La CGT dio un paso importante en las últimas horas: explicitó que quiere abrir una instancia de diálogo con el Gobierno y, al mismo tiempo, puso en suspenso la reanudación de su plan de lucha, que ya acumuló 3 movilizaciones y 2 paros generales en apenas 7 meses de gestión de Javier Milei.
¿Qué reclamos llevará a la audiencia con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, que se realizaría el martes próximo, tal como se aprobó este miércoles en la reunión de la mesa chica cegetista? “Nuestra agenda incluye, por un lado, la idea de constituir una mesa de negociación para reglamentar el capítulo laboral de la Ley Bases y, por otra parte, decirle al Gobierno que es importante bajar la inflación, pero no alcanza: queremos una política de ingresos y un plan de producción y trabajo”, afirmó a Infobae el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez (UOCRA).
Según el sindicalista, harán un planteo inicial a Cordero: “Queremos decirles a los 4 vientos que ya tienen ley y que a partir de ahora, como voz de la demanda y expresando nuestra solidaridad con la sociedad civil, queremos un presidente que garantice las tres G: gobierno, gobernanza y gobernabilidad. Y en ese contexto, todos necesitamos conocer un plan de gobierno”.
“Basta de relato y de reels -pidió el jefe de la UOCRA. Ahora, manos a la obra a la gestión. Es más que importante que evitemos una crisis mayor desde lo sociolaboral y lo alimentario. Debemos pre-ocuparnos (SIC). La CGT observa que llegará un momento en que se agotará la paciencia de la sociedad. Si el ajuste es con más ajuste sobre el pueblo, la ley de la gravedad es insoslayable”.
Por el lado gubernamental, cerca de Cordero se mostraron entusiasmados con el pedido de audiencia de la CGT ya que el secretario de Trabajo venía conversando informalmente acerca de una reunión con sindicalistas y empresas para inaugurar el diálogo social y consensuar políticas en temas concretos como la creación de empleo y la erradicación de la violencia y del acoso en el trabajo.
Como anticipó Infobae, Cordero quiere que en esa mesa de diálogo participe la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como garante de las negociaciones. Al hablar a mediados de junio en la conferencia anual de ese organismo realizada en Ginebra, Suiza, el funcionario libertario dijo: “Abriremos nuevos espacios y cursos de diálogo social entre empresarios, trabajadores y gobierno”. Y aseguró que “el tránsito a un modelo de libertad y prosperidad sólo es posible con el encuentro de todos en el marco de un diálogo social participativo, colaborativo e institucionalizado”.
En el mismo ámbito de la OIT, Gerardo Martínez, del ala dialoguista de la CGT, insistió en sus duras críticas contra el Gobierno, pero también dio señales conciliadoras hacia la administración que encabeza Milei: “Seguimos apostando a una agenda de diálogo”, sostuvo, tras lo cual advirtió que “ninguna fuerza política podrá resolver los problemas estructurales en soledad”.
Cordero ofrecerá a la CGT, entre otros puntos, una negociación sobre el decreto reglamentario de la reforma laboral incluida en la Ley Bases: aunque logró que se recortaran 42 artículos que rechazaba, al sindicalismo le preocupa el que crea la figura de “trabajador independiente” que puede tener a su cargo hasta otros 3 trabajadores autónomos para llevar adelante un emprendimiento productivo. El ex abogado de Techint acepta atenuar los efectos “desprotectores de los derechos laborales” que critican los dirigentes cegetistas a través de la reglamentación de la Ley Bases. Incluso ya recibió una propuesta en ese sentido por parte del abogado de un gremio poderoso del sector de servicios.
Como muestra de buena voluntad hacia el Gobierno, la mesa chica de la CGT decidió hace 24 horas no presentarse ante la Justicia para impugnar el capítulo laboral de la Ley Bases y la restitución del Impuesto a las Ganancias, aunque apoyará y asistirá todos los reclamos que impulse cada sindicato a nivel individual. Otro gesto fue contener a los sectores más duros para postergar la continuidad del plan de lucha: se convocó a una reunión del Consejo Directivo de la CGT recién para el 25 de julio, lo que permitirá dos semanas de negociaciones con Cordero antes de decidir nuevas protestas.
Otro logro de los dialoguistas también fue que Pablo Moyano y el sindicalismo kirchnerista aceptaran el diálogo con el Gobierno, aunque el dirigente de Camioneros avisó que no concurrirá a la audiencia con Cordero y ratificó que su sindicato impugnará el Impuesto a las Ganancias ante la Justicia y que promoverá una movilización al Palacio de Tribunales cuando haga la presentación.
Entre los más opositores al Gobierno están seguros de que la situación socioeconómica empeorará y para fines de mes habrá más consenso interno en la CGT para avanzar hacia otra medida de fuerza. Por el contrario, los dialoguistas apuestan a que la reunión con Cordero sea una instancia clave para negociar los temas que preocupan al sindicalismo y evitar así concretar un nuevo paro general.
Hay una preocupación de la CGT que no está bajo la órbita de la Secretaría de Trabajo: la aguda crisis financiera de las obras sociales. Ese tema se instaló en la reunión de la mesa chica cegetista, donde se cuestionó la falta de respuesta del Gobierno a los reclamos por ese punto y se apuntó a una resolución de la Superintendencia de Servicios de Salud, publicada en el Boletín Oficial, que establece que los aportes al Fondo Solidario de Redistribución ahora serán iguales para todos los agentes del Sistema Nacional del Seguro de Salud, para lo cual se estableció una contribución uniforme del 15% para obras sociales sindicales, las obras sociales de dirección y las prepagas.
“La resolución es perjudicial para nosotros porque las obras sociales de dirección, como OSDE y ASE, pagarán el 15% al Fondo Solidario en lugar del 20%, mientras que las prepagas también pagarán el 15% y no el 20% como estaba en el DNU y las liberaron de pagar sobre los planes superadores”, protestaron desde la CGT. Eso provocará, según alertaron, que “en definitiva bajarán los subsidios SUMA y SUMARTE y el Fondo no tendrá nada para los reintegros de alta complejidad”.