Una legión de sindicalistas coincidirá mañana en el Vaticano para ver al papa Francisco en su audiencia general de los miércoles y, aparte del saludo y la foto de rigor, le llevarán varios reclamos concretos mientras en la Argentina, casi en forma simultánea, un sector de la CGT se movilizará para protestar ante el Congreso cuando se realice la sesión en el Senado para debatir la Ley Bases.
Por un lado, al mediodía (hora argentina), estará con el Papa el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez (UOCRA), y a la tarde, por su lado, lo harán Juan Pablo Brey (aeronavegantes), José Voytenco (UATRE), Cristian Jerónimo (empleados del vidrio), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Pablo Flores (AFIP) y Juan José Moreyra (ceramistas), entre otros.
Será una nueva ratificación de la fuerte influencia que ejerce la figura del Sumo Pontífice en el sindicalismo argentino, cuya dirigencia concurre periódicamente al Vaticano para saludarlo, hablar con él y llevarse como trofeo una foto: esa imagen suele estar en un lugar destacado de las oficinas de cualquier gremialista de peso, como si de esa forma se confirmara el poder que tiene.
En este caso, en medio del gobierno de Javier Milei, los sindicalistas que se encontrarán con Jorge Bergoglio buscarán interiorizarlo sobre demandas concretas. Martínez, por ejemplo, le presentará un informe que elaboró junto con sindicatos del sector petrolero vinculado con la transición energética y el cuidado del medio ambiente. “Queremos llevarle este estudio al Papa -dijo el líder de la UOCRA a Infobae- porque sabemos que es un defensor del cuidado del planeta y la preocupación por el cambio climático. Tuvimos oportunidad de ir a la refinería más grande del mundo, en Rotterdam, para hablar de cuáles eran los capítulos de negociación que se imponían en la Unión Europea y cómo podían afectar las condiciones comerciales del potencial energético que tiene la Argentina”.
De todas formas, Martínez es un destacado miembro del ala dialoguista de la CGT y, si bien mantiene una fuerte oposición a las políticas de ajuste del gobierno de Milei, se convirtió en uno de los principales dirigentes sindicales que insiste en abrir algunos canales de negociación con la Casa Rosada para evitar que las reformas libertarias ocasionen más deterioro económico, social y laboral. La foto de su encuentro con el Papa, que también defiende el diálogo social, se convertirá en una postal que desde el poder libertario podrá ser leída como una convalidación de esa postura moderada.
El jefe de la UOCRA viajó a Roma desde Ginebra, Suiza, donde participa desde hace una semana de la conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como miembro del Comité de Administración por el sector de trabajadores. Martínez habló en tres oportunidades ante distintas instancias del organismo internacional, con duras críticas contra el gobierno argentino y, en su última intervención, con una posición más conciliadora y apelaciones a abrir el diálogo tripartito.
Por su parte, Brey, Voytenco, Jerónimo, Moser, Flores y Moreyra junto con el presidente de la Fundación Colsal (de la Universidad del Salvador), Fernando Lucero Schmidt, y el titular de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la Argentina (ACARA), Rubén Beato, integran una comitiva de 26 dirigentes, miembros de esa entidad y empresarios que verán al Papa para hablar sobre un proyecto para resolver el problema de la alimentación y sus consecuencias en los niños.
Se trata de una iniciativa a la que se van sumando sindicatos, empresas y organizaciones no gubernamentales que se instrumenta a través del Arzobispado de Buenos Aires en hogares de villas y comedores populares ubicados en la ciudad de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires.
De todas formas, Brey, que encabeza la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), aprovechará su presencia ante el Papa para plantearle no sólo su inquietud por la crisis socioeconómica en la Argentina sino también por la situación de Aerolíneas Argentinas: prevén manifestar ante Bergoglio una fuerte defensa de la función de la compañía y la importancia de su preservación. “Nos preocupa profundamente la intención de querer privatizar Aerolíneas Argentinas. Creemos que esta medida podría tener consecuencias negativas para el país, especialmente para las regiones más alejadas y menos desarrolladas”, afirma una carta que sindicalista le entregará al Papa.
Allí dice que Aerolíneas “no sólo representa un símbolo de orgullo nacional, sino que desempeña un papel crucial en la conectividad y desarrollo económico del país”, aunque sostiene que el problema con esa empresa “es uno de los muchos que enfrentan los argentinos” y que también “preocupan profundamente las intenciones de desmantelar otras áreas críticas del Estado, ya que, lejos de revertir la delicada situación de los ciudadanos, generará más personas descartadas de la sociedad”.