El jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, rechazó la protesta extorsiva que lleva adelante el sindicato de Camioneros, que lidera Hugo Moyano y dejó la ciudad inundada de basura, y ratificó su decisión de suspender la preadjudicación del millonario negocio del acarreo de grúas de automóviles.
“La decisión de dar de baja la preadjudicación se tomó ya que resultaba muy onerosa para la Ciudad y la ataba a ese contrato durante los próximos 10 años. Esa preadjudicación implicaba una erogación de las arcas públicas de 360 millones de dólares. Además se estipulaba un anticipo de 8 millones de dólares para las empresas y obligaba al Gobierno a pagar el costo de operación aunque no existieran acarreos”, expresó Macri en un comunicado oficial.
En ese sentido, el jefe de gobierno anunció que “ahora, este servicio lo continuará prestando la Ciudad con un costo equivalente a menos de la mitad del valor calculado en ese proceso licitatorio”.
Jorge Macri recordó que en julio de 2022, el Gobierno resolvió terminar con el sistema de acarreo que estaba vigente desde principios de los 90 y convocó a una licitación. A principios de diciembre de 2023, a pocos días de finalizar la anterior gestión, el gobierno de la Ciudad pre adjudicó el sistema de grúas y acarreo a las empresas UTE Ashira-Ecoba, Transporte 9 de Julio y UTE SAEM-Tránsito Rosario.
“El contexto económico actual obligó a la Ciudad a revaluar los costos, optimizar los recursos y mantener los estándares de los servicios. Desde la convocatoria a la licitación en 2022 a la fecha, la Ciudad se hizo cargo del sistema de grúas y acarreo absorbiendo a la totalidad de los empleados y manteniendo su encuadramiento en el gremio de Camioneros. La Ciudad continuará evaluando la mejor forma de contratación para la optimización del servicio”, manifestó.
Una escalada que continúa
Esta mañana, cuando la ciudad de Buenos Aires amaneció con basura desbordando de los tachos y contenedores, el jefe de gobierno porteño habló con los medios en duros y cuestionó sin medias tintas al sindicato por su actitud frente a la ofensiva para que se privatice el negocio de las grúas.
“A nosotros nos quedó una preadjudicación del acarreo en la Ciudad, que cuanto menos amerita ser revisada, carísima; la Ciudad no tiene posibilidad de sostener ese contrato; para mí es escandaloso”, afirmó Jorge Macri y agregó: “No tenemos ningún problema con el gremio de la recolección, con lo cual si se hace mal, culpamos a las empresas. Sí hay un tema con la licitación de grúas de acarreos. Camioneros aprieta donde cree que duele. Les dijimos que garantizábamos el trabajo a los 350 camioneros: entonces no se entiende si defienden a las empresas porque nosotros dimos garantía de estabilidad a los trabajadores”.
En 2022, durante el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta se tomó la decisión de estatizar el sistema de acarreo y 500 trabajadores que respondían a los Moyano en las empresas Dakota y BRD cobraron indemnizaciones de hasta 4 millones de pesos y pasaron a trabajar en la órbita de SBASE, sociedad del Estado porteño que administra los subtes, mientras la operación del servicio quedó en manos de AUSA (Autopistas Urbanas Sociedad Anónima).
Luego, en diciembre de 2023, se produjo la preadjudicación del servicio que el gobierno porteño está revisando: hay tres empresas que quedaron en la recta final en un negocio de 57 mil millones de pesos por 10 años de contrato. Una de las compañías, Ashira-Ecoba SA, está sospechada de tener vínculos con el Sindicato de Camioneros, lo cual explicaría, según funcionarios de la Ciudad, la reacción actual de los Moyano en un área sin conflictos como la de recolección de residuos.
El problema por el sistema de acarreo comenzó hace dos años cuando el gobierno porteño impulsó la estatización del servicio, en medio de una situación irregular porque las dos empresas que se encargaban de las grúas, Dakota y BRD, tenían la concesión vencida hacía 20 años y sólo pagaban $55.000 de canon mensual, aunque recaudaban millones de pesos por día, según reveló una investigación publicada en Infobae que realizaron Iván Ruiz, Mariel Fitz Patrick y Sandra Crucianelli.