Mauricio Macri le pondrá fin este domingo a su periplo por Europa, a donde viajó por asuntos personales y relacionados a su compromiso como presidente de la Fundación FIFA. Llegará a Buenos Aires esta semana con el foco puesto en activar la agenda política del PRO, partido al que preside desde abril. Pretende desplegar una serie de actividades destinadas a mostrar vida partidaria, algo inusual para el PRO: históricamente, funcionó como sello institucional para presentar candidaturas, pero la deliberación por los nombres y el funcionamiento partidario no solían ser algo frecuente. Su liderazgo político marcaba el rumbo.
Desde 2023 eso cambió. La fuerte interna entre Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y el ex Presidente sacudió al PRO. Sumado a la derrota electoral que dejó a Juntos por el Cambio en tercer lugar y afuera del balotaje. Dos temas marcan hoy la agenda del partido. Por un lado, la relación con Javier Milei. Por el otro, el horizonte y el perfil que el PRO adoptará internamente y hacia el exterior.
Son los temas que deambulan por la mente de Macri desde el ocaso del año pasado y durante el primer semestre de 2024. El próximo hito, en ese sentido, será un acto de lanzamiento político del PRO, con la excusa de celebrar su asunción en la presidencia del Consejo Directivo. Será una movida a mediados de agosto en Vicente López, distrito que gobierna Soledad Martínez, intendenta que ejerce la vicepresidencia 1° del partido, ligada a Jorge Macri y un nombre en ascenso dentro del partido.
Para esa actividad, la mesa política del macrismo imagina como lo central un discurso del ex Presidente, que será breve pero contundente. Funcionará como editorial para marcarle la cancha al Gobierno y fijar el rumbo futuro del PRO.
Al mismo tiempo, Macri impulsará una agenda política propia del PRO, mara mostrar autonomía respecto a Milei. Cristian Ritondo, jefe de la bancada de Diputados y presidente del partido en Buenos Aires, ya le hizo saber a Martín Menem y a Guillermo Francos, jefe de Gabinete, el listado de temas que presentarán para debatir en el Congreso en el segundo semestre. Es una agenda que elaboró junto a referentes del bloque como María Eugenia Vidal, Diego Santilli y Alejandro Finnochiaro, hoy cercanos a Macri, y los bullrichistas Damián Arabia, Silvana Giudici y Laura Rodríguez Machado.
Estos movimientos coinciden con una semana que tuvo gestos de distensión en el vínculo entre Macri y Milei. El ex Presidente había salido a marcar diferencias con el Gobierno después de que se aprobó la Ley Bases, que apoyó públicamente. A través de Vidal, difundió un informe de la Fundación Pensar con críticas a la gestión de la Casa Rosada. Luego, acompañó al jefe de Estado a Tucumán, para firmar el Pacto de Mayo, pero en su entorno deslizaron que hubo un “desaire” y “ninguneo” por parte del oficialismo al ex mandatario. Había interrumpido su agenda en Europa para venir exclusivamente a San Miguel de Tucumán. Empero, ni siquiera fue enfocado en la transmisión oficial del evento, algo que hizo rezongar a los macristas.
Pero la semana que pasó sucedieron un par de situaciones que sirvieron para aplacar la tensión. El escándalo con Francia por los cánticos de Enzo Fernández y los jugadores de la Selección Argentina terminaron con la salida de Julio Garro de la subsecretaría de Deportes de la Nación. El funcionario salió a decir que Lionel Messi y Claudio “Chiqui” Tapia debían disculparse por el contenido “racista” de las canciones que se viralizaron. Para Milei fue inconcebible que el Gobierno quede enfrentado al capitán del seleccionado y forzó la expulsión del ex intendente de La Plata. Se trataba del único dirigente que había acercado explícitamente Macri.
Garro tenía como misión principal impulsar las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol, un viejo anhelo de Macri, y gestionar la logística de la delegación nacional en los Juegos Olímpicos. Tras su salida, Milei y el ex Presidente interrumpieron un largo silencio y volvieron a comunicarse. Un intercambio de mensajes sirvió para convenir el sustituto de Garro. Macri propuso el nombre de Diógenes de Urquiza, otrora funcionario suyo, y el Jefe de Estado le dio el visto bueno.
El otro gesto para reconciliar el vínculo con el PRO fue la reunión entre Jorge Macri y Luis Caputo del miércoles pasado, que derivó en la luz verde de Nación para cumplir con el fallo de la Corte Suprema de Justicia y volver a pagar desde agosto lo correspondiente de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires. Era un asunto de especial interés para los Macri, y por el cual el PRO había presionado a La Libertad Avanza desde principios de año. Con un principio de acuerdo, dado que el fondo del litigio aún está pendiente, la situación se calmó. ¿Una tregua política?
Macri reunirá a su equipo político esta semana para delinear sus pasos a seguir. Además de la actividad en Vicente López, tiene previsto asistir a Entre Ríos al relanzamiento de la Fundación Pensar, que con su anuencia preside María Eugenia Vidal. Será un evento con los gobernadores y referentes del partido que servirá para mostrar volumen político y alzar la voz.
La Segunda Fase política también comenzó para el PRO.