La semana pasada, un grupo de seis diputados nacionales del bloque La Libertad Avanza participó de una recorrida por el penal de Ezeiza y visitó militares detenidos por crímenes cometidos durante la última dictadura, entre los que se encontraba Alfredo Astiz.
La noticia trascendió esta mañana y generó un fuerte cimbronazo en la bancada oficialista. Ante la consulta de Infobae, cerca de Martín Menem aclararon que el presidente de la Cámara de Diputados no estaba al tanto de nada y que se trató “una actividad particular” de un “grupo minoritario de diputados”.
En esa línea, también aclararon que la visita no tenía como objetivo entrevistarse con ex represores específicamente sino “ver las condiciones de vida” de las personas detenidas en general. De hecho, aclararon que algunos diputados que participaron ni siquiera sabían de antemano que entre los detenidos habría ex represores.
Por otro lado, desde la Presidencia de la Cámara negaron categóricamente que se esté evaluando presentar algún proyecto vinculado al beneficio de la prisión domiciliaria para ex represores. Cabe destacar que los condenados a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad permanecen en la cárcel a pesar de tener más de 70 años.
“No es el momento, es un muy mal timing, la pregunta es para qué hacer eso ahora”, lamentaron en el bloque.
No obstante, hubo reclamos en el chat de WhatsApp del bloque, principalmente pidiendo explicaciones a Beltrán Benedit y Lourdes Arrieta, que fueron los organizadores de la actividad. También participaron Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo y Rocio Bonacci. “Hay mucho malestar con esos diputados”, reconoció uno de los legisladores.
Justamente en ese chat el diputado Beltrán reconoció que organizó la visita y le adelantó a sus compañeros que pronto sacaría un comunicado. “Fuimos a ver represores, no. Represión es algo que compete a las fuerzas de seguridad en todo caso, fuimos a ver ex combatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional”, fue parte de la explicación de Benedit a sus compañeros.
En esa línea, remarcó que “no se cumplen los derechos humanos porque quienes fueron parte (terroristas) hoy se erigen en jueces y fallan en función a la venganza, la ideología y el negocio”.
Alfredo Astiz es una de las caras más emblemáticas de la última dictadura. Su apodo era el “Ángel de la Muerte” ya que se infiltró entre los familiares de desaparecidos diciendo que él también era una víctima que buscaba a su hermano. En diciembre de 1977, los represores de la ESMA secuestraron a los miembros de un grupo que se reunía en la Iglesia de la Santa Cruz. Entre las víctimas estaba la líder de de las Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor y las religiosas francesas Alice Domon y Leonie Duquet. Se cree que todos fueron asesinados en los famosos vuelos de la muerte.
Desde la oposición también criticaron a los diputados libertarios que visitaron el penal de Ezeiza. “El gobierno no oculta su simpatía por los genocidas, y además de las conocidas visitas a varios de ellos en la cárcel, ahora buscan favorecer con el beneficio de la prisión domiciliaria a un asesino condenado a perpetua”, publicó el diputado de UxP Eduardo “Wado” de Pedro, hijo de desaparecidos.
“Deberían tener conciencia que visitar a genocidas y la charla amena con quienes violentaron los derechos más básicos de la ciudadanía es una afrenta a víctimas, familiares y a todo el pueblo argentino que decidió hace 40 años vivir en democracia y al amparo de la Constitución”, publicó la UCR en su cuenta de X.