El gobierno de Arce citó al embajador argentino en Bolivia y le alertó que “no permitirá la intrusión en asuntos internos”

La cancillería boliviana convocó a Marcelo Massoni, representante diplomático en La Paz, y le expresó el rechazo a las declaraciones del presidente Javier Milei sobre el supuesto alzamiento militar

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Marcelo Adrián Massoni en una foto de archivo, al momento de presentar sus cartas credenciales como embajador argentino (@EmbaArgBolivia)
Marcelo Adrián Massoni en una foto de archivo, al momento de presentar sus cartas credenciales como embajador argentino (@EmbaArgBolivia)

En un nuevo capítulo de la tensión diplomática entre Bolivia y Argentina, el gobierno de Luis Arce Catacora convocó ayer al embajador argentino en La Paz, Marcelo Massoni, para expresarle su rechazo a las declaraciones “agresivas” del presidente Javier Milei sobre el fallido alzamiento militar, en el texto que tildó de “falsa denuncia” el golpe de Estado.

La canciller interina del Estado Plurinacional de Bolivia, María Nela Prada Tejada, se reunió este lunes con Massoni “para manifestar transmitir la molestia del Gobierno boliviano por las declaraciones emitidas el día 30 de junio de 2024 por la Oficina del Presidente de la República Argentina (OPRA)”.

Según se informó en un comunicado oficial, el ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia “transmitió el rechazo enérgico a cada uno de los puntos mencionados en el comunicado”. Al mismo tiempo, advirtió que “no permitirá actos de injerencia e intromisión en asuntos internos, y exigió el respeto a la soberanía y autodeterminación del pueblo boliviano, de conformidad a la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional”.

Se trata de la segunda comunicación de esta índole del gobierno boliviano, que ya está en un abierto conflicto diplomático con Milei. En otra típica de señal de protesta diplomática, “llamó a consultas” a su embajador en Buenos Aires, Ramiro Tapia, como una advertencia por las “inamistosas y temerarias” declaraciones del gobierno libertario.

Fuerzas armadas de Bolivia se movilizaron en el centro de La Paz. El presidente Luis Arce denunció un intento de golpe de Estado el pasado 26 de junio (REUTERS TV)
Fuerzas armadas de Bolivia se movilizaron en el centro de La Paz. El presidente Luis Arce denunció un intento de golpe de Estado el pasado 26 de junio (REUTERS TV)

El comunicado de Milei que desató la polémica

El enfrentamiento en la relación bilateral surgió a pocos días de que estallara la crisis política interna que está sumergida Bolivia. El miércoles pasado, unidades militares el miércoles se movilizaron a La Paz para desafiar al poder de Luis Arce. El entonces jefe del Ejército, Juan José Zúñiga, reunió tropas en la plaza principal de La Paz y embistió la puerta del palacio oficial, con un vehículo blindado.

El intento fue neutralizado por las autoridades instituidas legalmente. Los jefes militares Juan José Zúñiga y Juan Arnez Salvador terminaron arrestados como acusados de encabezar la intentona. Ambos podrían enfrentar penas de prisión de entre 15 y 30 años. En total 17 personas han sido detenidas.

Fotografía de archivo del presidente de Argentina, Javier Milei. EFE/EPA/Martin Divisek
Fotografía de archivo del presidente de Argentina, Javier Milei. EFE/EPA/Martin Divisek

Pocos días después de ese incidente, mientras la tensión en Bolivia aún seguía latente, el gobierno de Javier Milei se desmarcó del apoyo internacional que recibió su par Arce ante la sublevación militar. En la previa, hubo voces opositoras que criticaron a La Libertad Avanza (LLA) por no pronunciarse inmediatamente contra el intento de golpe.

En un comunicado oficial del 30 de junio, el gobierno argentino repudió la “falsa denuncia” de golpe de Estado en Bolivia contra Arce y lo calificó como “fraudulento”, al citar “informes de inteligencia”. Fue después que el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales -quien está en una pelea encarnizada con Arce- expresó sus dudas sobre el levantamiento militar y lo calificara de “autogolpe”. El ex jefe militar, Juan José Zúñiga, también dijo que se movilizó por instrucción del presidente.

En ese marco, Milei dijo que el “relato” oficial del gobierno de Bolivia “era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto socio-político del país latinoamericano”, al destacar que en el país vecino, el partido gobernante “controla el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, el Poder Judicial y las fuerzas armadas”.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, suma tensión diplomática con el gobierno argentino (EFE/ Luis Gandarillas)
El presidente de Bolivia, Luis Arce, suma tensión diplomática con el gobierno argentino (EFE/ Luis Gandarillas)

En el mismo texto, la dependencia que oficia de portavoz de Javier Milei caracterizó que “hace tiempo que la democracia boliviana está en peligro” pero “no por un golpe de estado, sino porque históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras” y puso como ejemplos a “Cuba, Venezuela, Nicaragua y Corea del Norte”. Y denunció que en Bolivia “hay más de 200 presos políticos, incluida la ex presidenta interina Jeanine Áñez Chávez y el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho Vaca”.

Con esa comunicación, la gestión libertaria sumó tensión con otro país en sus relaciones exteriores, luego de las diferencias diplomáticas experimentadas con Brasil, China, España, México y Colombia, todas naciones con gobiernos de un sesgo ideológico diferente al del Milei.

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