Con la consigna “Sin industria argentina no hay empleo”, los sindicatos industriales nucleados en la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (Csira) y los gobernadores que no firmaron el Pacto de Mayo ratificaron su rechazo a la reforma laboral y el conjunto de medidas impulsadas por Javier Milei, como el DNU 70/23, la Ley Bases, el Pacto Fiscal y el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
En la sede del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), los gremialistas presentaron un informe crítico sobre la evolución de la actividad industrial. Allí estuvieron presentes los secretarios generales del sector, junto con los gobernadores de las provincias de Buenos Aires, Axel Kicillof; La Rioja, Ricardo Quintela; Tierra del Fuego, Gustavo Melella y de La Pampa, Sergio Ziliotto.
También asistió el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, el único que había adherido al acto de Milei en Tucumán. El mandatario, que en los últimos años fue aliado de Cristina Kirchner, llamó la atención por su presencia en el lugar, pero fue bienvenida por el resto de los dirigentes.
Según se anunció, todos se convocaron por la preocupación frente a la “pretendida modernización laboral promovida por el gobierno nacional”. Pero, además, para empezar a delinear un sendero ante la caída de la actividad industrial y la destrucción de puestos de trabajo en el sector.
“Empezamos hace seis meses un relevamiento propio para saber cómo está la industria. Los técnicos se reúnen una vez por semana, estamos haciendo un buen laburo. Buscábamos la voz propia”, sostuvo hoy en declaraciones a Radio 10 el titular del Smata, Ricardo Pignanelli.
Según el dirigente sindical, desde hace 4 años buscan “darle una salida a la industria, encarando por el lado del pacto social”. “Lo mismo se hizo en España con el Pacto de la Moncloa, con un acuerdo de precios y salarios. Pero bueno, nos tocó que el modelo está alterado”, remarcó el dirigente sindical, en alusión al cambio de rumbo político con la llegada al gobierno de Javier Milei.
En el informe sectorial presentado por la CSIRA, se destaca el “contexto complejo y recesivo en el que se dieron de baja 330.000 cuentas sueldo”. “La situación económica de las empresas ha empeorado según los datos arrojados por la segunda encuesta realizada a 25 organizaciones sindicales miembros de la Confederación”, apunta el documento.
“El 65% de las empresas consultadas declararon que las caídas de las ventas superan el 15% impactando negativamente sobre los trabajadores, la capacidad productiva y el cumplimiento de las obligaciones. El 40% de las fábricas utiliza 6 de cada 10 máquinas, sólo el 56% puede abonar a sus trabajadores en las fechas establecidas y el 80% de las empresas han tenido despidos por un lado y han realizado acuerdos de retiros voluntarios por el otro, mientras que el 60% señala que sus trabajadores sufrieron algún tipo de suspensión y licenciamiento”, agrega.
En ese marco, los gremios industriales ratificaron que “el DNU 70/23, la Ley Bases, el Pacto Fiscal y el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) llevan a nuestro país a una acelerada disminución industrial de impacto inmediato para las Pymes”. Y pidieron por “un acuerdo entre trabajadores, sindicatos, empresas y Estado que genere los instrumentos necesarios para sostener el empleo y para incorporar a su primer empleo a las próximas generaciones”.
Acerca de este tipo de conversaciones, la CSIRA cuestionó la reforma laboral que impulsa el gobierno libertario y apuntó que “el sector de trabajo y los empresarios han hecho los cambios pertinentes frente a los nuevos desafíos en los convenios colectivos”.
“No es cierto que no se haya privilegiado a los nuevos cambios y adaptaciones por actividad, y sin necesidad de modificar la reglamentación vigente. Prueba de ello son los trabajos por actividad sectorial de los planes estratégicos que han realizado empresas y sindicatos asistidos por Universidades Nacionales, públicas y privadas”, ejemplificaron.
En el marco de la reunión con los gobernadores, Pignanelli destacó que “si hay una salida, es por el lado del trabajo”. “No voy a denostar nunca la riqueza del campo, de la minería, y de la energía con los combustibles, porque son las principales palancas (del país), pero tenemos que darle valor agregado con una industria fuerte”, remarcó.
“Esto es lo que estamos encarando. Necesitamos a la industria como la cuarta palanca, porque después nos vamos a quedar sin riqueza y sin valor agregado”, puntualizó el dirigente sindical.
Tras la realización del encuentro, el titular de SMATA se mostró comprensivo con el gobernador Zamora, una de las llamativas presencias en el acto del Pacto de Mayo. Es que el mandatario siempre se mostró cercano al peronismo durante estos años, y firmó su adhesión a los ejes de reformas que impulsa Javier Milei.
“Conozco a Zamora hace años y lo entiendo. Es un tipo íntegro que reconvirtió a Santiago del Estero, le toca conducir una provincia con pocos recursos. La debe estar pasando mal. Considero así a la mayoría de los gobernadores”, sostuvo Pignanelli durante la entrevista radial.
Por lo pronto, este conjunto de gremios industriales y referentes provinciales ya tienen prevista una próxima reunión. “Vamos a juntarnos dentro de un mes, porque tenemos que actualizarnos”, aseguró el dirigente sindical.