El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, finalmente envió a la Legislatura provincial el proyecto de Ley de Góndolas para el territorio bonaerense, tras lo que había sido la derogación de la norma a nivel nacional impuesta a principios de años por el DNU 70/24.
Hace tiempo que el mandatario provincial venía planteando la necesidad de avanzar con una normativa de estas características para darle espacio a las micro, pequeñas y medianas empresas en las góndolas físicas y virtuales tanto en grandes comercios como en los llamados de cercanía. Este martes, el texto ingresó al Senado bonaerense.
Básicamente lo que plantea es “fomentar la competencia en góndolas bonaerenses”. El objetivo es “la promoción y fortalecimiento de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la provincia de Buenos Aires, potenciar su crecimiento y brindar un marco normativo que garantice la venta de los productos regionales mediante un sistema equitativo de comercialización”. Todo -sostiene el texto que ahora se empezará a discutir en la Legislatura- en un marco de concentración oligopólica y alcanza a establecimientos “dedicados a la comercialización mayorista y/o minorista de alimentos, bebidas, productos de higiene personal y de limpieza del hogar”, que pertenezcan a una cadena comercial o bien que cuente con una superficie destinada a comercialización mayor a 300 m2 y/o tenga dos o más líneas de cajas.
Este miércoles, Kicillof encabezó el cierre del segundo Congreso Productivo Bonaerense. En la actividad, que se llevó adelante en Mar del Plata, defendió el rol del Estado. Planteó que “somos el corazón productivo de la Provincia, para la producción, para el trabajo, el Estado no es algo optativo. Esa idea absurda, minoritaria, que podría haber un sistema productivo, un capitalismo sin Estado es absolutamente absurdo como lo es la pretensión de destruir al Estado”. También cruzó al presidente Javier Milei al remarcar “como provincia productiva y de tanta envergadura productiva no he visto a nadie que haya dicho ‘quiero menos Estado’. Cuando uno recorre la provincia, los empresarios dicen ‘necesitamos más rutas, más educación, más conectividad’ y eso lo da el Estado”.
La Ley de Góndolas que presentó el Ejecutivo bonaerense había sido adelantada a algunos sectores productivos de la provincia. A principios de año, Kicillof junto a los ministros de Producción, Augusto Costa; de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez y Trabajo, Walter Correa mantuvieron con las cámaras argentinas de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM) y de Supermercados (CAS); la Cámara provincial de Supermercados y Autoservicios (CAPSA); la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) y de Entidades de Autoservicistas Almaceneros, Supermercadistas y Polirrubros de Buenos Aires (FABA); las asociaciones de Supermercados Argentinos (ASU) y de Colaboración Empresaria (ACEs). Allí se planteó la idea de ir hacia una normativa donde el Estado intervenga sobre las góndolas para lograr mayor competitividad. Incluso, la iniciativa propone la implementación del isologo “Producción Bonaerense”, cuando se trate de productos elaborados por proveedores MiPyME bonaerenses.
Ahora el Ejecutivo espera un gesto de la Legislatura. En algunos temas, la negociación con la oposición por momentos avanza, luego se frena y luego vuelve a activarse. Por ejemplo, lo que sucede con la creación de las Sociedades Anónimas con participación estatal, para abordar temas de salud es una muestra. Kicillof había mandado dos proyectos a la Cámara de Diputados: uno para crear una empresa de emergencias y otro para crear un laboratorio de producción de medicamentos. El primero podría tratarse la semana que viene, tras varias idas y vueltas. Para el proyecto de la creación de un laboratorio propio no hay fecha estipulada.
En la Legislatura bonaerense el diálogo oficialismo-oposición existe, pero está bastante atado a la coyuntura política. En el Senado que preside la vicegobernadora Verónica Magario, Unión por la Patria tiene 21 bancas de un total de 46. En cada proyecto que busque sacar el peronismo precisa indefectiblemente de cierto acompañamiento de algún bloque de la oposición como ocurrió por ejemplo en la última sesión de la Cámara Alta cuando se votó la prestación de pliegos para ocupar cargos judiciales.
Tiene a su favor que los bloques no oficialistas están atomizados. Hay seis bancadas repartidas entre la UCR, el PRO y los libertarios, aunque en algunos temas se mantienen juntos como ocurrió hasta el momento con el proyecto que actualiza indemnizaciones por despidos; que no se mueve de la comisión de Trabajo pese a que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados.
Con la Ley de Góndolas, el peronismo podría pedir colaboración al bloque PRO. Por caso, la ex gobernadora María Eugenia Vidal también había presentado una Ley de Góndolas para la provincia de Buenos Aires. Fue a principios del 2019 y tiene características bastante similares al texto que giró Kicillof días atrás. Incluía sanciones y hasta decomiso de productos y mercadería. Aquella iniciativa nunca prosperó.