El diputado nacional y director de la Fundación Libertad, Alejandro Bongiovanni, denunció este viernes que fue deportado de Venezuela por el régimen del presidente Nicolás Maduro, dos días antes de las elecciones presidenciales.
El abogado rosarino había viajado al país caribeño invitado por dirigentes opositores encabezado por el exdiplomático Edmundo González, candidato presidencial por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) que lidera la exdiputada y candidata presidencial en las elecciones primarias de 2012 y 2023, María Corina Machado, quien sufre una inhabilitación política para ejercer cargos durante 15 años.
“Viajaba junto a cuatro ex presidentes, Mireya Moscoso (Panamá), Jorge Quiroga Ramírez (Bolivia), Miguel Ángel Rodríguez Echeverría (Costa Rica) y Vicente Fox (México)”. Y agregó un dato importante: “A ellos directamente no los dejaron subir al avión, desde Venezuela les informaron que si no se bajaban el vuelo no salía lo que hizo que los pasajeros entren en pánico”, le explicó Bongiovanni a Infobae.
El diputado dice que pensó que como no era conocido, no le iban a hacer problema en Venezuela aunque, por las dudas, estaba preparado para un interrogatorio. “Cuando llegué, me estaban esperando con un policía de Seguridad Aeroportuaria que me llevó a un cuartito aparte en donde estuve durante dos horas sin el pasaporte ni me dejaron sentarme ni usar el teléfono celular”.
“Sin ninguna pregunta ni explicación me dijeron que no era bienvenido al país y me obligaron a tomarme el siguiente vuelo a Panamá”, agregó el legislador, quien ahora está en el aeropuerto de este país a la espera de abordar un vuelo, para que a las 15 horas, lo traiga nuevamente a la Argentina.
Y destacó, vía un posteo en la red social X, que no es “nada sorprendente en este régimen despreciable. A diario todos los venezolanos viven atropellos un millón de veces peores. Pero en 2 días esto se acaba”, posteó el legislador.
Cerca de 20 minutos después de aquella publicación, el directivo de la Fundación Libertad confirmó su deportación y relató que lo mantuvieron incomunicado durante un periodo. “Ya no estoy incomunicado. Me deportan. Me subieron a un vuelo a Panamá que está por despegar. Valió la pena intentarlo. Lo del domingo será histórico. Hasta el final, Venezuela”, escribió desde el aeropuerto de Maiquetía en Caracas.
El legislador había sido invitado a Venezuela por líderes opositores a Maduro, quien extendió invitaciones a varias delegaciones internacionales para acompañar el proceso electoral de mañana.
Las otras deportaciones previo a las elecciones
Bongiovanni no fue el único político argentino expulsado de Venezuela, previo a los comicios presidenciales. El senador libertario Francisco Paoltroni también fue deportado tras ser retenido por soldados del régimen chavista.
Paoltroni había viajado con el propósito de actuar como veedor en las elecciones y, según un informe del propio legislador en sus redes sociales, fue abordado por siete soldados fuertemente armados al llegar a Caracas, quienes retuvieron sus pasaportes y lo obligaron a abandonar el país sin ofrecer ninguna explicación.
Paoltroni explicó que su visita fue una invitación del candidato opositor Edmundo González Urrutia y de María Corina Machado. En un video, el senador narró que fue subido de nuevo al mismo avión en el que llegó a terrenos venezolanos, destacando que “no se nos dio ningún tipo de información y fue una clara violación de nuestros derechos”.
La vicepresidente Victoria Villarruel repudió la acción del gobierno venezolano, expresando su apoyo al pueblo de Venezuela a través de sus redes sociales. “La violación de los derechos humanos en Venezuela es la ley imperante desde hace más de dos décadas y este domingo los venezolanos vuelven a elegir si se termina esta tiranía”, afirmó Villarruel, solidarizándose con Paoltroni y con aquellos “que luchan contra Maduro”.
En sus declaraciones, el funcionario libertario sentenció que el régimen chavista intenta evitar su caída a toda costa y consideró lo sucedido como evidencia del “estado de represión y control que el gobierno ejerce sobre sus ciudadanos y visitantes”. Asimismo, auguró que “el domingo Venezuela va a hacer historia” en referencia a las elecciones presidenciales.
Otros casos relevantes, en cuanto a deportaciones a políticos, ocurrió también ayer cuando vetaron el ingreso al país a los senadores chilenos Felipe Kast y José Manuel Rojo Edwards, quienes también habían viajado al país para ser observadores de las elecciones dominicales. “Nos acaban de informar que nos están deportando porque nos dicen que no cumplimos con el perfil ni las condiciones de ingresar al país. Es completamente arbitrario. Esto demuestra que todas las palabras de algunos que dicen que es una democracia es simplemente una gran mentira”, declaró Kast en un video difundido en la red social X.
La Presidencia del Senado chileno calificó los incidentes de “antidemocráticos” y subrayó que estos sucesos “denotan la mayor gravedad”, pues los senadores chilenos cumplían con todos los requisitos normalmente exigidos por la República Bolivariana de Venezuela para el ingreso a su territorio.
Estas situaciones se suman a la vivida por el periodista Jorge Pizarro, a quien también no le permitieron el ingreso a Venezuela para realizar una cobertura periodística de las elecciones presidenciales para Radio Rivadavia.
Pizarro fue retenido en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar en Caracas y, según relató en una entrevista con el periodista Marcelo Longobardi, en Radio Rivadavia, desde su llegada al país fue sometido a más de diez interrogatorios.
“Hicimos la fila de migraciones y, extrañamente, cuando vieron mi pasaporte, me llamaron aparte. Pensé que era una cuestión de rutina hasta que una señorita que tenía un uniforme color azul marino con un ploteo verde flúo bastante desagradable y un escudo que decía Ministerio Público y Popular me interrogó severamente, sin explicarme por qué”, comentó Pizarro. Luego, fue interrogado nuevamente por otra persona de civil con preguntas similares.
La situación se intensificó cuando el periodista cuestionó la repetición de los interrogatorios. “Cuando osé decirle por qué me preguntaban tantas veces lo mismo si yo había contestado siempre igual, prácticamente por haberle preguntado eso casi me pone preso”, remarcó. Y un oficial superior le advirtió que las preguntas las hacía él y que Pizarro no podía responder nada más allá de lo que se le indicara.
Las autoridades venezolanas argumentaron que el periodista “no cumplía con los requisitos para ingresar al país” y, por lo tanto, no se le permitió realizar su trabajo de cobertura electoral.