No fue una visita más de la CGT a la embajada de Estados Unidos. Tres dirigentes de la central obrera se reunieron este miércoles con Benjamin Cardin, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano, y otros legisladores de ese país, además del embajador Marc Stanley, y en la charla surgió un aval al rol de los sindicatos en la protección de los derechos de los trabajadores y el apoyo de EEUU a la etapa de diálogo que se abrió entre el gobierno de Javier Milei y la CGT.
Del encuentro, realizado en la embajada de EEUU en la Argentina, participaron el secretario adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez (UPCN); el secretario de Relaciones Internacionales, Gerardo Martínez (UOCRA); Maia Volcovinsky (judiciales), por la Secretaría de Derechos Humanos, y la abogada Marta Pujadas. Sus interlocutores norteamericanos fueron, además de Stanley y Cardin, los diputados Steve Cohen, Daniel Goldman, Brad Schneider, Debbie Wasserman Schultz y Steny Hoyer.
Gerardo Martínez contó a Infobae los ejes de la reunión: “Hablamos sobre cuál es el proceso que se da en las relaciones entre el Gobierno y el movimiento sindical, atendiendo que para la administración Biden, y dentro de la plataforma M-Power, los sindicatos son una institución importante en el desarrollo estratégico de la producción, el trabajo y la movilidad ascendente. Ellos sostienen que Estados Unidos logró lo que se llamó en su momento El sueño americano a partir del protagonismo del sindicalismo que generó el desarrollo de las inversiones y una distribución que dio la oportunidad para que la sociedad tuviese buenos ingresos y un bienestar en calidad de vida y en trabajo”.
Según el líder de la UOCRA, la CGT destacó en la charla con los legisladores norteamericanos que en la Argentina “se inauguró un ciclo de buenas relaciones con el Gobierno” y aseguró: “Apostamos que eso se mantenga, que no sea una cuestión circunstancial o discrecional sino parte de una política establecida por parte del Gobierno porque desde la CGT consideramos que ante los problemas graves que se da estructuralmente en la Argentina no hay ninguna administración política que en la soledad pueda resolver esos problemas estructurales”. Y agregó: “Por eso les dijimos que necesitamos un diálogo de concertación, que nos dé perspectiva sobre el desarrollo de lo que queremos en Argentina para salir a navegar en el mar de la globalización y ganar mercado”.
Martínez precisó que “ahora el Gobierno ya tiene ley (en alusión a la Ley Bases) y por lo tanto tiene que empezar a gestionar y a demostrar un plan donde no sólo esté el tema de la inflación, que es importante, sino que también, en el mismo nivel, políticas de ingreso y desarrollo productivo”.
El sector dialoguista de la CGT, que integran Martínez y Rodríguez, mantiene estrechas relaciones con Estados Unidos en general y con el embajador Stanley en particular, a diferencia de los prejuicios ideológicos de la mayoría de los exponentes del moyanismo y del sindicalismo kirchnerista que los lleva a evitar un vínculo demasiado cercano con los representantes del gobierno norteamericano.
En marzo pasado, en medio de la pelea entre Milei y la CGT, el embajador de EEUU se reunió con una delegación de líderes cegetistas y luego publicó en X un mensaje de contenido muy sugestivo: “EEUU sabe que la protección de los derechos de los trabajadores es crucial para la salud de una sociedad democrática y una economía sólida. Tuvimos una excelente conversación nuevamente con @cgtoficialok sobre el importante papel de los sindicatos en la protección de esos derechos”.
Un mes antes, en una entrevista con Luis Novaresio, Stanley elogió las buenas relaciones entre los gobiernos y el sindicalismo, e incluso justificó las acciones gremiales. Al opinar sobre el primer paro general de la CGT contra Milei, dijo que “es algo más que EEUU y la Argentina tenemos en común” y mencionó los paros en la industria automotriz y del cine que se produjeron en Estados Unidos, tras lo cual resaltó: “Una democracia vibrante que tiene sindicatos vibrantes es algo bueno. Es para celebrar que en democracia los sindicatos puedan salir, reunirse públicamente y manifestarse”.
Cardin y los diputados norteamericanos, que están de visita en la Argentina para profundizar las relaciones bilaterales y participar del acto por los 30 años del atentado contra la AMIA, también tuvieron una reunión de trabajo con la canciller Diana Mondino en el Palacio San Martín.