¿La CGT se prepara para retomar el plan de lucha o para confirmar una tregua con el Gobierno? La opción que se afianzó en las últimas horas es la segunda, aunque se espera que el tema sea el eje de un intenso debate en la reunión de este jueves del Consejo Directivo cegetista, que fue convocada antes del primer contacto de los líderes sindicales con el secretario de Trabajo, Julio Cordero.
“Vamos a debatir en la CGT y ver cómo seguimos con el plan de lucha que teníamos en enero. No le voy a poner fecha ahora a un tercer paro. Hay compañeros que quieren movilizar, otros un paro y otros seguir dialogando con el Gobierno”. Así lo sintetizó hace 48 horas el cotitular de la CGT Pablo Moyano (Camioneros) a Radio El Destape, donde también fue muy explícito respecto de la etapa de diálogo abierta con el Gobierno: “Les dije a mis compañeros de la CGT que no iba a la reunión con Julio Cordero porque después nos iba a cagar, y pasó”.
En esa entrevista tuvo otra frases del mismo tono opositor: “Yo no le voy a dar una mano a este Gobierno, hay que confrontarlo”, “No sirve para nada buscar acuerdos con el Gobierno; fueron compañeros de la CGT a negociar y hoy el Gobierno les reglamentó Ganancias” y “Este Gobierno te lleva para una foto y no te da soluciones”. Está claro que el dirigente de Camioneros es un exponente del ala dura de la CGT, que apunta a ir profundizando la oposición a la Casa Rosada, aunque considera que aún no el momento para realizar el tercer paro general contra Javier Milei.
Por su parte, el sector dialoguista de la CGT está decidido a sumarse al diálogo social impulsado por Cordero y a postergar cualquier medida de fuerza a la espera de que prosperen las negociaciones tripartitas. En esa línea se mantienen “los Gordos” como Héctor Daer (Sanidad) y los independientes Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), junto con aliados como Sergio Romero (UDA), Jorge Sola (seguro), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Rodolfo Daer (alimentación) y Julio Piumato (judiciales), entre otros.
En la vereda de enfrente, Pablo Moyano y sus dirigentes más fieles como Omar Plaini (canillitas), Cristian Jerónimo (vidrio) y Juan Pablo Brey (aeronavegantes) están asociados con los sindicalistas K como Mario Manrique (SMATA), Abel Furlán (UOM) y Sergio Palazzo (bancarios).
El debate puede recalentarse porque el Gobierno dio señales en los últimos días que acrecentaron el malestar sindical. Por un lado, en la CGT se quejan de que la Secretaría de Trabajo se puso del lado de los empresarios en la reunión del Consejo del Salario, cuyas deliberaciones del jueves pasado fracasaron al no poder acordar el aumento del sueldo mínimo (que es de $234.315), por lo cual el porcentaje de aumento será definido por decreto. Por otro, pese a que la CGT le pidió a Cordero la suba del mínimo no imponible porque el piso quedó desactualizado por la inflación, la Casa Rosada reglamentó la ley que restituyó el Impuesto a las Ganancias sin tener en cuenta el reclamo gremial.
Peor aún: el decreto reglamentario exceptúa del pago de Ganancias al personal del sector petrolero y a los empleados de Tierra del Fuego, que siguen amparados por la Ley 19.640 que fija el Régimen de Promoción Económica y Fiscal, pero ya llueven críticas porque se considera discriminatorio hacia otros trabajadores e incluso ilegal porque un decreto no puede dar más beneficios que una ley.
Por eso hay dirigentes sindicales que se sienten desairados por el Gobierno apenas comenzada la instancia de diálogo. Pablo Moyano es uno de los promotores de la ofensiva sindical contra la restitución del Impuesto a las Ganancias y ya anticipó que habrá una movilización a Tribunales cuando hagan la presentación judicial para impugnar los cambios en el gravamen.
La Asociación Bancaria, que lidera Sergio Palazzo, se convirtió este martes en el primer sindicato en presentar una denuncia contra Ganancias, en el que pide “la no aplicación de la ley que instaura nuevamente un impuesto al salario”. El sindicato consideró que la norma que restituye el gravamen “es inexistente porque tiene aprobación de una sola cámara parlamentaria, ya que el Senado la había rechazado”. Y agregó: “Además de ilegítima e injusta, también viola diversos principios: intangibilidad de los salarios, vulnera el principio de carácter alimentario del salario, es confiscatorio, viola el principio constitucional de progresividad, es una ilegal rebaja de salarios, no permite ningún tipo de deducciones, es discriminatoria y abarca al 95% de los salarios bancarios”.
Lo mismo harán los gremios de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), que encabeza Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento). Así lo confirmó Roberto Coria, titular del Sindicato de Guincheros, quien dijo que presentarán “acciones judiciales ya que se afectan principios fundamentales del derecho del trabajo como la progresividad y la tutela del salario”.
Más allá del Impuesto a las Ganancias, los dialoguistas de la CGT aceptaron la oferta de Cordero de integrar una mesa técnica para consensuar la reglamentación de la reforma laboral. Este miércoles, a las 12, el secretario de Trabajo recibirá a los empresarios del Grupo de los Seis y la expectativa es que el diálogo tripartito para definir este tema se inaugurará formalmente la semana próxima.
La CGT ya le anticipó a Cordero que quiere atenuar a través del decreto reglamentario algunos artículos laborales de la Ley Bases que “afectan los derechos laborales” como el que penaliza los bloqueos sindicales y el que crea la figura del trabajador independiente que puede tener a su cargo hasta otros 3 trabajadores autónomos para concretar un emprendimiento productivo, entre otros.
Las entidades patronales del G6, por su parte, se opondrán a moderar una reforma laboral que respaldan y que ya fue recortada en su trámite legislativo. Durante un almuerzo en la Sociedad Rural, como anticipó Infobae, la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y la Sociedad Rural Argentina acordaron ir a la reunión con Cordero con una consigna: “Si la CGT pidió una cosa, pediremos exactamente lo contrario”.