Esta semana se conoció que la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN) rechazaba la reglamentación del impuesto a las Ganancias (ahora denominado Impuesto a los Ingresos Personales) que eliminó la exención que regía para el personal diplomático que reside afuera del país. Fue mediante un comunicado de esa organización, en el que catalogaron de “ilegal” la medida y lo consideraron “confiscatorio”. Advirtieron que se preparaban para interponer acciones legales al respecto. Ahora el conflicto escala, dado que evalúan hacer un paro que afectaría al cuerpo diplomático de Argentina. Sería la primera vez en la historia que suceda.
En el comunicado de ayer, la APSEN adelantó que planea recurrir a la Justicia para “defender a sus asociados”. Si bien los diplomáticos profesionales siempre han pagado impuesto a las Ganancias por sus salarios, el adicional por “costo de vida” cobrado por la asignación en el exterior estaba exceptuado. Pero a partir del Decreto que reglamentó el Impuesto a los Ingresos Personales contenido en la Ley de Medidas Fiscales, sancionada en junio, esa exención se revirtió.
En concreto, el planteo de APSEN es que el Artículo 9 del Decreto reglamentario deroga el Artículo 280 del Decreto 862/2019, que es el que les daba la excepción a los diplomáticos de pagar Ganancias sobre el sueldo en moneda extranjera. En ese punto reside el foco del conflicto.
A su vez, los diplomáticos señalan que Argentina no actualiza el sueldo de los miembros del Servicio Exterior de la Nación desde el 2015. Generalmente, su salario viene regulado con una tabla de sugerencias de las Naciones Unidas, que Argentina dejó de cumplir hace nueve años.
En este marco, desde la APSEN realizaron una serie de reuniones para analizar los pasos a seguir. En caso de no lograr que su reclamo sea escuchado, los diplomáticos avanzarán con medidas de fuerza. La situación generaría tensión con Diana Mondino, la ministra de Relaciones Exteriores. De hecho, en la Cancillería hay “revuelo” desde hace una semana por este tema.
Respecto al planteo, los diplomáticos alegan que con la nueva reglamentación, quienes trabajan en el exterior deberán tributar Ganancias sobre su sueldo en dólares. Un diplomático de carrera que presta servicio en Argentina cobra su salario en pesos, atado a los sueldos del Poder Judicial. No obstante, cuando al funcionario se le asigna una labor en el extranjero, pasa a percibir un ingreso en dólares a través del Banco Nación.
Por esa labor, a su vez, los diplomáticos reciben un “plus” en dólares para afrontar el costo de vida en el exterior. Históricamente, pagan impuestos a las Ganancias pero sobre su sueldo en pesos, no sobre los sueldos en moneda extranjera. Ese punto, alterado por la nueva normativa, puso en pie de guerra al APSEN.
El escalafón diplomático se constituye de secretarios de tercera, segunda, primera y luego consejeros, ministros y embajadores. El sueldo de un diplomático secretario de tercera cuando sale al exterior es de 7.000 dólares en promedio, dependiendo del lugar de destino. “El problema de Ganancias afecta a todos los rangos, como al consejero que gana 10.000 dólares como a los ministros y embajadores que cobran entre 11.000 y 14.000 dólares.
En caso de no revertirse la situación, esos sueldos se verían afectados y pasarían a ser, en el caso de los secretarios, de 5.000 dólares. Los diplomáticos en el exterior no tienen cobertura sanitaria afuera de Argentina, sino que la Cancillería paga por reintegro los gastos médicos. Un ejemplo que dan en un comunicado interno al que tuvo acceso Infobae explica que un parto de una diplomática embarazada puede costar en Estados Unidos, por citar un lugar concreto, hasta 15.000 dólares. La diplomática, en este caso, debería afrontar ese gasto y enviar luego el pedido de reintegro. “La Cancillería puede demorar seis meses, con suerte, en el reintegro y, si se efectiviza la nueva reglamentación, vendrá con la retención de Ganancias”, indicaron.
Por eso, el cuerpo de diplomáticos, que cerca del 95% forma parte de APSEN, amenaza con tomar medidas de fuerza. Esta situación podría implicar acciones tales como no firmar pasaportes, visados y trámites consulares. Es algo que, de ocurrir, afectaría a los argentinos en el exterior y turistas.
La semana pasada hubo una reunión virtual de APSEN para analizar este panorama que se filtró a la prensa al instante. Los diplomáticos sospechan que desde La Libertad Avanza “espían” los movimientos gremiales que aplican en este contexto para repelerlos.