El peronismo se prepara para unirse en la calle el próximo miércoles. Estarán casi todos los sectores. Casi. Porque habrá ausentes que están construyendo una estrategia diferente. El sector de los gordos, los independientes y sus aliados, que forman parte de la cúpula de la CGT, no convocaron a marchar. Una postura distinta a la que tomó Pablo Moyano y el sector K de la central obrera, que estarán en la calle para manifestarse en contra la ley Bases, que ese día será tratada en el Senado.
Hay diferencias de criterio respecto a escalar o no en el grado de conflictividad con el Gobierno. El ala más dura, que lidera el titular del sindicato de Camioneros, tiene la adhesión de Omar Plaini (Canillitas), Sergio Palazzo (La Bancaria), Abel Furlán (UOM) y Ricardo Pignanelli (Smata), entre otro nombres. Los dos bloques políticos ausentes serán los del sector de la CGT que no convocó y los gobernadores, que suelen mirar de afuera estas movilizaciones.
Los gordos y los independientes, entre los que se destacan Héctor Daer (Sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Andrés Rodríguez (UPCN), enviarán a segundas y terceras líneas de sus sindicatos para no quedar expuestos, aunque no hay intención plena de adherir a la marcha. Están pero no están. Al mismo tiempo, intentan mantener activos canales de comunicación con la Casa Rosada.
El que faltará por primera vez a una movilización callejera de la oposición es Axel Kicillof. El gobernador de Buenos Aires viajará ese mismo día a Italia, para el jueves reunirse con el Papa Francisco en el Vaticano. Sin embargo, la mayor parte de su gabinete estará presente en la marcha. Los organizadores piensan en convocar a partir de las 10 de la mañana, para que el pico cumbre de la manifestación sea después del mediodía.
Gabriel Katopodis, que está al mando del ministerio de Obras Públicas del gobierno bonaerense, es uno de los principales promotores de la manifestación. Ya hace largas semanas que busca viralizar en las redes sociales la consigna #FrenemosLaLey, para generar adhesión de la militancia y marcar la agenda política desde el lado opositor.
El funcionario bonaerense es también uno de los organizadores de una vigilia que se realizará en la plaza el martes a las 19. Habrá una radio abierta, una orquesta en vivo, entrevistas y música. Los organizadores proyectan una plaza repleta. Una imagen contunden que los enarbole y fortalezca como la principal oposición al gobierno libertario. Una imagen de un movimiento político compacto, pese a las fisuras que no se ven a través del lente de una cámara.
Katopodis también generó una movida política para este martes. Junto a un grupo de intendentes peronistas del conurbano irá al ministerio de Economía para entregarle al ministro Luis “Toto” Caputo un petitorio, reclamando la reactivación de 1000 obras que están paralizadas y distribuidas en toda la provincia de Buenos Aires. Luego se reunirán con Kicillof y harán una conferencia en la casa de la provincia ubicada en la Ciudad de Buenos Aires.
Los intendentes también movilizarán gente al Congreso, al igual que todos los movimientos sociales aglutinados en la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), como el Movimiento Evita y Barrios de Pie. Su secretario general, Alejandro “Peluca” Gramajo, es uno de los organizadores de la movilización. En diálogo con Infobae, apuntó con dureza contra los senadores que voten a favor de la ley.
“Los legisladores que acompañan la ley deberán dar cuenta ante el pueblo su complicidad con un gobierno que pretende entregar los recursos naturales, privatizar las empresas del estado, institucionalizar la persecución a la protesta y blanquear capital sin ningún tipo de control. Para eso están avanzando en una política de miseria planificada”, indicó.
La Cámpora movilizará una gran cantidad de militantes y es probable que Máximo Kirchner se haga presente en algún momento de la jornada. “Nadie que se precie de ser peronista o que quiera a su país, puede dejar que el RIGI pase en el Senado”, advirtió el fin de semana el legislador, en referencia al régimen de inversiones que contiene la ley Bases y que ha sido uno de los puntos conflictivos de la negociación con la oposición.
También estarán las dos centrales de la CTA que conducen Hugo Yasky y Hugo “Cachorro” Godoy, de la que se desprenden gran parte de los sindicatos docentes. Y a todos ellos se acoplarán los sectores de izquierda, como el Polo Obrero y el Frente de Izquierda, aunque no son parte del operativo del peronismo.
El oficialismo buscará aprobarla y terminar con un derrotero de negociaciones que comenzaron en enero y que, en una primera instancia, derivaron en el fracaso de la iniciativa que tenía más de 600 artículos. El proyecto actual logró media sanción en la Cámara de Diputados gracias al acompañamiento de los sectores dialoguistas, y ahora el Gobierno busca transitar un camino similar, aunque el escenario es más ajustado y complejo en lo que respecta a las negociaciones parlamentarias de último momento.
En el peronismo entienden que es momento de consolidarse como la principal oposición a Milei, mostrarse fuertes y ordenados pero, al mismo tiempo, capaces de negociar con todos los sectores opositores, que prometen endurecer su postura contra el gobierno nacional una vez que la ley Bases sea sancionada. En ese momento comenzará una nueva etapa de la gestión libertaria pero también en la oposición. Pero para eso aún falta un paso previo: que se vote la ley. Y, hasta el minuto final, el bloque de Unión por la Patria hará todos los esfuerzos posibles, en las negociaciones subterráneas, para voltear el proyecto de ley.