“No son todos chorros”, aclaran desde la Iglesia en referencia a las acusaciones que se gestaron hacia los movimientos sociales desde que se desató el escándalo por los alimentos guardados en depósitos del Ministerio de Capital Humano y la denuncia por supuestos comedores inexistentes. De todos modos, desde la institución religiosa no se pronunciarán sobre la judicialización del conflicto y buscarán, según adelantaron a Infobae, enfocar el discurso a resolver la urgencia en los barrios populares y alertar sobre el aumento de las necesidades básicas. Además, preparan una misa para reconocer el trabajo de las mujeres en los sectores más vulnerables.
El próximo miércoles 19 de junio el monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, encabezará una misa en reconocimiento “a las mujeres que sostienen los comedores en nuestros barrios”, como describieron en la invitación. El encuentro se realizará desde las 11 en el Santuario de la Virgen de Caacupé, de la localidad bonaerense de La Matanza.
Monseñor Ojea fue el mismo que, en medio de la polémica con la ministra Sandra Pettovello, compartió un mensaje un día después de que Javier Milei encabezara la celebración del 25 de Mayo en Córdoba. Allí expresó su preocupación por la pérdida de “sensibilidad frente a un derecho que es primario como es el derecho al alimento”.
“Nos hemos enterado sobre la existencia de dos depósitos de alimentos que tienen cinco millones de kilos de alimentos guardados. No entro en las razones por las que están guardados, pero pienso que en un tiempo de emergencia alimentaria esto debe llamarnos a la reflexión”, agregó el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y recordó la advertencia del papa Francisco: “Hemos entrado en la globalización de la indiferencia”.
Con el paso de los días y ante el operativo contrarreloj que lanzó el Gobierno por el inminente vencimiento de gran parte de los alimentos, en la Iglesia aumentó la preocupación. En el trabajo territorial que despliegan, al igual que los movimientos sociales, observan cierta ausencia del Estado, que se suma a la falta de continuidad de funcionarios a cargo del área en Capital Humano.
Dos temas encienden las alarmas entre los referentes eclesiásticos: el aumento de demanda de alimentos y la generalización de las acusaciones y denuncias cruzadas. “No nos metemos en el cómo, lo importante es que los alimentos lleguen. Esa debe ser la prioridad”, alertan.
Los números que reveló el informe presentado por Cáritas Argentina y el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA) de la Universidad Católica Argentina sumaron preocupación: entre el tercer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, el indicador de pobreza subió del 44,7% al 55,5%, mientras que la indigencia pasó del 9,6% al 17,5%.
El informe titulado “Radiografía de la pobreza en Argentina: realidad social y solidaridad que es esperanza”, realizado en el marco de la Colecta Anual de Cáritas - bajo el lema “Tu solidaridad es esperanza”- demuestra que en los primeros meses de 2024, aproximadamente 24,9 millones de personas en áreas urbanas se encontraban en situación de pobreza, de las cuales 7,8 millones vivían en la indigencia.
A raíz de la denuncia que hizo Juan Grabois, salió a luz que el Gobierno tenía alimentos guardados por 5.902.987 kilos; de ellos, 3.627.815 kilos estaban en los galpones de Villa Martelli y 2.275.172 de kilos en Tucumán. También había 339.867 kilos de leche en polvo que vencen entre el 7 y el 30 de julio y 4.439 kilos de harina de maíz que vencen el 25 de julio.
La presentación judicial de Grabois avivó las denuncias sobre extorsiones a beneficiarios de planes sociales para ir a marchas, administración de “comedores fantasma” y venta de alimentos del Estado en ferias. “No son todos chorros”, insisten en la Iglesia y, además, alientan a que se realicen las auditorías pertinentes pero que eso no implique un freno en el reparto de alimentos.
Más allá de los informes y las advertencias sobre la situación social, la Iglesia evitará expresarse sobre las denuncias cruzadas entre el Gobierno y los movimientos sociales. Buscan encauzar la problemática hacia una solución. Entre los máximos representantes de la Iglesia quieren evitar ser utilizados como blanco de operaciones o vínculos con algún sector en disputa. De hecho, creen que algunos actores buscaron enfrentar al arzobispo Jorge García Cuerva con Javier Milei con la foto que trascendió de una cena que realiza habitualmente.
Se debe a que Juan Carlos Molina, un cura que tiene comunicación directa con la ex vicepresidenta Cristina Kirchner, compartió en sus redes sociales una foto de una mesa larga ubicada en el pasillo central de la Catedral Metropolitana con platos de comida y agregó: “Catedral de Bs As. el comedor de los pobres. También lo van a marcar como comedor fantasma? Repartan la comida”.
Esa publicación impulsó a que el Arzobispado de Buenos Aires emitiera un comunicado aclaratorio: “A partir de algunas noticias difundidas en las últimas horas queremos informar que, en el marco de la semana de la caridad, en vísperas de la Colecta Anual de Cáritas, el pasado martes 4 de junio se realizó en la Catedral Metropolitana un encuentro de agentes de pastoral que acompañan a las personas en situación de calle”
“De este encuentro participaron referentes de parroquias, movimientos, funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y asociaciones civiles. Estamos seguros que la mejor ayuda es la que se organiza. En este espíritu es que se convocó en esta primera instancia a todos aquellos que vienen realizando una tarea generosa, solidaria y comprometida con los más pobres”, informó la Oficina de Comunicación del Arzobispado porteño.