Faltan apenas cinco días para la sesión en la Cámara de Diputados y las negociaciones por la Ley Bases continúan. Los puntos de mayor interés para la Casa Rosada -la reversión del Impuesto a las Ganancias y la reforma de Bienes Personales- prácticamente tienen los votos asegurados. Por otro lado, el Gobierno ya se resignó a aceptar las modificaciones que el Senado le hizo al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones y al blanqueo de capitales. Solo queda un punto central sin definición: las privatizaciones de Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina (RTA).
El próximo jueves la Cámara de Diputados volverá a tratar la Ley Bases y el Paquete Fiscal, pero el debate será mucho más acotado ya que debe pronunciarse sobre las modificaciones que sufrió el texto en el Senado. Solo puede aceptar los cambios o insistir con la redacción original que obtuvo media sanción a fines de abril. En casi todos los artículos alcanza con repetir la misma mayoría de votos que en aquella oportunidad.
En las últimas dos semanas hubo dos reuniones formales entre representantes del Gobierno y los líderes de los bloques dialoguistas, es decir, el PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica e Innovación Federal. Del primer encuentro participó el propio jefe de Gabinete Guillermo Francos. El segundo lo encabezó José Rolandi, su vice.
Según pudo reconstruir Infobae, en ambas reuniones la Casa Rosada dejó saber su interés en que los diputados insistan en la redacción original. Y el miércoles, a pedido de los propios dialoguistas, Francos aclaró en una entrevista que no existen acuerdos con los bloques del Senado que se tengan que respetar. “No tenemos un compromiso de que Diputados no pueda insistir en esos temas, por lo que también le pedimos a Diputados insistir en las privatizaciones. Supongo que quienes sostuvieron estos temas en el primer debate lo sostendrán en el segundo”, fue la declaración de Francos ante El Observador.
Ese es uno de los principales problemas para el Gobierno ya que el miércoles el bloque de senadores de la UCR sacó un comunicado en el que destacan las “modificaciones de relevancia, como las que se hicieron al capítulo de Privatizaciones, para resguardar organismos de importancia estratégica federal”.
En esa línea, destacaron que el trabajo legislativo “mejoró los proyectos” y solicitaron a sus pares de Diputados que “evalúen los aportes a conciencia y los consideren para acompañarlos en su sanción definitiva”. Es decir, pidieron que se respeten los cambios y no se insista con la redacción original.
Si bien el comunicado no estuvo exento de polémica, ya que algunos denunciaron que se “filtró” a la prensa antes de tener el visto bueno de todos los sectores (justamente porque “no tenía consenso”), en el bloque de diputados de la UCR reconocen que los puso en una situación complicada: a los cinco legisladores que rechazaron las privatizaciones la primera vez (Facundo Manes, Fernando Carbajal, Pablo Juliano, Marcela Coli, votaron en contra, y Pedro Galimberti se abstuvo) ahora podrían sumarse otros. “Hay quienes votaron privatizaciones porque entendieron que las estaban limitando de las 41 empresas originales a mucho menos. Pero si el Senado ahora limitó la lista aún más, les gusta”, explicaron desde la bancada que conduce Rodrigo de Loredo. “A algunos les viene bárbaro la excusa de respetar lo que se votó en el Senado”, agregó otra diputada que considera que hay que insistir con la redacción original completa. La discusión no está saldada y será uno de los ejes principales de la próxima reunión de bloque, que probablemente será el lunes.
Ante esta situación, el propio Rodrigo De Loredo volvió a reclamar ayer un posicionamiento público del Gobierno. “La privatización de Aerolíneas tiene que ser aclarada. Si contó con un acuerdo de Senadores y el gobierno, o si simplemente no obtuvo el número en el recinto”, publicó en las redes sociales. Acto seguido, dejó en claro que está a favor de volver a incluir a la línea de bandera en el listado de empresas que se pueden vender. “Es inconcebible que una empresa aérea que tiene un déficit diario de 1.400.000 dólares sea sustentado por los sectores más humildes para que viajen los más pudientes con tarifas subsidiadas. Las rutas menos comerciales pueden ser cubiertas por las exigencias regulatorias por las empresas privadas. Son falsos los argumentos contrarios”, argumentó.
Por su parte, el bloque Hacemos Coalición Federal, que preside Miguel Ángel Pichetto, también se inclina por “respetar” las negociaciones que se entablaron en el Senado. En concreto, al igual que los radicales, consideran que los cambios al RIGI y al blanqueo mejoran la norma. Entre otros puntos, defienden la limitación de las grandes inversiones a nueve sectores (foresto-industria, turismo, siderurgia, petróleo, gas, infraestructura, minería, energía y tecnología) y la obligación de contratar un 20% de proveedores locales. En cuanto al blanqueo, respaldan la exclusión de los hermanos de los funcionarios, de los extranjeros y de los bienes de terceros (testaferros).
Aunque tampoco hicieron una reunión de bloque para pasar en limpio cómo piensa votar cada uno de sus miembros (es un bloque que suele votar dividido), ante la consulta de Infobae varios de sus integrantes reconocieron que prefieren no insistir con la privatización de Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina (RTA).
Por otro lado, siguen reclamando que el Gobierno diga abiertamente que quiere restituir Ganancias y subir el mínimo de Bienes Personales. “Esperamos que tenga grandeza y diga la verdad: los que quieren que vuelva Ganancias son ellos”, señaló un diputado en referencia a la explicación oficial que siempre pone el foco en las necesidades de los gobernadores.
En un sentido similar se expresó el jefe del bloque UCR. “La restitución de la cuarta categoría de Ganancias tiene que ser un pedido explícito del gobierno, que decidió demagógicamente eliminarlo junto con Massa en el proceso electoral. Nosotros nos opusimos y ya lo hemos acompañado tres veces. Es inédito que un espacio político que no desea integrar el gobierno, por cuarta vez esté dispuesto, por responsabilidad y cooperación, a aumentar este impuesto, pero debe haber un pedido claro que el Ejecutivo lo necesita para sus objetivos económicos. Solicitado esto, no tenemos inconvenientes, ya que lo que votamos una vez lo hicimos a conciencia”, afirmó Rodrigo de Loredo.
En tanto, los dialoguistas ya adelantaron que buscarán insistir con algunos puntos incómodos para el oficialismo, como la eliminación de privilegios tributarios como los del régimen especial de Tierra del Fuego o las cuotas solidarias que los sindicatos cobran a trabajadores no afiliados.
En los próximos días los bloques se mantendrán atentos a los gestos públicos de la Casa Rosada, que podrán ayudar a agilizar el trámite parlamentario. El primer desafío será conseguir un dictamen unificado el martes en el plenario de las comisiones de Presupuesto, Asuntos Constitucionales y Legislación General.