El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, anunció este martes la desregulación para empresas y organizaciones civiles y otras modificaciones en la Inspección General de Justicia. Lo hizo durante una conferencia de prensa realizada en el Salón Héroes de Malvinas de Casa Rosada, donde estuvo acompañado por el subsecretario de Asuntos Registrales, Carlos Eduardo Medina, y el titular de la IGJ, Daniel Vítolo.
Según explicó el funcionario en la presentación, esta nueva norma “simplificará, flexibilizará y regulará los trámites para la Constitución, el funcionamiento, disolución, liquidación de las asociaciones civiles y publicaciones”. Además, buscará constituirse en fomento y promoción de inversiones locales y extranjeras.
“Vamos a dar un paso al cambio del sistema que estamos implementando, que tiene un objetivo muy simple, que es el que construyeron nuestros padres de la patria. Es la libre voluntad de las partes. Es la libertad. Es el discernimiento. Sin implicarse en decisiones que conciernen a los tipos sociales”, dijo Libarona al comienzo de su discurso.
La reforma también habilitará tanto a iglesias, confesiones y comunidades religiosas, como a consorcios de propiedad horizontal con domicilio porteño, a inscribirse voluntariamente en IGJ y contar con libros rubricados. Asimismo, permitirá el acceso a contabilidad regular y libros rubricados a sociedades de hecho y se simplificarán los trámites y constitución, el funcionamiento, disolución y liquidación de Asociaciones Civiles y Fundaciones, y las sociedades constituidas en el país.
Acerca de las modificaciones con las que esta nueva normativa favorecerá a la inversión local, el ministro de Justicia detalló: “Constituye un fuerte impulso para promover las inversiones, tanto locales, como extranjeras. Queremos inventar las bases que ayudarán a la reactivación de la economía, el desarrollo de las acciones y organizaciones de la sociedad civil. No puede haber ningún impulso económico, por más esfuerzo, que haga complaciente ese ritmo de combatir el infringimiento inexistente. Un complejo normativo que lo acompañe, y en eso tratamos precisamente nosotros”.
En este sentido, explicó que se eliminarán las exigencias para contratos asociativos, fideicomisos y transferencias de fondos de comercio, al tiempo que se admitirán los aportes de activos digitales y criptomonedas de las sociedades. “Creemos que hay que modernizar el sistema, utilizar la tecnología, y es parte de la intención inicial. Por eso estamos inventando herramientas que sean aliadas”, señaló.
“También se vienen respuestas efectivas a los sectores de la sociedad que han venido reclamando soluciones a ciertos problemas durante años y nunca obtuvieron respuesta. Se olvidaron de ellos, nosotros los atendemos. Se trata de las iglesias, confesiones, comunidades religiosas, consorcios de propiedad infrontable, con domicilio en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que puedan inscribirse voluntariamente en la IGJ, y poder contar con libros rubricados para tener mayor seguridad jurídica”, continuó Libarona en su explicación sobre la normativa.
Asimismo, se admitirá “la inscripción de sociedades off shore y aquellas constituidas, registradas o incorporadas en países, dominios, jurisdicciones, territorios, estados asociados y regímenes tributarios especiales, considerados no cooperadores a los fines de la transparencia fiscal y/o categorizadas como no colaboradoras en la lucha contra el Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo, pero se dispone la aplicación de un criterio restrictivo al momento de considerar su inscripción reservándose el Organismo la facultad de requerir información complementaria, antes de proceder a la inscripción de las mismas”.
“Esta reforma tiende también a regularizar el régimen de las sociedades por acciones significadas, tan conocidas como S.A.S. Desde su sanción, las S.A.S. han sido adoptadas en buen número para dar efectividades económicas, y eso es justamente lo que queremos promover: el desarrollo, la libertad, la voluntad, el discernimiento, el hombre libre”, subrayó Libarona.
Y concluyó: “Este es un solo paso más hacia el mantenimiento de la burocracia total, ese monstruo diabólico que impide la libertad y, bueno, la voluntad, el poder de decisión libre y el discernimiento. Va a tender al desarrollo de los argentinos, y a que tengamos un país mejor. Señores, esto recién empieza. Vamos por más. Sin duda, por mucho más”.