A las 9 horas de Roma, el papa Francisco recibió -y conoció- al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que llegó al Vaticano para mantener una audiencia con el argentino y líder de la iglesia católica a nivel mundial. Fue la primera vez que se vieron. Kicillof no profesa la fe católica, pero comparte algunos preceptos y concepciones que suele desarrollar Francisco. El encuentro, según el gobernador, fue cálido.
Kicillof llegó a Roma este miércoles mientras en Buenos Aires se discutía la Ley Bases. En plena sesión en el Senado, volvió a ratificar su rechazo a la iniciativa que se terminó aprobando en general bien entrada la noche de ayer. Tras el encuentro, el gobernador diría que solo se trató de una coincidencia en el calendario que el encuentro suceda a la par de la Ley Bases “que no fue premeditado”, pero que sí hablaron sobre el impacto de la política económica que lleva adelante el gobierno nacional y que “de alguna manera hablamos de las consecuencias de esta ley Bases”.
A Italia llegó con una comitiva reducida: lo acompañaron el ministro de Gobierno, Carlos Bianco; la ministra de Gobierno Cristina Álvarez Rodríguez y el jefe de Unidad Gobernador, Nicolás Beltrán -que es su secretario privado-.
En una de las fotos difundidas por la gobernación se lo ve a Francisco con Kicillof, Bianco y Álvarez Rodríguez, pero la audiencia -que duró alrededor de 40 minutos- fue solo con el mandatario bonaerense. Bianco y Álvarez Rodríguez aguardaban en una sala contigua.
Al igual que lo había hecho con el presidente Javier Milei, Francisco le obsequió al gobernador una copia de sus encíclicas Laudato Sí' y Fratelli Tutti. En la primera, publicada en 2015, Francisco hace hincapié en el cuidado de la casa común. Mientras que Fratelli Tutti, de octubre del 2020 en plena pandemia, habla de la fraternidad y traza un escenario sobre los regímenes liberales y populistas.
Por su parte, Kicillof, le hizo entrega de dos de sus libros: Fundamentos de la Teoría General, las consecuencias técnicas de Lord Keynes y Siete lecciones de historia del pensamiento económico. También le obsequió un mate con un packaging de madera con el logo de la provincia de Buenos Aires.
Pero además llevó algunos regalos. Uno de ellos fue un portaretrato con la imagen de los jugadores de San Lorenzo de Almagro, Armando Farro, René Pontoni y Rinaldo Fioramonte Martino, recordada como la mejor delantera que tuvo el club de Boedo en su historia y que supo brillar a mediados de la década del ‘40. El responsable del obsequio fue el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque; reconocido hincha de San Lorenzo.
Tras el encuentro, la comitiva bonaerense se reunió con el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Víctor Manuel “Tucho” Fernández. Se trata de un funcionario eclesiástico clave del entorno de Francisco y que hasta septiembre del año pasado fue el arzobispo de la ciudad de La Plata. Ese encuentro con el prefecto del Dicasterio duró casi dos horas.
En su paso por la curia de la capital bonaerense, Fernández mantuvo una fluida relación con el ejecutivo bonaerense, tanto con Kicillof como algunos de sus ministros como Larroque o Álvarez Rodríguez. De hecho, ambos ministros días atrás participaron de un homenaje al fundador del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, el Padre Carlos Mugica, al cumplirse 50 años de su asesinato. La vinculación también es política con Francisco. Fue Jorge Bergoglio, antes de convertirse en Papa, quien había encabezó la ceremonia de lo que fue el traslado de los restos de Mugica a la parroquia Cristo Obrero en la Villa 31 en el año 1999.
Pese a no acompañar a Kicillof a Roma, Larroque fue uno de los intermediarios para que la audiencia se concretara. Hace tiempo que el Ejecutivo había solicitado la reunión y recién la semana pasada desde el Vaticano confirmaron el encuentro.
“Lo vi atento, informado. Fue muy cálido, muy afectuoso y muy preciso con las definiciones sobre un Estado y una política de tenderle la mano a los que más necesitan. Insistió mucho con eso”, contó Kicillof en declaraciones a C5N desde Roma.
Además de sus libros sobre economía, Kicillof también le llevó algunos informes sobre los índices de la recesión económica y la segunda edición del libro “Salvados por Francisco”, investigación del escritor Aldo Dusdevich, que relata el accionar del entonces jesuita Jorge Bergoglio en los años ‘70 realizando acciones para salvar a militantes perseguidos por la dictadura militar.
Tras la cumbre con Francisco, Kicillof brindó algunas entrevistas y junto a la comitiva emprenderá regreso a Buenos Aires a donde llegará este viernes por la mañana. Durante estos días, las disposiciones del Ejecutivo bonaerense estuvieron a cargo de la vicegobernadora, Verónica Magario.