“Tenemos que unirnos para hacer fuerza”, repiten en Juntos por el Cambio de Santiago del Estero. Es un mensaje para un único destinatario: La Libertad Avanza. Al ver a Gerardo Zamora firmar el Pacto de Mayo con Javier Milei en Tucumán, los referentes opositores locales pusieron la voz en alto para advertir: “Nuestro gobernador nunca va a ayudar al Gobierno, posó para la foto porque tiene miedo de quedar aislado. No quiere convertirse en un blanco de ataques”. En ese contexto, el PRO y la UCR se ilusionan con dar el batacazo el año que viene o, al menos, erosionar el poder del aliado al kirchnerismo en su provincia.
El 2025 para Santiago del Estero será clave: en el Congreso renuevan sus tres senadores y tres diputados, la totalidad de la Legislatura (40 bancas) y deberán elegir un nuevo gobernador, ya que Zamora no puede reelegir. Por estos días hay dudas sobre el posible candidato oficialista: algunos hablan de su esposa Claudia Ledesma Abdala, quien ya ocupó el cargo entre 2013-2017, y otros mencionan al actual vice Carlos Silva Neder. El gobierno provincial mantiene en extrema reserva su táctica para mantener su hegemonía, pero en la oposición no descartan ningún escenario.
De origen radical, Zamora quebró en 2005 40 años del peronismo en el poder para perpetuarse él durante otros 20 años consecutivos. “Su participación en el Pacto de Mayo era esperable, siempre se acomoda al poder de turno”, resaltan algunos santiagueños que lo conocen.
Nadie olvida su participación en la Concertación Plural que lo convirtió en un radical K y, como consecuencia, el Comité local fue intervenido. Medida que se mantiene hasta el día de hoy. Santiago del Estero tiene una dependencia extrema de los fondos que le envía el gobierno nacional. No es casual que a los cinco días de haber asumido Milei el mandatario provincial anunció un ajuste por el periodo de seis meses.
En Juntos por el Cambio remarcan que nunca existieron fuertes críticas de Zamora a Milei porque, incluso, aseguran que trasladó la política “motosierra” a su gestión. En la oposición local reconocen que hay superávit fiscal pero a costa de salarios bajos y medidas de ajuste.
Pero hay datos que ilusionan a Juntos por el Cambio: en 2009 Zamora fue reelecto con el 85% de los votos, en 2013 su esposa se impuso con el 64%, en 2017 Zamora regresó a la Gobernación con el 68% y fue electo en 2021 con el 63% de los votos. Aunque el porcentaje es alto, la oposición cree que el próximo año puede achicar aún más la diferencia. Para eso necesitan que La Libertad Avanza termine de aterrizar formalmente en su provincia. Una tarea que viene desplegando Karina Milei por todo el país.
En La Libertad Avanza mantienen la cautela y, hasta el momento, no dan señales de reciprocidad. Según aclararon a Infobae, “no es momento de hacer alianzas entre los partidos, es algo que se verá en cada caso más cerca de las elecciones”. Sin embargo, entre los referentes locales de Juntos por el Cambio prevalece la ilusión de sumarlos a la pelea contra el liderazgo de Zamora. Confían en que los libertarios santiagueños rechazan profundamente al actual gobernador y, por otro lado, están dispuestos a negociar con el oficialismo nacional.
Según pudo reconstruir este medio, las bancas podrían ser una herramienta de negociación y acercamiento a Milei. En la coalición opositora estarían dispuestos a delegar los lugares de la lista para senadores y diputados nacionales a cambio de fortalecerse en la Legislatura. Hoy sólo tienen cinco representantes de un total de 40 escaños: Gabriel Santillán, Galina Saavedra, Alejandro Parnás, Marilú Gau y Gerardo Floridia.
“Hay una oportunidad grande el año que viene de por lo menos achicar la brecha”, insisten en el radicalismo santiagueño. A diferencia de lo que pasa a nivel nacional, entre el PRO y la UCR existe una buena convivencia que piensan mantener para las próximas elecciones. “Tenemos que armar un frente con los libertarios para polarizar la elección. Enfrentamos a un aparato que siempre logró dividir a la oposición”, agregan en el partido amarillo.
Hay un dato a destacar: Zamora fue uno de los pocos gobernadores que le pudo aportar un triunfo provincial a Sergio Massa en el ballotage. No obstante, aseguran que no será una elección fácil y que el escenario estará también determinado por el clima nacional. Para no darse por vencidos, en Juntos por el Cambio tienen como ejemplos los antecedentes de armados amplios que vencieron a oficialismos fuertes como fue el caso de Leandro Zdero, que le ganó a Jorge Capitanich en Chaco; y Maximiliano Pullaro, que logró unir a toda la oposición en Santa Fe. “Pero acá tenemos que poner a alguien conocido para la Gobernación. Unidos podemos llegar a sacar 40 puntos”, insisten.