Tanto en el Gobierno como en el Senado intentan dar por terminado el capítulo más reciente de la pelea entre la dupla de presidencial de los Milei y la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Y, como en las anteriores discusiones, buscarán cerrarla momentáneamente con una foto en La Rural, el próximo domingo. Sin embargo, aunque intenten tapar el sol con la mano, la grieta se profundizó.
Milei juega a dos puntas. Por un lado, mandó a calmar las aguas a su vocero, Manuel Adorni, que además le hizo una ofrenda de amor en lenguaje tuitero: le marcó un “corazoncito” a uno de sus tuits. Y ordenó a los tuiteros que bajen el nivel de confrontación en redes sociales. “Los trolls se fueron de mambo. Hay que bajar la soberbia propia”, deslizaron. Además, dijeron que no tienen ningún problema en que Villarruel vaya a La Rural antes que el jefe de Estado
Sin embargo, al menos hasta esta tarde, ningún funcionario se había comunicado ni siquiera de manera extraoficial con la vicepresidenta. De hecho, en el Senado no tuvieron novedades de parte del Ejecutivo desde que Karina Milei fue a la embajada de Francia. Ni siquiera de parte de Guillermo Francos, que en anteriores discusiones había intercedido en primera persona. “Está de vacaciones”, se desligaban en la Jefatura de Gabinete.
Entre las escasas señales virtuales y el silencio, en Balcarce 50 aseguran que no tienen ningún problema con Villarruel. Pero aprovechan cada ocasión para marcarle la cancha. “Victoria sin Javier no existe”, dijo un funcionario para diferenciar el caso del conflicto entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Y deslizaban malestar con la decisión “inconsulta” de la titular del Senado de entregarle a un senador de PRO por Misiones, Enrique Martin Goerling Lara, la presidencia de la Comisión Bicameral de Inteligencia. “No vamos a reconocer un acuerdo que se hizo a espaldas de Javier Milei”, dijeron. Y sugirieron que esa decisión de la vicepresidenta se desprendió de un acuerdo con Mauricio Macri por las autoridades en el Senado. Del otro lado, en cambio, aseguraron que la conformación de cada comisión fue respectivamente consultada y avalada por el Presidente cuando se conformó el famoso bloque de los 39 para neutralizar al kirchnerismo en el inicio del debate de la ley Bases. “En todo caso, los que hablan con Macri son los que están en la Casa Rosada”, lanzaron.
Las declaraciones del senador libertario por Formosa, Francisco Paoltroni, nuevo actor en la novela que se paró del lado de Villarruel, azuzaron el fuego, porque en la Casa Rosada cayó muy mal que criticara al asesor presidencial y consultor en comunicación, Santiago Caputo. “Es muy ingrato que responda de esa manera a quienes lo pusieron en donde está”, dijeron en el círculo íntimo presidencial. En el Senado, en cambio, admitieron que Villarruel estaba “feliz” con esa reacción del legislador. “Al menos habla con nombra y apellido, en lugar de off”, dijeron.
Con todo, en el entorno de la vicepresidenta intentaron mostrarse prescindentes, y no respondieron si está enojada con el Presidente por la desautorización de Karina Milei. Quizá, con el mismo espíritu de que la discusión deje de escalar. De todas formas, no cesará con sus recorridas por el interior del país, ni sus encuentros institucionales. “Victoria va a seguir, ella tiene devoción por los que la votaron para ser vicepresidenta”, sostuvieron.