Diputados kirchneristas que participaban de la manifestación contra la Ley Bases en las inmediaciones del Congreso fueron agredidos por agentes de las fuerzas federales que participan del operativo y custodian el perímetro del Congreso de la Nación.
Cerca de las 13.30, la columna de policías y prefectos que rodea el edificio donde se debaten las reformas impulsadas por el presidente Javier Milei avanzó sobre los manifestantes y los obligó a replegarse sobre la avenida Callao, hacia el norte. En ese contexto, los legisladores Eduardo Valdés, Carlos Castagnetto, Leopoldo Moreau, Juan Manuel Pedrini, Carolina Yutrovic y Luis Basterra denunciaron golpes y ataques con gas pimienta.
Minutos más tarde los seis ingresaron en la guardia del Hospital Santa Lucía por problemas en la visión. “Fue muy fuerte, tiraban en la cara, de a cinco agentes contra uno”, comentó a Infobae un colaborador del diputado porteño Valdés, que lo acompaña en la guardia.
Castagnetto, ex titular de AFIP, sufrió convulsiones, según le confirmó un colaborador a este medio, y fue asistido por personal del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), según quedó registrado en imágenes de fotorreporteros.
“Casi no podía caminar, fue un ataque muy terrible, es un día muy triste para la democracia. Si recorren la manifestación, la gente está llorando, está asustada y está triste, es muy duro”, comentó Cecilia Moreau, también diputada e hija de Leopoldo. En otros videos que se viralizaron se observa a Valdés y al propio Moreau -que tiene problemas cardiovasculares- muy afectados por los gases.
La represión policial comenzó con un frente conjunto de la Federal y Prefectura que intentaba despejar la multitud que ya había tomado, inevitablemente, la avenida Entre Ríos, justo en la cuadra bajo el Congreso. Hasta ese momento y durante toda la mañana esa cuadra había estado despejada, y la gente contenida por la valla que “cerraba” el frente de la Plaza y cordones policiales sobre Yrigoyen y sobre Rivadavia. Hasta ese momento, todo en una tensa paz.
Sin embargo, con el paso de las horas fue llegando mucha más gente y se hizo imposible evitar que se acumularan en este espacio vacío, sin perder la actitud pacífica. En ese momento que avanzó el cordón de Prefectura, Castagnetto, junto a otros compañeros de Unión por la Patria, se paró frente a los agentes, que no tenían pensado detener la marcha. “Les pedimos que avancen, a los efectos de moverse a la plaza”, repetía un policía con un megáfono. Castagnetto no se movió y fue atacado con gases.
El diputado fue sacado de allí por un grupo de rescatistas vestidos con mamelucos naranjas y dispuestos allí de manera voluntaria para este tipo de eventualidades y metros más atrás, hacia el norte, fue asistido. Sufrió convulsiones y una fuerte irritación en la piel de la cara, como si la tuviera quemada. Por eso, junto al resto de legisladores, fue trasladado al Santa Lucía.
Por allí también estaba el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, quien detalló lo que observó: “Estábamos en forma pacífica entre muchísima gente y vino un grupo de motos tirando gas para despejar gente y que parezca que no vino nadie. Quieren mostrar imágenes de vacío”. A su lado, una mujer de saco fucsia gritaba: “¡Nos tratan como delincuentes y venimos a defender nuestros derechos como trabajadores!”.
“Yo vi cómo tiraban a los ojos, a la boca. Un señor se desmayó y nos asustamos un montón. Es una situación grave, la gente está pacífica, está cantando el himno en este momento”, remarcó a la prensa la diputada Julia Strada, también de Unión por Todos, mientras efectivamente sonaba de fondo el Himno nacional.
Las inmediaciones del Palacio Legislativo están valladas desde la madrugada y también se reforzó la seguridad en el interior del Congreso y los accesos al lugar. En el operativo intervienen las cuatro fuerzas federales: Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Gendarmería, Prefectura y Policía Federal Argentina (PFA). Todo transcurrió pacíficamente hasta que los cordones policiales decidieron avanzar sobre la gente que circulaba por Entre Ríos. En su mayoría eran (éramos) periodistas y trabajadores de los medios, con cronistas y camarógrafos, también había diputados o intendentes, y algunos manifestantes sueltos.
Las fuerzas federales cuentan con grupos de infantería y brigadas motorizadas. Cinco camiones hidrantes encabezan el despliegue, que se extiende desde el Congreso hasta la avenida 9 de Julio, aunque en el resto de la zona opera la Policía de la Ciudad, ya que es su jurisdicción, con sus propios carros hidrantes y agentes especiales.
Hasta las 11 de la mañana todavía estado bastante tranquilo y los policías invitaban hasta amablemente a las personas que circulaban por Callao o Entre Ríos. Pero evidentemente la orden cambió cerca de las 12.30 cuando empezaron a circular por la zona enjambres de motos policiales. Minutos más tarde comenzaron a avanzar estos frentes, que terminaron con los cinco diputados atendidos en la guardia del Santa Lucía.
Hasta media hora antes en ese mismo lugar había estado agitando una bandera argentina, y con una remera de Malvinas Gabriel Renda, un pequeño empresario de 71 años, jubilado. “Tenemos un gobierno lleno de extranjeros. No nos quieren, no quieren al pueblo, al trabajador ni al empresario, quieren entregar el país. Esperemos que los senadores honren el sueldo”, comentó a este medio el hombre, dueño de una pequeña empresa de instalaciones contra incendios a la que, según él, desde que empezó el gobierno de Milei la actividad le bajó 40%.
En la plaza marcharon ciudadanos sueltos como Renda y también encolumnados en sus grupos de pertenencia: gremios como SMATA, Camioneros, Panaderos, entre muchos otros, se mezclaron con organizaciones sociales, como el Movimiento de Trabajadores Excluidos, Movimiento Evita o La Poderosa. Además de partidos políticos con sus banderas, especialmente de izquierda, desde el Polo Obrero al Partido Comunista del Pueblo. Algunos dirigentes caminaron entre la multitud, como los diputados agredidos por las fuerzas de seguridad.
Entre la gente suelta llegaron cuatro amigas de La Plata, todas trabajadoras de la salud de un hospital de salud mental. “Nuestra expectativa es que la ley no salga, porque nos va a perjudicar a todos, los que tenemos trabajo y los que no. Vemos cómo está afectando el DNU y la política del gobierno a los pacientes, los están afectando por falta de medicamentos, también se cortaron programas de atención. Todo eso, además, hace que aumente la demanda en el hospital”, explicaron Gabriela López y Noelia Villordo. Laura González, otra chica del grupo, remarcó: “Necesitamos que los senadores dejen de pensar en ellos y piensen en los trabajadores”.
Calu Ferde, jubilada de 60 años, sostenía, lejos de donde la policía tiraba gases y agua desde los camiones hidrantes, la punta de una pancarta que decía: “Plan de lucha hasta que caiga el DNU y la Ley Bases”, firmada por la Asamblea de Constitución, Monserrat y San Cristóbal. “Estamos acá porque la ley es nefasta. No creemos en lo que pasa en el Senado, donde tranzan los gobernadores o por una embajada. El RIGI es la entrega total de los recursos, espero que la cantidad de gente que vino ayude a presionar”. Minutos más tarde, las fuerzas de seguridad comenzaban a reprimir.