La provincia de Córdoba tendrá hoy una jornada electoral cargada de expectativas. Los comicios por la intendencia de Río Cuarto serán el único test electoral de 2024 y el primero de la gestión del gobernador cordobés Martín Llaryora. El resultado impactará en su gestión y se convertirá en una incipiente señal de termómetro en la provincia. Hay tres candidatos con chances de ganar: dos del peronismo y uno del radicalismo, quienes se disputarán la victoria. La contienda es más que ajustada y la mirada está puesta en el nivel de participación en las urnas.
El actual intendente de Río Cuarto es Guillermo Llamosas, de Hacemos Por Córdoba, la fuerza a la que pertenencen Llaryora y el ex mandatario Juan Schiaretti. Llegó al poder ocho años atrás tras desbancar al radicalismo. Llamosas está terminando su segundo mandato en el municipio y, aunque tuvo una gestión ordenada, sufrió sus deficiencias para el armado político. Ahora, será Guillermo De Rivas, el candidato del partido de Llaryora, quien busque la continuidad. Se trata de un dirigente que cuenta con experiencia en el Municipio, ya que hasta hace pocos días ocupaba la secretaría de Gobierno y Participación Ciudadana en la gestión municipal.
De Rivas no será el único aspirante peronista en el tablero electoral. Adriana Nazario, ex legisladora provincial y la última pareja del histórico José Manuel De la Sota, se abrió de la línea oficialista y construyó una candidatura con la base de un espacio político llamado la Fuerza del Imperio del sur, como se conoce a la segunda ciudad más influyente, en términos electorales, después de Córdoba capital.
Llamosas era el encargado de la estrategia política en el distrito, pero no pudo alcanzar acuerdos con Nazario, que se convirtió en una de las principales amenazas para la continuidad de la gestión de Hacemos Por Córdoba en Río Cuarto. Según marcan las encuestas que se consumen en Córdoba, entre De Rivas y Nazario, representantes del peronismo, se llevan cerca del 45% de los votos. Una lista de unidad hubiera terminado la elección antes de que empezara y el oficialismo no debería enfrentar una disputa tan ajustada con los radicales.
En este contexto, Gonzalo Parodi, el candidato de la UCR, es quien desafía el poder del partido del gobernador provincial. Se presenta como el cambio y la renovación a una etapa política con el sello del peronismo cordobés. Los últimos sondeos los posicionaban entre el segundo y tercer lugar, detrás de De Rivas. Sin emabrgo, en la mayoría de los casos, las proyecciones son muy ajustadas. El dirigente de la UCR anticipa que quiere construir una buena relación con Llaryora en el caso de que le toque ganar. Está en competencia y entusiasmado para dar el golpe.
En el peronismo cordobés, según las encuestas que consumen, advierten una caída de Nazario en la última semana y un crecimiento del radical. De igual forma, sostienen que no sería lo suficientemente significativa como para arrebatarles la victoria. La elección será muy pareja, por lo que la expectativa está puesta en el nivel de participación, que será definitorio. Estiman que rondará el 60%. En el caso de que sea mayor, los márgenes para el triunfo oficialista se achican.
El padrón electoral tiene anotados a cerca de 158.000 habitantes, que acudirán a las urnas en los 46 centros de votación establecidos en el distrito. De acuerdo con la información de los medios locales, el Registro Civil del municipio abrirá durante la jornada electoral para que quienes no tengan su DNI puedan reiterarlo y así estar habilitados para votar. Dadas las estimaciones, cada voto cuenta.
En este escenario, todo parecería indicar que los comicios se definirán entre esas tres expresiones. Varios escalones más abajo aparece Mario Lamberghini, un liberal que no fue avalado por La Libertad Avanza (LLA). Desde el partido de Javier Milei explicaron que no llevan candidato para la elección del domingo.
Pese a los buenos resultados que obtuvo Milei en el balotaje, nadie competirá con ese sello. En esa oportunidad, se posicionó con casi el 70 por ciento de los votos sobre Sergio Massa. El oficialismo nacional no encontró un candidato competitivo y no tenía regularizado el partido en la provincia. Problemas del incipiente armado electoral. Así, la discusión central gira en torno al peronismo —en sus dos vertientes— y el radicalismo.
De Rivas recibió el apoyo de los dos pesos pesados del peronismo cordobés. Además de Llaryora, el ex gobernador Juan Schiaretti subió un video a sus redes sociales en el que pidió acompañar el proyecto del candidato de Hacemos por Córdoba. El “Gringo” ostenta una imagen positiva cerca a los 60 puntos y se convirtió en un apoyo clave para la campaña electoral. Jugó en el sprint final para intentar inclinar la balanza a favor de Hacemos Por Córdoba.
Al apoyo de los dos dirigentes que comandan el peronismo local, se sumó la diputada nacional Natalia De la Sota. Decidió respaldar en público al candidato que competirá contra la última esposa de su padre, fallecido en el 2018. “No tengo ninguna duda de que si mi papá estuviera hoy acá, diría que Guillermo de Rivas es el candidato del justicialismo”, sentenció la legisladora el mes pasado. La contundencia del mensaje desnuda su relación con la última pareja del ex gobernador.
Nazario, por su parte, asegura que nunca la convocaron para formar parte del proyecto oficial. Por impericia o por choque de intereses, no hubo acuerdo y el peronismo ahora corre el riesgo de perder un bastión importante de la provincia. Manifestó en reiteradas oportunidades que hace dos años tomó la decisión de ser candidata a intendenta y que nunca nadie la llamó desde la cúpula del peronismo cordobés.
Con estas diferencias, el oficialismo corre un alto riesgo. La deficiencia en la gestión política le puede costar caro. Mientras Parodi denuncia clientelismo político y compra de votos a través de entrega de chapas y colchones, el aparato del peronismo cordobés se puso a la orden de De Rivas. Saben que si consiguen el triunfo, será un paso importante en la construcción del liderazgo de Martín Llaryora dentro de los límites de la provincia y lo posicionará en sus primeros meses de gestión.