A tres días de la marcha hacia el Congreso que realizarán sindicalistas de la CGT para presionar a los senadores a que voten en contra de la Ley Bases, desde el Gobierno salieron a advertir que no permitirán que los manifestantes tomen el Congreso ni que protagonicen hechos violentos.
“Que no se les ocurra tirar una piedra, que no se les ocurra levantar una baldosa”, remarcó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al referirse a la implementación del protocolo anti piquetes.
La convocatoria fue hecha por Ricardo Pignanelli, líder del sindicato de mecánicos (SMATA); Pablo Moyano, de Camioneros; y Hugo Yasky, titular de la CTA; bajo el lema “O héroes o traidores”. En esa disyuntiva pretende meter la CGT a los senadores que este miércoles -a partir de las 10 de la mañana- debatirán la Ley Bases, que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados.
“Hay límites. Si hacen eso quiere decir que están contra la ley. No vale la piedra, no vale el palo, no vale intentar tomar el Congreso, no vale nada”, sentenció la funcionaria en Radio Rivadavia al remarcar que ya tiene “a las fuerzas preparadas y listas para actuar si intentan el uso de la violencia”. Además, agregó: “No hay tutía (sic) con esto”.
Alerta sindical
Con relación al proyecto, Pignanelli dijo que si llega a aprobarse habrá “serias dificultades en el mundo laboral, y también serias dificultades para el pueblo argentino”, porque afecta a “los intereses de nuestra Patria”.
Moyano, en tanto, indicó que lo que está en juego es el destino de la República y consideró que movilizarse “es una necesidad y obligación”. Se mostró convencido de que la Ley Bases “va a destruir a la industria, al transporte, porque los trabajadores vuelven a pagar el Impuesto a las Ganancias y vuelven con la obsesión de todos los gobiernos de derecha de privatizar Aerolíneas Argentinas”.
Lejos de amedrentarse con esta movilización, que algunos afirman que será parecida a la que le hicieron al gobierno de Mauricio Macri en 2017 en contra de la reforma previsional, Bullrich duplicó su apuesta y se mostró convencida de terminar con las mafias que atentan contra las medidas del presidente Javier Milei.
“Estamos convencidos de que el gobierno está siendo atacado por los cambios que está haciendo. Porque nunca en tan poco tiempo se hicieron tantos cambios. Entonces, la cantidad de intereses que se están tocando hacen que todo el tiempo se instale la vieja idea de la ingobernabilidad”, señaló la ministra de Seguridad a radio Rivadavia.
“Vamos a un país con superávit, sin inflación y con normas de competitividad, derogando todo lo que no sirva. Como este es el camino, entonces intentan la desestabilización”, sintetizó Bullrich sobre el plan de la CGT.
Si bien evitó referirse a “ideas conspirativas”, remarcó que los sindicalistas tienen que entender que “lo que hasta ahora no dio resultado, no va a dar resultado en el futuro”. Y destacó que el gobierno hará lo que le prometió a sus votantes en la campaña: “A algunos no les gustará este camino de cambio porque les toca sus bolsillos. Ahora, hay 46 millones de argentinos que saben que si seguimos por el mismo camino nos llevará al fracaso. Eso no va a pasar con este gobierno”.
Bullrich dijo que “este gobierno va hacia una salida exitosa, capitalista, con reglas, con mercados abiertos, con posibilidades de bajar impuestos”. Enfatizó que se trata de un modelo que ya se probó en distintos momentos históricos de la Argentina y fue el único que dio riqueza y resultados. “Así que, intenten lo que quieran, el rumbo no se mueve”, ratificó.
En esa línea de acción, recordó que los objetivos son “ordenar y achicar el Estado, devolver impuestos a la sociedad y terminar con el estado corporativo mafioso que tenemos en Argentina”.
Con respecto a la demora en la baja de impuestos, que es otra de las promesas de Milei, la Ministra aseguró que eso aún no sucedió por las ideas y vueltas con la Ley Bases: “Nosotros teníamos pensado tener la ley para enero, pero pasó enero, febrero, marzo, abril y mayo. Ya estamos en junio y necesitamos algunos instrumentos para hacerlo”.
Por último, recordó que Argentina no es un país que siempre brinde seguridad política y seguridad jurídica eterna, por lo que es necesario la sanción de esta ley que “permite institucionalizar que los cambios que no tengan vuelta atrás”.