El diputado y exjefe del bloque de La Libertad Avanza (LLA), Oscar Zago, aseguró esta mañana que el cargo como embajadora ante la Unesco de la senadora Lucila Crexell se dio a cambio de su apoyo a la Ley Bases, aunque explicó que “la política es sentarse, acordar y consensuar” y afirmó que “no hubo corrupción”.
“Siempre hay una cuestión de beneficio. En este caso le tocó a la senadora porque hace mucho tiempo que lo venía buscando también. Y eso es parte de los acuerdos. Vos lo tenés al diputado Iglesias que venía de otro partido político. ¿Lo compramos a Iglesias? No, son acuerdos que se hacen y donde él estaba buscando su posición”, agregó, en diálogo con Radio Splendid. Ejemplificó, también, con José Luis Espert, hoy diputado de La Libertad Avanza, pero quien anteriormente había conformado su propio espacio Avanza Libertad y luego ingresado a Juntos por el Cambio.
En esa línea, opinó que “no hay hecho de corrupción”, y explicó: “Yo lo veo que son acuerdos y consenso, no algo que en algún punto se pueda decir que son dadivas. Vos sabes que si yo tengo que decir blanco o negro no tengo prejuicios en decirlo. No hay hecho de corrupción en este caso. Es un hecho de buscar consensos y acuerdos”.
La senadora neuquina recibió críticas de parte de la oposición ya que hace poco había votado en contra del DNU 70/23, y muchos la acusaron de cambiar su posición luego del ofrecimiento diplomático del Gobierno.
“Más vale que un gobernador, un senador quiere llevar agua para su molino, su provincia. Son cosas que se vienen dialogando permanentemente. Y vos tenés que cubrir cargos, lugares, posiciones. Si no lo hacés con uno, lo hacés con otro”, añadió.
Además, el legislador indicó que se trata de acuerdos que dan “gobernabilidad”. “Cuando un gobierno tiene suficientes diputados o senadores para sancionar una ley, pero están justos y no les sobra nada, es válido sentarse y acordar”, agregó, aunque advirtió que no le gusta “poner el rótulo de que a alguien la compraron”.
Un día antes de que comenzara el debate de la Ley Bases y el paquete fiscal, ya se había conocido un documento en el que Cancillería recomendaba a Crexell como delegada permanente ante la Unesco. Desde el entorno de la senadora explicaron que el cambio del Senado por la embajada fue un acuerdo iniciado en 2023, cuando Bullrich era candidata presidencial, e incluía la renuncia de la misma Crexell para que asumiera un legislador radical simpatizante de LLA.
En tanto, el rumor de que había negociado su firma a cambio del puesto en el exterior surgió luego de que se conociera que la senadora se había reunido con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y que luego del encuentro había decido acompañar el proyecto oficialista.
“Lo de Guillermo Francos cuando vino y habló con cada uno de los que estaban en duda fue grotesco, escandaloso. Todo el que entraba a esa oficina se iba con algo. Uno puede entender que alguno pida por algo para su provincia, una obra, un hospital, lo que sea. Está mal, pero es comprensible porque habla en nombre de su gobernador, pero en este es un cargo personal, es vergonzoso”, había dicho un senador de Unión por la Patria al respecto.