El Gobierno nacional aprovechó el Día de la Independencia para mostrar un cambio de época respecto a las Fuerzas Armadas. El acto realizado ayer en la Ciudad de Buenos Aires, al que asistieron miles de personas que se acercaron a presenciar el evento, significó el regreso del tradicional desfile militar, que no se realizaba desde el Gobierno de Mauricio Macri.
Claro que la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles porteñas también provocó críticas de sectores kirchneristas y de izquierda, algunos de los cuales incluso lo vincularon con la última dictadura militar.
Ante eso, desde el Gobierno calificaron hoy como “fabuloso” el desfile, adelantaron que lo repetirán todos los años y apuntaron con el sector “al que evidentemente le asusta los tanques”.
“Nos pareció absolutamente fabuloso. Fue sensacional lo que pasó. Ayer veía otros festejos de 9 de julio donde había grupos musicales que no condicen mucho con la historia argentina, o el canto de la marcha peronista, que por ahí son cosas muy simpáticas, pero uno recordó ayer cómo se olvidó el 9 de julio como el Día de la Independencia durante mucho tiempo”, aseguró hoy el vocero presidencial, Manuel Adorni.
En su habitual conferencia de prensa, el portavoz aseguró que “a las FFAA se las ha invisibilizado durante muchos años, el kirchnerismo tuvo mucho que ver con esto”, y recordó que el último desfile “se hizo durante el Gobierno de Macri”. Fue ahí cuando apuntó a las críticas que recibieron desde algunos sectores.
“Ayer hubo gente relacionada al kirchnerismo que hablaba de la vuelta de los años ‘70, de la vuelta de Videla, del proceso militar y de no sé cuántas pavadas más. Hay un sector al que evidentemente le asusta ver un tanque o ver un uniforme. Tenemos que dejar de lado el creer que las fuerzas armadas o las fuerzas de seguridad en general son mala palabra, todo lo contrario”, aseguró.
“Al ver todo eso, desde los combatientes de Malvinas hasta la última persona que ha desfilado, incluso los tanques, los helicópteros, los aviones. Hubo un sentimiento muy fuerte patriótico en todos los que estuvimos presentes ahí. A todos les ha gustado y todos se han sentido satisfechos con haberlas vuelto a poner en valor a las Fuerzas Armadas”, añadió.
Adorni también adelantó que repetirán los desfiles militares en los próximos años, e insistió en su valoración con las Fuerzas Armadas: “No estamos dispuestos a hacer lo que hacían en otros Gobiernos que era denostarlas y vincularlas solo con el proceso militar, que además ocurrió hace más de 40 años. Pena por aquellos que relacionan episodios que no se pueden relacionar unos con otros. Estamos orgullosos de lo que pasó aquel y se va a repetir todos los años y cada vez que podamos poner en valor a las Fuerzas, lo vamos a hacer. Quedó atrás esto de la grieta entre las fuerzas y el resto de los argentinos”, subrayó.
Ayer, el presidente Javier Milei, acompañado por la vicepresidenta Victoria Villarruel y todo el Gabinete nacional, participaron de la celebración por el Día de la Independencia, que tuvo como evento central el desfile militar sobre la avenida del Libertador.
De la celebración patria formaron parte 62 aviones que a partir de las 11 realizaron un sobrevuelo sobre la Ciudad de Buenos Aires; tanques, blindados M113, y otros vehículos del Ejército y la Marina. También cinco embarcaciones de la Armada que integran el Poder Naval Integrado que estarán apostadas en dársenas del Puerto Nuevo para ser visitadas por el público. Desfilaron unos 350 caballos de los regimientos históricos y canes. Encabezaron el desfile los Veteranos de Guerra de Malvinas, que llegaron de la mayoría de las provincias y protagonizaron uno de los momentos más emotivos de la jornada.
En el acto desfilaron unos 7000 mil efectivos y se movilizaron blindados, motos, camiones y camionetas con capacidad misilística.
En la previa del desfile Militar, Milei, Villarruel y el gabinete de ministros participaron del Tedeum que se desarrolló en la Catedral Metropolitana. La ceremonia religiosa estuvo a cargo del arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge García Cuerva.
“Señor Jesús, muchos argentinos están haciendo un esfuerzo enorme, un esfuerzo que conmueve, un esfuerzo esperanzador. No permitas que lo cascoteemos con intereses mezquinos, con la voracidad del poder por el poder mismo, con conductas reprochables que sólo demuestran que a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie. No hipotequemos el futuro”, dijo García Cuerva durante la celebración religiosa.
Además, el arzobispo dijo que “demasiadas cosas ya hicimos mal en el pasado del que nadie se hace cargo, aunque el resultado es que en Argentina seis de cada diez chicos son pobres; niños con hambre revolviendo basura, chicos no escolarizados, o con una instrucción demasiado básica, no pudiendo leer de corrido o interpretar un texto”.