Como resultado de más de 12 horas de debate en la Cámara de Diputados, el Gobierno nacional consiguió aprobar la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos y el paquete de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes. A lo largo de la jornada, varios de los legisladores estuvieron en el centro de la atención por haber protagonizado discusiones acaloradas e, incluso, por algunas llamativas intervenciones.
Las iniciativas enviadas por el Poder Ejecutivo dividieron en dos aguas a los integrantes de la Cámara Baja, hasta que el oficialismo llegó al consenso tras una serie de acuerdos. Sin embargo, los recortes y modificaciones que sufrió el texto original no fueron sinónimo de que las asperezas entre el Gobierno y el resto de los bloques que acompañaron las medidas hayan sido limadas.
De hecho, el diputado de Hacemos Coalición Federal, Nicolás Massot, expuso sus diferencias con el presidente Javier Milei respecto del proyecto de ley que busca modificar la fórmula de movilidad jubilatoria actual. Luego de que la iniciativa consiguiera la media sanción en Diputados, el jefe de Estado anticipó que vetaría la medida si ésta conseguía ser aprobada por el Senado.
“Es muy importante que el Gobierno entienda que acá no hay nadie buscando eso, que hay honestidad intelectual, que se baje de la amenaza del veto, presidente”, aconsejó el economista al advertir que el bloqueo podría generar malestar tanto en Diputados como en Senadores. Incluso, advirtió que el veto podría comprometer al plan fiscal que se busca implementar.
En este sentido, el diputado remarcó: “Si se insiste con la confrontación, el DNU de cambio de fórmula corre peligro”. De esta manera, vaticinó que el apoyo que recibió la propuesta podría virar en un aumento de votos negativos con respecto al DNU al destacar que solo se requería del 50% del total para que sea frenado. Asimismo, planteó que se trataba de una acuerdo histórico, ya que desde el 2006 que no se registraba un apoyo casi unánime de parte de ambas cámaras.
Uno de los momentos más picantes de la jornada ocurrió cerca de la 1 de la madrugada, cuando el jefe del bloque de Diputados de La Libertad Avanza (LLA), Gabriel Bornoroni, expuso en representación de la bancada oficialista. Mientras que el cordobés cerraba su exposición como jefe de bloque antes de la aprobación de la Ley Bases, desde el otro lado del recinto comenzó a sonar la marcha peronista a modo de provocación.
Frente a esto, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, intercedió en la cuestión para pedir que los responsables frenaran la música. “Si alguien tiene un teléfono, una radio, o un equipo de música, por favor les pido”, expresó, a la vez que una de las diputadas oficialistas gritaba: “Son unos irrespetuosos. Dan asco, son la representación de la decadencia”.
“Habla de ellos, es lo que están acostumbrados a hacer”, sentenció Bornoroni luego de que retomara su discurso de cierre. El jefe de la bancada libertaria acusó de no haber respetado su derecho a exponer al recriminar: “Yo los he respetado en todas y cada una de las comisiones que han levantado el tono de voz, pero no importa. Será que esa es su forma de gestionar”.
En medio del cierre del debate, el presidente del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, también se destacó por el tinte didáctico que imprimió en su discurso. Lejos de buscar una confrontación cara a cara con el oficialismo, el santafesino chicaneó al Gobierno al comparar los recortes realizados al megaproyecto con unas cajas de cartón decoradas con una cinta celeste y blanca.
“Si a esta ley le falta un montón, si a este Gobierno le falta sensibilidad y humanidad, y si falta calibración en los instrumentos, básicamente esas son las cosas que dijeron los últimos tres presidentes de bloque, ¿para qué carajo están votando esta ley?”, apuntó al asegurar que se encontraba “desconcertado” por los argumentos expuestos a lo largo de la sesión.
Incluso, Martínez aprovechó la palabra para chicanear al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien fue sindicado como el armador detrás de las negociaciones que posibilitaron la aprobación de la Ley Bases y que se encontraba sentado en uno de los palcos junto a Karina Milei. “Hoy se llevan esta ley”, ironizó al enseñar las diferencias de tamaño entre las cajas.
A pesar de la aprobación de la iniciativa, el dirigente peronista señaló que la reducción de los capítulos presentados fue una victoria de la oposición por resistirse a varios de los postulados originales. No obstante, admitió: “Es profundamente dañina, más chica, pero profundamente dañina”.
“Para que esta ley se transforme en esta ley hubo dos cosas importantes: la constancia, la perseverancia, la claridad ideológica y la convicción de más de un centenar de diputados nacionales de distintos bloques que desde el primer momento dijimos que esta ley no era y no es lo que necesita el pueblo argentino”, ratificó al renovar su rechazo a las políticas de privatización, reforma laboral y el impuesto a las Ganancias.
Por último, Menem protagonizó un insólito cruce con el diputado de Unión por la Patria Aldo Leiva, debido a una confusión que se produjo a la hora de que el legislador tenía que votar en particular sobre el capítulo que contenía el paquete fiscal. Resulta que el chaqueño quiso votar en negativo, pero se abstuvo y aprovechó un breve momento para apuntar contra el senador Carlos “Camau” Espínola, quien es apuntado por diferentes sectores del peronismo por haber apoyado la iniciativa en la Cámara alta.
“Por la traición de Camau Espínola y el voto UNESCO, mi voto es negativo”, manifestó Leiva luego de haber sido consultado sobre el presidente de la Cámara Baja sobre cuál era el sentido de su voto. “¿Cuál es la intención de su voto? Es afirmativo o negativo, si no votó ya está”, explicó Menem segundos antes de que leyera el resultado final de la votación.