(Enviado especial a Bari, Italia) - Una parte desde Buenos Aires y otra en Italia. Los distintos miembros del Gobierno abocados a la organización del viaje del presidente Javier Milei al G7 se encontraban realizando gestiones a contrarreloj para tratar de ultimar los detalles de su participación en el evento internacional antes de la llegada del mandatario, prevista para dentro de menos de 24 horas.
Los múltiples cambios de agenda del jefe de Estado argentino obligaron a acelerar los trámites protocolares para su visita a la región de la Apulia, desde la elección de los integrantes de la delegación que lo acompañará hasta las cuestiones técnicas y de agenda.
Sin embargo, las autoridades nacionales ya confirmaron varias reuniones bilaterales, entre las cuales sorprendió una con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, con quien Milei ya se había encontrado en enero pasado, en el Foro de Davos.
Tal como precisó Infobae, a pesar de que se barajaron varias alternativas, Milei finalmente decidió asistir tanto a la cumbre de líderes del poderoso grupo de países desarrollados, como a la que se encuentra organizando su par ucraniano, Volodimir Zelensky, en Suiza.
De esta manera, el libertario partirá junto a su comitiva este mismo miércoles por la noche desde Aeroparque y, previa escala en las islas Canarias, aterrizará en el Aeropuerto Karol Wojtyla de Bari, a las 19:30 del día siguiente.
Milei va a arribar en el momento de la cena de honor que el presidente de Italia, Sergio Mattarella, les ofrecerá a los integrantes del G7 en el histórico Castillo de Suabia (Castello Svevo, en Italiano), de Brindisi. Esta imponente estructura se encuentra a pocos metros del Mar Adriático, que baña las costas de la provincia y le da el contorno ideal al edificio medieval.
Por otra parte, el Gobierno estaba terminando de definir este miércoles el hotel en el que se va a alojar Milei en su corta estadía en el país, de tan solo un día. Si bien todavía no estaba confirmado el lugar, será alguno de los establecimientos ubicados en Savelletri o en Fasano.
Se trata de dos localidades de la provincia de Brindisi cercanas a Borgo Egnazia, el lujoso resort en el que se realizarán la gran mayoría de las actividades del G7, inaugurado en el 2010 y donde se hospedaron algunas de las personalidades más reconocidas de distintos ámbitos, como el ex futbolista David Beckham, dueño del club Inter de Miami, donde juega actualmente Lionel Messi, y la cantante de pop Madonna.
Sin embargo, el mandatario argentino pasará la noche en algún otro hotel de la zona, solamente acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, ya que el resto de la delegación deberá ir a otro sitio, por cuestiones de seguridad y de espacio.
Por su parte, desde Buenos Aires diferentes áreas del Gobierno continúan negociando las posibles reuniones bilaterales que podría tener el libertario, aunque ya hay varias confirmadas. En primer lugar, se verá con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que fue quien lo invitó al cónclave, y con su par de Francia, Emmanuel Macron, a quien tenía pensado visitar en París antes del cambio de agenda.
Además, volverá a tener un encuentro a solas con Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional, y conocerá a Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, dos de las más grandes entidades multilaterales de crédito.
Debido a su apretado itinerario, Milei tendrá que coordinar sus charlas con todos ellos entre las 17:45 y las 18:45 del viernes, que es el horario que designó la organización para las bilaterales, después de la foto de familia con los representantes de los países invitados.
La canciller Diana Mondino iba a ser, de hecho, una de las personas que acompañara al jefe de Estado en el encuentro de líderes del G7, pero la funcionaria finalmente no asistirá, debido al cupo limitado de acreditados que tiene cada invitado a la reunión.
Con los nuevos planes, el Presidente se encontrará con su funcionaria directamente en Suiza, para juntos asistir a la cumbre de la paz que encabeza Zelenski, a más de dos años del inicio de la guerra con Rusia.
Este será, de hecho, uno de los asuntos que se debatirán durante las jornadas de trabajo en Bari, que incluso contará con la participación del propio mandatario ucraniano, quien brindará precisiones de la situación que se vive en la zona en la actualidad.
Por lo pronto, la ciudad italiana ya se preparó para recibir a los jefes de Estado de los países más poderosos del mundo: se intensificó la seguridad y se cortaron algunas calles, aunque los operativos más importantes se dan en Borgo Egnazia, el cual está prácticamente blindado.
Los líderes políticos comenzarán a arribar este jueves, para sacarse la tradicional foto de familia y mantener los primeros encuentros formales en el resort, bajo el sofocante sol y la humedad proveniente del Mar Adriático, que aporta al contexto mediterráneo que Meloni buscó que tuviera el evento, que este año está a su cargo.