El avión presidencial que trasladó a Javier Milei hasta Bari, donde se realiza la cumbre del G7, quedaría inactivo antes de fin mes. La aeronave tiene que realizar una inspección general, prevista desde el final del Gobierno de Alberto Fernández. Esos trabajos costarán alrededor de USD 3 millones y obligarán a frenar el avión al menos dos meses, confirmaron a Infobae al menos tres fuentes del sector aeronáutico.
La inspección general del avión, técnicamente conocida como inspección ”C”, está demorada desde marzo. De hecho, una semana antes del final del gobierno anterior, con la mayoría de los funcionarios renunciados, se lanzó una licitación para realizar esos trabajos que derivó en una causa penal.
Esa denuncia, radicada en el juzgado de Ariel Lijo, pedía que se investigue si hubo negociaciones incompatibles con la función pública, un delito previsto en el artículo 265 del Código Penal, y apuntaba a la Dirección General de Logística, a cargo de la Secretaría General de la Presidencia.
Apenas trascendió aquel escándalo, desde la Casa Rosada argumentaron que “se iba a otorgar una prórroga” y que “la intención fue dejar los papeles ordenados” para la nueva gestión.
La nueva gestión no solucionó ese problema y decidió pedir una prórroga de 90 días, que vence antes de fin de mes. “El certificado de aeronavegabilidad dura tres años, pero el fabricante otorgó una prórroga de tres meses. Vencido ese plazo el avión no puede volar y hay que pedir un vuelo ferry para llevarlo hasta el taller donde se realice la inspección”, explicó un experto.
El taller todavía no está definido. La nueva licitación está en curso. Esta vez se hizo una licitación reducida, solo por la inspección general. No contempla un nuevo sistema de internet del avión, como estaba previsto en el caso anterior. “Hay al menos tres ofertas de talleres estadounidenses y uno mexicano que se llama Servicios Aéreos Quintana”, contó una fuente que sigue de cerca el trámite administrativo.
Una vez que se adjudique, el avión quedará frenado al menos dos meses. “Hay que revisar todos los componentes del avión, eléctricos, hidráulicos, y hasta los motores. Siempre que se revisa un avión, aparecen extras y va aumentando el valor de la inspección”, detalló un experto.
El Gobierno compró el Boeing 757-256 en diciembre de 2022, luego de un largo proceso administrativo, pero el avión recién llegó al país en mayo del año pasado. Durante 2023, fue usado varias veces por el expresidente Alberto Fernández y por el ex ministro de Economía Sergio Massa. En cambio, la ex vicepresidenta, Cristina Kirchner, nunca se subió a ese avión y utilizó para sus traslados dos aeronaves de YPF, las mismas que están a la venta.
Para comprar el ARG 01, el Gobierno tuvo que invertir USD 21.730.000 y entregar el viejo Tango 01, que se fue del país recién la semana pasada rumbo a Estados Unidos.
El avión presidencial tiene capacidad para 39 pasajeros, un dormitorio principal con todas las comodidades, y otros dos dormitorios de visitas que se pueden adaptar como salas de reuniones. A diferencia del viejo Tango 01, puede volar sin escalas hasta Europa o Estados Unidos.
Javier Milei arrancó su presidencia usando aviones comerciales para sus traslados al exterior. Pero en abril, por un informe del Ministerio de Seguridad que advertía sobre los peligros, comenzó a utilizar el ARG 01. “Se recomienda la imperiosa necesidad de utilizar para los traslados del Presidente y equipos de trabajo, en forma exclusiva, vuelos con aeronaves propias o medios comerciales/privados contratados para tal fin, con análisis y estudio previo de medios y personal a intervenir”, decía ese informe.
El ARG 01 trasladó a Milei hasta Italia, para participar de la cubre del G7, y posiblemente lo lleve a España en su próximo viaje para recibir el premio del Instituto Juan de Mariana. Esa salida está prevista para el 21 de junio.
A Italia, Milei viajó junto a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe del Consejo de Asesores Económicos, Demian Reidel; el embajador argentino en los Estados Unidos, Gerardo Werthein; el diputado Fernando Iglesias, y funcionarios técnicos, de seguridad y de protocolo.
¿Que pasará después de ese viaje? Todas las fuentes consultadas aseguran que el Presidente deberá recurrir a un avión privado. No es un tema menor porque el siguiente viaje sería a China para tener una reunión bilateral con Xi Jinping, tal como adelantó este medio. “No descarto que saquen un conejo de la galera”, relativizó una fuente aeronáutica que tiene diálogo con los responsables de la flota presidencial.