor. La ministra rechazó ese rol: en su entorno siempre resaltó que no tendría nunca durante su gestión ningún interés en tener ningún tipo de relación con ellos.
Kelly, por caso, acercó a Marcelo Collomb a la presidencia del INAES.
Para cuando Pettovello se reunió con Macri, el ministerio era un hervidero: retraso en la entrega de alimentos, crisis recurrentes por la fuga constante de funcionarios -casi el 30% de las renuncias de todo el gabinete le corresponden a Capital Humano- e impericia en el rumbo de la gestión, con Niñez, Adolescencia y Familia, es decir Desarrollo Social, al tope de las críticas externas e internas. La salida de De la Torre, seguida para colmo por una investigación penal que todavía se tramita en los tribunales federales de Comodoro Py -cerca del ex funcionario aspiran a que se resuelva favorablemente en el corto plazo-, y la probada ineficacia en el reparto de alimentos en los comedores llevaron a la gestión de la ministra a su máximo nivel de tensión. En esa instancia, Fernando Szereszevsky, que era de su máxima confianza, se fue para salir de gira con Los Ratones Paranoicos.
Agobiada entonces por el fuego amigo -cerca suyo remarcaron, de hecho, que pensó seriamente dejar su función y que fue Milei el que la persuadió para que no lo haga- la funcionaria aceptó reunirse con el ex presidente, flanqueada por Kelly.
En Casa Rosada tomaron nota de ese encuentro. De hecho, la reunión coincidió con el acercamiento de Lucas Fernández Aparicio, un dirigente territorial del PRO con aceitados vínculos con la política, muy cercano al ex ministro Guillermo Dietrich y a Macri. Fernández Aparicio asesora a Pettovello de manera externa.
Desde que asumió en Capital Humano, la ministra arrastra una cada vez más sórdida disputa con parte del “triángulo de hierro” que integran los Milei y el consultor Caputo -en especial, con este último- y por el que pasan todas las decisiones de la gestión de gobierno.
Pettovello es, en ese contexto, una excepción: tiene línea directísima con el Presidente, y una relación tan estrecha que incluso asombra a sus propios colaboradores: puede visitar Olivos hasta altísimas horas de la noche. Ella implementó un sistema de toma de decisiones tan particular como el del jefe de Estado.
En las últimas horas, Caputo recibió en Casa Rosada a Joaquín de la Torre, el ex intendente de San Miguel que, a pesar de la salida de su hermano Pablo y de la denuncia judicial, frecuenta cada tanto al consultor. En el seno del gobierno trascendió en estos días que la secretaria General de la Presidencia podría absorber Cultura, una de las áreas que conforma el mega ministerio que el mandatario ideó para su amiga.
En ese marco, Kelly obtuvo un papel distinguido como consejero de Pettovello. Cada tanto visita el ministerio, y le lleva adelante algunas relaciones con organizaciones como Caritas, UNICEF o CIPPEC. Fuentes de esa cartera resaltaron, por ejemplo, que fue uno de los que participó, en medio de la crisis interna de Capital Humano, de la visita de Milei a la ministra, con la que compartió un extenso almuerzo en sus oficinas sobre la avenida 9 de Julio.
Antes que desembarcara Nano Lembo, la funcionaria quiso convencerlo otra vez de aceptar ese casillero. Kelly, también bien relacionado a Gabriela Real, que lidera el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, volvió a negarse.
No le hace falta: la ministra confía en él. Comparten, además, el impulso de una agenda que es mala palabra en Casa Rosada, y que Pettovello se puede dar el lujo de alentar por su cercanísima relación con el presidente: la Agenda 2030 que promociona políticas sustentables de largo plazo. Por ese tema, hasta Diana Mondino caminó por la cuerda floja.
Según fuentes oficiales, Kelly trabaja, en tanto, en un proyecto para equiparar la Asignación Universal por Hijo (AUH) con el monto de la canasta básica. En Capital Humano dicen que todavía falta lo más importante: convencerlo a Luis “Toto” Caputo, un talibán del equilibrio fiscal, fanatizado con el proyecto libertario.