En la Casa de la Provincia de Buenos Aires se vivió un momento de preocupación cuando, en pleno discurso de Axel Kicillof, un intendente bonaerense se desvaneció y tuvo que ser asistido mientras la rueda de prensa se interrumpió de forma momentánea.
El Gobernador llevaba poco más de 40 minutos de exposición -ya había enumerado una serie de reclamos de fondos que su administración le realiza al gobierno nacional- cuando Juan de Jesús (intendente del Partido de la Costa) se descompuso y necesito ayuda de sus compañeros para mantenerse en pie.
“(Milei) Busca privatizar una cantidad de empresas, correos, trenes, Aerolíneas, que ya se privatizaron, a veces casi con los mismos jugadores, que desembocaron en vaciamiento, liquidación y en la necesidad de ser recuperadas por el Estado”, llegó a decir Kicillof, que se vio sorprendido por los movimientos que había detrás de él e interrumpió su discurso para ver qué pasaba.
A unos metros estaban todos asistiendo a Juan de Jesús; entre ellos Nicolás Kreplak, ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, que terminó involucrándose de manera directa en la atención. El intendente se sentó en una silla que le acercaron y la conferencia siguió su curso.
Un reclamo en bloque al gobierno nacional
El largo discurso del mandatario bonaerense tuvo lugar luego de una presentación del ministro de Gobierno provincial, Carlos Bianco, y del ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, quienes llegaron al mediodía al ministerio de Economía junto a un nutrido grupo de intendentes a dejar un petitorio en donde reclaman que la Nación cubra la deuda por obras paralizadas y recortes de fondos de casi $6 billones.
“Básicamente, es una nota formal y un desglose de cuáles son todas las deudas elegibles, no elegibles y en materia de obra pública”, explicó Bianco ayer, en el marco de la conferencia de prensa que brinda todos los lunes desde el Salón Dorado de la Gobernación en La Plata.
El Ejecutivo bonaerense había denunciado que la gestión de Javier Milei aplica un “plan sistemático de asfixia financiera” contra Buenos Aires, debido al recorte de fondos y transferencias. En ese marco, puso sobre la mesa la suma de $5.8 billones de pesos como monto total de una deuda que está representada por la eliminación de algunos fondos como el Fondo de Incentivo Docentes (FONID), el Fondo de Fortalecimiento Fiscal (FOFOFI), fondos de ANSES que se afectan a la caja previsional del IPS o el Fondo Compensador al Transporte Público de Pasajeros. En definitiva, distintos programas que han sido suspendidos y que el Ejecutivo bonaerense incluso decidió judicializar -por ahora sin suerte- ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Asimismo, en ese listado de deuda, Buenos Aires incluyó la que corresponde a todos los proyectos de obra pública que llevados adelante por la Nación hasta diciembre del año pasado, que se desarrollaban en territorio bonaerense y fueron paralizados. En la provincia de Buenos Aires son poco más de 900 obras.
Bianco y Katopodis fueron acompañados por 60 intendentes peronistas. Primero, los jefes comunales, ministros y el propio Kicillof se reunieron en la Casa de la Provincia. Allí firmaron el petitorio. Luego se dirigieron hacia Economía -sin Kicillof-, dejaron el pedido en mesa de entrada y regresaron a la Casa de la Provincia para acompañar a Kicillof en una conferencia de prensa que encabezó el mandatario provincial para dar detalles de las deudas que la Nación sostiene con la Provincia.