Javier Milei tiene la posibilidad de salir de una semana turbulenta para su Gobierno y dar paso a otra en la que sellará la foto política, acaso, más relevante de sus seis meses de mandato. Tras idas y vueltas, el Presidente decidió que irá a la reunión del Grupo de los Siete (G7) en Italia, que se hará entre el jueves y el sábado. Se trata de una cumbre que reúne a los líderes políticos más poderosos de occidente. Participan los Jefes de Estado y Gobierno de Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania, Reino Unido, Canadá y Japón. Con el plus de que este año fue convocado nada menos que el Papa Francisco, quien -al igual que el libertario- fue invitado por la presidenta Pro Tempore del foro y anfitriona, Giorgia Meloni.
Será la primera participación de Milei en un foro multilateral, algo a lo que, según deslizan quienes lo frecuentan, es renuente. En una noticia sorpresiva, la Casa Rosada dejó trascender que el Jefe de Estado había decidido bajarse de su viaje a Bari, donde se hará el G7. La determinación del presidente desató cierto desconcierto en la Cancillería, donde Diana Mondino tendía puentes para pulir la agenda diplomática y lograr reuniones bilaterales, algo tradicional en el marco de esos foros.
La cumbre con los siete principales presidentes del mundo occidental, y de las potencias más industrializadas del sistema global, resultaba una oportunidad superlativa para sostener esa narrativa. Tras una serie de vaivenes internos, el Jefe de Estado asumió que debía estar esta semana en Borgo Egnazia, el coqueto lugar frente al Adriático donde se desarrollará la reunión principal de Jefes de Estado y de Gobierno.
Milei será el segundo presidente de Argentina en participar en ese exclusivo foro. Fue invitado por Meloni tras el encuentro que ambos compartieron en Roma en febrero. El primero había sido Alberto Fernández, quien invitado por Olaf Sholz participó del G7 de 2022 en Alemania.
El Jefe de Estado se verá cara a cara con los presidentes Joe Biden (Estados Unidos), Emmanuel Macron (Francia), Justin Trudeau (Canadá), Meloni (Italia), los primeros ministros Fumio Kishida (Japón), Rishi Sunak (Reino Unido) y el canciller Olaf Scholz (Alemania). Además de las autoridades de la Unión Europea, como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, y Charles Michel, presidente del Consejo. En tanto que como invitados también estarán el Papa Francisco, así como también se espera para presencia de Lula Da Silva, presidente de Brasil.
El evento principal se realizará en el International Media Center, ubicado en el centro de exposiciones Fiera del Levante en Bari. El foco de la cumbre será la defensa del sistema internacional en defensa de Ucrania por la invasión de Rusia, el conflicto de Oriente Medio, la relación con los países en desarrollo y las economías emergentes.
La Inteligencia Artificial, eje de Milei en el G7
Un punto novedoso, que había sido introducido en la anterior edición en Japón, será también la Inteligencia Artificial. Los líderes debatirán sobre cómo esa tecnología puede generar grandes oportunidades pero también “enormes riesgos”. Meloni, como presidenta del foro, promueve mecanismos de gobernanza para garantizar que la IA siga “centrada y controlada por el ser humano”.
Según supo Infobae, Milei analiza referirse al tema de la Inteligencia Artificial durante el G7. Tiene la posibilidad de dar un discurso breve y analiza centrarlo en ese aspecto. Quien lo asesora al respecto es Demian Reidel, el economista y físico que preside el Consejo de Asesores de la Presidencia. No se descarta que el académico viaje a Italia junto con la comitiva que integrarán el Jefe de Estado, la canciller Mondino y la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.
El Jefe de Estado viene de mantener reuniones en San Francisco sobre la Inteligencia Artificial. Promueve a Argentina para crear un “polo” para el desarrollo de la IA. Una forma de captar inversiones. No obstante, su idea contrasta con el eje del G7, que pretende suscribir un documento con regulaciones al uso de esa tecnología. Quien también tiene una posición crítica sobre la IA es Francisco. El Sumo Pontífice expondrá sus argumentos durante la cumbre en Bari.
El G7, una pantalla global para templar el frente interno
Milei buscará llevar el foco de la opinión pública a su gira por Europa en medio de días críticos para la política interna. Conoce que su figura disruptiva genera atracción global. El G7 le dará la escenografía para darle un salto diplomático a su perfil: una foto con los líderes de las potencias occidentales.
Los últimos días estuvieron signados por la salida de Nicolás Posse de la Jefatura de Gabinete y el reconocimiento de Balcarce 50 sobre falencias en la gestión. Tras ese episodio, se desató el escándalo por la demora en la entrega de alimentos a comedores. El dirigente social opositor Juan Grabois inició una demanda contra el Estado y el Poder Judicial hizo lugar. El Ministerio de Capital Humano, que conduce Sandra Pettovello, quedó en el foco de la polémica. Para cumplir con la resolución judicial, la ministra presentó al final de la semana un documento con el detalle sobre cómo y cuándo se entregarán los productos acopiados. Especialmente, los que tienen vencimiento inminente.
En el Gabinete hubo consenso en reserva respecto a que la semana pasada marcó la crisis política más significativa que afrontó Milei desde el 10 de diciembre. Esas vicisitudes se suman a la dilación en la sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal. El Senado debatirá recién este miércoles los articulados y el Gobierno no tiene certeza plena respecto al poroteo de todos los capítulos. Guillermo Francos, sucesor de Posse y “ministro bombero” de La Libertad Avanza, articula políticamente para hacerlo posible. De obtener aprobación en la Cámara Baja, los textos regresarán a Diputados -como Cámara de origen- para intentar una sanción definitiva. No sucederá hasta finales de mes o principios de julio.
Las peripecias y urgencias del frente interno disimulan las dificultades del Gobierno para encauzar la política exterior. Milei alineó a Argentina con Estados Unidos e Israel y le imprimió una impronta ideológica a las relaciones internacionales. Esa actitud implicó roces con presidente y países con los que Buenos Aires tiene vínculos diplomáticos históricos y necesarios.
La ministra de Relaciones Exteriores es quien zurce los baches que quedan luego de los dardos verbales que Milei aplica a los líderes internacionales que considera opositores. Pese a un desaire con China, Mondino ejecuta pragmatismo y pone templanza para sostener lazos diplomáticos. Un ejemplo es la relación con Brasil. Mientras que el Presidente no tiene diálogo con Lula Da Silva, a quien ha criticado, la jefa del Palacio San Martín cultiva un vínculo cordial con Mauro Vieira, su par de Itamaraty.
El faltazo al Centro Cultural Islámico
Esta semana también hubo un momento de tensión en el plano de la política exterior. Fue el viernes. Mondino esperaba a Milei para compartir un evento con 20 diplomáticos de países árabes en el Centro Cultural Islámico de Palermo. Sobre la hora, el Presidente supo que estaba presente el embajador de Palestina y pegó el portazo. La canciller informó que el Jefe de Estado no iría y la actividad fue suspendida. La comunidad islámica de Buenos Aires repudió la actitud de la Casa Rosada.
La decisión contrastó con el comunicado que Argentina suscribió el jueves junto a países como Estados Unidos, Alemania, Canadá y España sobre la situación en Gaza, para pedir por la liberación de rehenes por parte de Hamas y, a su vez, un alto en el fuego. La Casa Rosada se plegó a Washington, que impulsa la misiva. Idéntico gesto de alineamiento tuvo Milei cuando en mayo Argentina votó en contra de que Palestina sea miembro de la ONU. Una decisión en sintonía con el Despacho Oval e Israel, dos de los nueve Estados que se pronunciaron por la negativa. La moción fue aprobada, no obstante, por el voto positivo de 143 países.
Los viajes de Milei al exterior
Milei ha hecho media docena de viajes al exterior desde que asumió la Presidencia. No todos fueron visitas oficiales o de Estado. Entre sus periplos sobresalen Israel, Davos, España, y tres viajes a Estados Unidos. Para junio, el Jefe de Estado tenía agendada una gira por Europa de más de 10 días. Iniciaba con la cumbre del G7, continuaba con la Cumbre de la Paz de Suiza, luego tenía prevista bilaterales con Emmanuel Macron en París y con Olaf Scholz en Berlín. Finalmente, concluía el recorrido en Madrid, donde recibirá un premio.
En medio de las dificultades en el frente doméstico y los cuestionamientos por los viajes “particulares”, Milei comunicó que acortaría su gira europea. Confirmó su presencia en el G7, pero se bajó de la Cumbre de la Paz que organiza Volodimir Zelenzky, presidente de Ucrania, y canceló la bilateral con Macron. Regresará a Argentina el 15 de junio y volverá a Europa para reunirse con Sholz, recibir un premio en Alemania y en España.
Cabe recordar que la reunión con Macron estaba prevista para el 19 de junio y había sido posible por las gestiones diplomáticas de Mondino y de Ian Sielecki, el embajador argentino en París, de buenas relaciones en círculo chico del Palacio Elíseo y con un vínculo personal excelente con Gabriel Attal, primer ministro de Francia.
En estos momentos, Macron es, acaso, el líderes más relevante de Occidente. Tiende mandato hasta el 2027 al frente del Elíseo. En Europa, Sholz enfrenta elecciones el año próximo y será sucedido. El premier británico, en tanto, acaba de convocar a elecciones y atraviesa una situación de fragilidad institucional. En Estados Unidos, Biden no tiene asegurada su reelección en noviembre. Donald Trump tiene posibilidades ciertas de regresar a la Casa Blanca. Meloni vive un momento de popularidad, pero Italia está lejos de Francia como potencia global. Este panorama ofrecía a Milei un escenario destacado para un encuentro a solas con el Jefe de Estado francés. Cancelar el encuentro fue otro gesto disruptivo del libertario.
El contexto político europeo
Milei llegará a Italia en una semana signada por las elecciones en el Parlamento Europeo, órgano soberano de la Unión Europea. El bloque renueva la totalidad de sus bancas y las autoridades de sus instituciones. Los comicios arrancaron el jueves y terminarán hoy con platos fuertes con el voto en países como Francia, España y Alemania.
Meloni es candidata al Parlamento Europeo. Italia votó ayer, además de tener también elecciones municipales. La líder italiana vive un momento de crecimiento político regional. Busca que la derecha gane posiciones y relegue a las coaliciones de centro izquierda. No obstante, si es electa, renunciará a su banca para concentrarse en la presidencia del Consejo de Ministros de su país.
Los sondeos auguran un crecimiento de los partidos de derecha, que podría alcanzar a un cuarto de los escaños del Parlamento Europeo. Se trataría de un cambio en el equilibrio político de los próximos cinco años que arroja incertidumbre sobre el rumbo del bloque continental. La Cancillería sigue de cerca las elecciones en Parlamento Europeo. Es que el Acuerdo Mercosur Unión Europea puede tener avances o retrocesos conforme el resultado de esos comicios.
En pleno auge de partidos de extrema derecha y conservadores, Macron puede perder incidencia en esa sociedad internacional. El presidente francés lidera la coalición Renovar Europa, que pone en juego casi 100 escaños. Su partido, puntualmente, controla la mayoría de esa alianza demócrata liberal.
Argentina tiene interés en impulsar el histórico Acuerdo Mercosur y UE. Macron tiene motivos internos para objetar ese tratado. El presidente francés evalúa por estas horas impulsar a Mario Draghi, ex presidente de Italia, como sucesor de Ursula von der Leyen. Si Francia sostiene su incidencia sobre el Parlamento Europeo y la designación de la nueva Comisión Europea, el pacto birregional entrará en terreno cenagoso. En cambio, si en la nueva aritmética parlamentaria, Macron pierde peso en la Unión Europea, Argentina buscará empujar el Acuerdo con el Mercosur.
El G7 será un espacio propicio para debatir esos temas. ¿Habrá bilaterales de Milei con otros presidentes? ¿Sucederá el primer saludo entre el Jefe de Estado Argentino y Lula? ¿Adoptará Argentina una actitud pragmática en política exterior en el marco de ese foro global, y en la previa al G20 de Río de Janeiro? Son algunos de los interrogantes que sobrevolarán a la primera participación del Presidente argentino en un foro multilateral.