El presidente del bloque Hacemos Coalición Federal (HCF) de la Cámara baja, el diputado Miguel Ángel Pichetto, le envió un mensaje contundente a Javier Milei, que no es nuevo pero adquiere un sentido diferente a partir de la aprobación de la Ley Bases y el consiguiente inicio de la nueva etapa de gobierno, o la fase 2, como la denominó el presidente: “No se puede gobernar con ira”.
La frase la pronunció el diputado peronista en el tradicional almuerzo del Rotary Club de Buenos Aires, a propósito de la traumática discusión que tuvo la Ley Bases en el Congreso, que se aprobó con una mayoría ajustada que se nutrió de los votos del bloque de centro de HCF y de los partidos provinciales. Cuando habló de la ira -uno de los pecados capitales para los cristianos- se refirió a la orden que dio el presidente para retirar la Ley Bases cuando se trató por primera vez en el verano pasado.
“El Congreso actuó con responsabilidad. Le dio instrumentos importantes al Gobierno. No comparto esa mirada ligera que hablan en los medios porque el aire es gratis que la ley es deshilachada, que es una furgoneta, en lugar de una ley ómnibus. Son pavadas. La ley es importante, tiene la estructura de la emergencia y las delegaciones que el Poder Ejecutivo necesita para la etapa que viene, tiene el incentivo para inversiones, que es uno de los hechos más importantes”, afirmó.
Y continuó: “En esta etapa hay que ir a un encuentro razonable con el Poder Ejecutivo y el Congreso no puede ser el centro de la agresión y del ataque. Me parece muy importante que podamos encontrar un camino de construcción común. Hay muchas cosas para hacer. Le hemos demostrado que tenemos voluntad de acompañamiento, de ayudar al Gobierno a que pueda concretar su plan. La ofensa y el ataque no construyen un diálogo armónico en la Argentina”.
Pichetto destacó que después de casi siete meses, se logró sancionar esa norma y el paquete fiscal y, por lo tanto, terminaron los tiempos de las excusas: “El Gobierno tiene los instrumentos. Tiene que usarlos, tiene que reglamentarlos, tiene que generar equipos y recursos humanos -que para mí faltan- para acompañar el proceso de gestión. Me parece que están faltando. Esperemos que esta etapa que viene sea positiva”.
De todos modos, el presidente del bloque HCF brindó otra definición clave ante un salón repleto que lo escuchó con atención. “Tampoco hay que creerse que gobernar es sancionar leyes en el Congreso. Hay que gobernar, hay que tomar decisiones”. En el encuentro con el Rotary Club de Buenos Aires, que preside Jorge González Zuelgaray, el diputado nacional también brindó una explicación sobre los motivos por los cuales no participó de la vigilia previa a la firma del Pacto de Mayo: “No estuve en Tucumán porque hace mucho tiempo que no me gusta ir a lugares de irrelevancia. No teníamos nada que hacer ahí porque la reunión era con los gobernadores. Acompañamos los principios del Acuerdo de Mayo”.
Sturzenegger y la hojarasca
En su discurso ante el Rotary Club, Pichetto evitó cuestionar al flamante ministro Desregulación y Transformación del Estado pero dejó una frase inquietante, en función de la necesidad que tiene el oficialismo de votos para pasar por el tamiz del Congreso. El diputado de Hacemos Coalición Federal sí fue claro sobre “los procesos complejos de mega leyes o leyes ómnibus: “Vamos a ver qué es lo que viene ahora. Aparentemente el ministro va a mandar una nueva mega ley. A mí no me gusta ese modelo. Creo que hay que ir a leyes más temáticas, hay que ir a leyes más cortas, avanzar en los temas y salir de ese modelo. ¿La Ley Hojarasca qué es? ¿Es eliminar en la Argentina todo lo que son leyes que ya no se aplican o algunas se superponen porque leyes son las que sobran en este país?”, planteó.
En las preguntas que le hizo la periodista Clara Mariño tras el discurso que brindó ante los asociados del Rotary Club de Buenos Aires, el diputado se refirió al ingreso de Sturzenegger al Gabinete. “Le voy a hablar de dos llegadas: la de Guillermo Franco a la Jefatura de Gabinete, que me parece un acierto, porque es una figura política de respeto y que respeta. Y en el caso de Federico Sturzenegger, es un hombre técnicamente formado, a veces la visión de él es más rígida, pero vamos a ver cómo compatibiliza su rol en el gabinete con el Ministerio de Economía”.
“Hoy también estamos viendo algunas dificultades que tiene el área económica y me parece que va a ser muy interesante este tema de ver cómo Sturzenegger funciona dentro de las limitaciones del Ministerio de Regulación y cómo interactúa. Ambos (con Caputo) se han prometido que van a funcionar muy bien. Se abrazaron en Tucumán la noche de frío, pero bueno... El futuro es impredecible y es abierto. Hoy la economía tiene dificultades”, afirmó Pichetto.
Diplomacia, migraciones y algo más
El diputado también habló de manera crítica sobre el rumbo de la política exterior del gobierno de Milei, sobre la inmigración y sobre su lugar en 2025, en las elecciones de medio término. “Veo con preocupación el rumbo de la política exterior. También la relación con China y no entiendo la ausencia de Milei en la Cumbre del Mercosur, no la comparto. Me parece que hubiera sido importante que el Presidente fuera a Paraguay, por encima de la diferencia que tiene con Lula desde el punto de vista ideológico, político. Lo que importa siempre son los intereses nacionales en política exterior. El interés de la Argentina y los principios también de no intromisión que son parte de una cultura de la Cancillería argentina a lo largo del tiempo”, afirmó.
En tanto, ratificó su “visión crítica respecto a la política estúpida de la Argentina en términos migratorios. Paraguay es un país extraordinario, todos ponderan la macro paraguaya y dicen ¡qué bien, qué ordenada que está! Pero hay un modelo de concentración de la riqueza en el 5 al 8% y el resto es pobre. Y siempre está la Argentina que se ocupa de la política sanitaria, de la educación, de darle un plan”, manifestó Pichetto.
“Todo el modelo migratorio que ha nutrido la Argentina en los últimos 40 años ha sido un proceso de acumulación de pobres del esquema latinoamericano que nos circunda. Basta ver el fenómeno de lo que es la provincia de Buenos Aires, la principal provincia de la Argentina. La consolidación de la estructura de la pobreza -especialmente en la mega cabeza, donde vive más de de la mitad de la población de la República Argentina- tiene que ver con una migración que de los países que nos circundan”, consideró.
Al ser consultado sobre su lugar el próximo año electoral, Pichetto respondió: “El lugar de la democracia, de un centro nacional democrático. Nunca me gustaron los extremos. Creo que la experiencia del kirchnerismo está agotada y ahora están siendo la resistencia no se sabe a qué. Me interesa contribuir a la consolidación de un centro democrático nacional que interactúe en el sistema político. Y mantener también una visión de espíritu crítico, no de crítica destructiva, sino de espíritu crítico. Lo que está bien apoyarlo y lo que no nos convence poder decir que no estamos de acuerdo”.
El presidente del bloque de Hacemos Coalición Federal dejó una frase que puede servir como conclusión sobre su lugar. Es uno de los pocos dirigentes peronistas a los que Javier Milei escucha. En un pasaje de su presentación en un hotel ubicado a metros de Córdoba y Florida, afirmó: “El presidente utilizó la palabra buenista, una palabra que yo había incorporado ya con anterioridad. Como decía Borges, el plagio es una forma de homenaje”.