Mauricio Macri se reunió hoy con los gobernadores y un grupo de diputados y referentes nacionales del PRO. Fue un encuentro que duró cerca de dos horas en sus oficinas de Olivos, en Vicente López. Allí recibió a los mandatarios Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), junto a la intendenta local, Soledad Martínez, y los legisladores Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal y Diego Santilli. En tanto que Nacho Torres, jefe territorial de Chubut, estaba citado, pero no pudo estar presente. Conversaron sobre la suerte que tendrá hoy en el Senado la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos.
El expresidente consultó a los gobernadores y a los legisladores sobre los principales puntos de la Ley que impulsa el Gobierno, así como también sobre el conteo que los dirigentes tienen. En el PRO reconocen que los números son muy finos para La Libertad Avanza y que el debate de esta tarde será tenso y muy complejo.
Según supo Infobae, el encuentro tuvo lugar a media mañana, en el despacho que Macri tiene sobre la calle Libertador en Olivos. Frigerio participó por Zoom, ya que estaba en Bolivia abocado a una actividad de gestión para Entre Ríos, su provincia. El resto estuvieron presencialmente.
Los dirigentes realizaron un desglose pormenorizado de los temas que sufrirán modificaciones en el Senado. Los gobernadores, protagonistas de las negociaciones con el Gobierno, detallaron cómo se espera que queden capítulos como el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), las facultades delegadas, el Impuesto a las Ganancias, las privatizaciones, así como sobre aspectos que afectan intereses específicos de las provincias.
La reunión sirvió como una forma para afianzar la nueva mesa política que armó Macri desde que asumió como presidente del PRO. Busca fortalecer al partido, despegarlo de La Libertad Avanza y recuperar la impronta disruptiva que perdió en las últimas elecciones presidenciales.
Respecto a la nueva mesa política, Macri se aseguró de que no haya ningún integrante que responda a Bullrich, pese a tratarse de una de las dirigentes más populares del partido. Por caso, Damián Arabia, diputado nacional y uno de los asesores más cercanos a la ministra de Seguridad, es el vicepresidente 2° del Consejo Directivo partidario pero no es convocado a los cónclaves que organiza el ex presidente. Así como tampoco legisladores y referentes nacionales que estén bajo la órbita del bullrichismo.
Macri se rodeó de los gobernadores del PRO, un grupo selecto de gobernadores bonaerenses y algunos legisladores nacionales cercanos. Allí están Torres, Jorge Macri y Frigerio, los intendentes Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Soledad Martínez; Cristian Ritondo, Facundo Pérez Carletti, secretario general del PRO y dirigente de Santiago del Estero. También suelen frecuentar esa especie de mesa nacional del PRO Diego Santilli, María Eugenia Vidal y Néstor Grindetti. Así como dirigentes de su máxima confianza como Fernando De Andreis, Darío Nieto, Humberto Schiavoni y Jorge Triaca.
La conformación de esa mesa fue el puntapié de un operativo para revitalizar al PRO, ordenar el frente interno y evitar que Patricia Bullrich avance en una fusión con La Libertad Avanza. Las diferencias entre ambos son grandes en lo político. El diálogo se cortó haces meses y resulta difícil hoy una reconciliación.
Como contó Infobae, Macri prepara por estas horas un evento para cientos de dirigentes del PRO en todo el país, gobernadores, intendentes, legisladores y referentes históricos de su cercanía, como acto para celebrar su asunción como presidente del partido. Espera a que el Congreso apruebe a la Ley Bases, que apoya en público y en privado. Luego, pondrá fecha para ese encuentro.
Durante estos meses de gestión de Milei, Macri cultivó un silencio estratégico. Realizó apariciones públicas o emitió mensajes quirúrgicos y medidos. Esa situación permanecerá hasta que se apruebe la Ley Bases, que el ex Presidente apoyó. Eso marcará un punto de inflexión en la relación entre el PRO y La Libertad Avanza.
El líder del PRO prepara, justamente con ese fin, un gran acto político para celebrar su asunción como presidente del partido. Se hará en julio o agosto. Todo depende de los tiempos de la coyuntura. Será una especie de relanzamiento, en clave electoral con vistas a 2025.