Mauricio Macri y Patricia Bullrich fueron el uno para el otro hasta el 13 de agosto de 2023. El ex presidente hizo todo para que la dirigente le ganara la PASO de Juntos por el Cambio a Horacio Rodríguez Larreta. Inclinó la balanza hasta donde tuvo margen para horadar al ex jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y terció para la tribu bullrichista. Pero esa noche la química entre ambos entró en un fango. La otrora candidata presidencial sintió que el ingeniero daba signos de coqueteos con Javier Milei, la sorpresa de las elecciones primarias. La sociedad política se sostuvo hasta el balotaje. Ambos acordaron apoyar al líder de La Libertad Avanza en contra de Sergio Massa. El libertario se convirtió en Presidente y la relación Macri-Bullrich cambió para siempre.
Desde entonces, la historia es conocida. Bullrich avanzó por su cuenta y en contra de la decisión de Macri para aceptar el ofrecimiento de Milei: volver a ser ministra de Seguridad de la Nación. Cerró un acuerdo político por su lado y el macrismo consideró que “se cortó sola”. Desde entonces, el vínculo entre el ex mandatario y la ministra es distancia, frío y silencio.
Bullrich empezó a disputar poder dentro del PRO para desafiar el liderazgo de Macri. Se mueve desde el 10 de diciembre para que el partido amarillo se fusione con La Libertad Avanza. El ex jefe de Estado se alertó de esos movimientos y actuó en consecuencia. En abril asumió como titular del partido para frenar la voluntad de la ministra de Seguridad y resguardad su sello institucional.
En el armado de listas para renovar autoridades del PRO nacional hubo un principio de acuerdo. Macri pactó con Bullrich para ser él presidente del Consejo Directivo, lugar de conducción partidaria, quedarse con la mayoría de los lugares de la lista, y cederle a ella la presidencia de la Asamblea. Se trata del órgano que define las alianzas electorales.
La elección para designar al presidente de la Asamblea será este jueves. Pero la interna en el PRO fue a fondo y el pacto estalló por los aires. Macri movió fichas para bloquear el desembarco de Bullrich. La correrá de la Asamblea dejándola virtualmente afuera del partido. En su lugar, impulsará a Martín Yeza, diputado nacional de su círculo y ligado a Cristian Ritondo.
De hecho, este mediodía recibió en su oficina de Vicente López a un grupo de dirigentes de La Generación, organización de dirigentes jóvenes del PRO. Participaron el propio Yeza, Sergio Siciliano, legislador porteño, Federico Ballán, María Pía Delneri, Marian Monguzzi, Sol Battini, Sebastián Perdono y Emanuel Gainza.
El entorno político de Bullrich conoce esa jugada. Tienen presente que el macrismo controla la mayoría de los 216 integrantes titulares de la Asamblea y que no podrán impedirlo. Ese órgano está constituido por representantes de todas las provincias, según la cantidad de afiliados de cada distrito.
En la víspera a la elección del presidente de la Asamblea, Infobae supo que Macri recibirá mañana a la noche a la mayoría de los asambleístas para compartir una comida y dialogar sobre la vida partidaria. Un gesto de cortesía para garantizarse el respaldo político interno.
Lo de este jueves marcará un punto de inflexión en la relación de Macri con Milei. El ex presidente desea que al Gobierno “le vaya bien”. Apoyó inclaudicablemente la Ley Bases y arengó a los bloques del PRO para que contribuyan con el oficialismo en la sanción de ese proyecto.
Sin embargo, empezará a subir el perfil y saldrá a marcar diferencias públicas con el Gobierno, siempre que lo considere prudente. Busca fortalecer la identidad del PRO y despegarlo de Milei. Es algo que inquieta a Bullrich y sus seguidores, quienes consideran que el Jefe de Estado encarna el liderazgo de esta etapa política. La ministra asume que su partido comparte electorado con los libertarios y que una fusión es necesaria para evitar otro fiasco político en 2025.
Un primer indicio en ese sentido fue el informe que ayer difundió la Fundación Pensar, think tank del PRO. Como anticipó Infobae, el organismo que preside María Eugenia Vidal con el respaldo de Macri emitió un documento que apoyó el rumbo económico de Milei, pero señaló críticas a la gestión, la situación de la actividad económica y el comienzo legislativo del Gobierno.
“Hay más interrogantes que certezas”, señala el documento firmado por el ex mandatario y María Eugenia Vidal. “Se realiza una evaluación de los avances de la gestión del macroeconómico presidente Milei en el ordenamiento macro y la reducción de la inflación, así como de los efectos negativos de ese proceso: la caída de la actividad, el empleo y los ingresos”, detalla el artículo en la introducción.
Macri coincide en el sendero fiscal que ejecuta Luis Caputo, ministro de Economía. En el PRO entienden que es “esencial” un “equilibrio” en las cuentas públicas. Pero, rápidamente, apunta a los números de la actividad económica durante la Fase 1 del Gobierno y dispara: “El ordenamiento duele”. En el segundo apartado, el informe de la Fundación que preside Vidal sostiene: “La actividad y el empleo siguen cayendo y aún no logran recuperarse. Los ingresos no logran ganarle a la inflación acumulada y arrastra al consumo”.