Luego de que Vicente Ventura Barreiro haya sido desplazado de su cargo, el Gobierno nacional oficializó la designación de Alejandra Monteoliva como la nueva secretaria de Seguridad, de la cartera comandada por Patricia Bullrich.
A través decreto 566/2024, publicado esta madrugada en el Boletín Oficial, el Ejecutivo aceptó la renuncia de Ventura Barreiro, a partir del 22 de junio. Su salida del Ministerio de Seguridad se dio en el marco de la denuncia presentada en su contra por Bullrich ante la Oficina Anticorrupción (OA), en la que se lo acusa de haber intentado interferir en un proceso licitatorio de comidas para los internos de las prisiones federales.
En ese sentido, mediante la misma normativa, nombraron como nueva secretaria de Seguridad a la magíster Alejandra Susana Monteoliva, quien asumió el cargo el lunes pasado.
Según alega el informe presentado en contra de Ventura Barrieiro, al que tuvo acceso Infobae, el antiguo funcionario habría preguntado días atrás a las autoridades del Servicio Penitenciario Federal —a cargo de Fernando Martínez— “por las licitaciones de comidas para los internos de las prisiones federales”.
Además, la denuncia plantea que “le dijo también que él no era ‘policía de policías’ y que estaba interesado en saber cómo iban a estar redactados los pliegos de la licitación de comidas para las cárceles federales. También le preguntó por la readecuación de precios de las adquisiciones ya realizadas, que se manejan por el sistema de ‘legítimo abono’”.
A lo largo de su declaración, Martínez relató que hubo cierto ofrecimiento económico por parte de Ventura Barreiro, quien además solicitó los pliegos de los alimentos para, en cuestión de dos horas, enviarle nuevos pliegos con correcciones. “El declarante manifiesta que en ese momento advirtió que ese pliego necesariamente debía estar redactado por una empresa, ya que en dos horas no se podía haber realizado esas observaciones, coincidentes con los pliegos anteriores”, consta en el escrito.
Al informar lo que sucedía, la investigación interna contra el antiguo funcionario derivó luego en la presentación realizada ante la Oficina Anticorrupción.
Luego de que se hiciera pública la salida de Ventura Barreiro, la ministra de Seguridad anunció que Alejandra Monteoliva será su mano derecha en la gestión de la cartera. Con mucho valor, se suma a continuar la lucha contra el narcoterrorismo, las organizaciones criminales y asegurar el imperio de la ley y el orden”, escribió la ministra a través de su cuenta de X (ex Twitter)
“Alejandra es la persona adecuada para este tiempo histórico de cambio de paradigma en seguridad que nos toca enfrentar. De probada experiencia como consultora en seguridad en países como Honduras y El Salvador, donde trabajó en el exitoso Modelo Bukele; y en gestión, tanto en Colombia como en nuestro país, donde me acompañó en mi anterior gestión como ministra de Seguridad, tendrá la enorme responsabilidad de colaborar en la seguridad de Argentina, cuidando en cada rincón del país a los argentinos de bien”, añadió Bullrich.
En ese sentido, continuó: “Monteoliva es discípula del General (Oscar) Naranjo (Trujillo) en Colombia, fue secuestrada por la guerrilla, y se desempeñó como ministra de Córdoba. Además, tiene una destacada trayectoria como directora de Operaciones en el Ministerio de Seguridad de la Nación durante cuatro años y, en los últimos años, trabajó como consultora en seguridad en Honduras y El Salvador”.
Horas después del anuncio, la nueva secretaria de Seguridad expresó: “Los que nos dedicamos en la seguridad sabemos que estos lugares nunca son fáciles. En mi caso llevo muchos años que en el tema, casi 30 años. Uno sabe que estos lugares son complejos, son difíciles, yo siempre lo llamo la silla caliente de la seguridad”, en un diálogo con radio Continental.
Con respecto a los desafíos que enfrentará en su nuevo cargo, señaló que hará frente “a dinámicas delictivas, que eso es cambiante; la necesidad de estar siempre antes del delito es cada vez mayor y cada vez mucho más difícil frente estas dinámicas de criminalidad que nos afecta de manera trasnacional, ya no hay posibilidad de solución en solitario”.