Eduardo Belliboni se defendió de las acusaciones por supuesto manejo fraudulento de dinero del Polo Obrero a través de facturas truchas y gastos dibujados.
La Justicia detectó facturación apócrifa por $25 millones que fue emitida por una imprenta ligada a la mencionada organización piquetera y por una empresa fantasma. En este marco, el juez Sebastián Casanello ordenó la inhibición de bienes de Belliboni, quien deberá a presentarse a indagatoria en las próximas semanas en la causa por administración fraudulenta, coacción y extorsión a beneficiarios de planes sociales.
Luego de trascender el caso semanas atrás, el referente del PO habló este martes en Todo Noticias donde mantuvo un tenso cruce con los periodistas Nicolas Wiñazki y Santiago Fioriti. De ante mano, el dirigente social agradeció irónicamente “el derecho a réplica” luego de “20 días que hablan en contra de mí; de todas las barbaridades que dijeron”.
Acto seguido cuestionó la presentación del tema que hicieron los conductores del programa Somos Buenos. “¿Por qué las facturas son truchas? No es verdad. La Administración de Ingresos Públicos a mí me autorizó a comprarle a esa empresa porque antes de hacerlo tengo que preguntar a la AFIP si la empresa es legal, está dentro del convenio que firmé con el Ministerio de Desarrollo Social. A mí la AFIP me dijo que esa empresa existía, que era absolutamente legal”, justificó.
Una de las firmas apuntadas es una imprenta denominada “Ediciones e Impresiones Rumbos SRL”, con sede en la calle Palestina 542, en el barrio de Almagro. En ese lugar hay un modesto PH, que fue allanado cuando la causa estaba bajo secreto de sumario. La Policía fue recibida por el hijo del ex legislador Marcelo Ramal, que viviría ahí con su madre y otra persona. De la imprenta, no había ningún rastro. Además Infobae reveló que la imprenta, ligada a actividades políticas del Partido Obrero, tiene apenas dos empleadas registradas. Una de ellas es Claudia Ferrero, una de las abogadas que se presentó como defensora de varios de los imputados en la causa.
Al respecto, Belliboni explicó que “los materiales comprados fueron buscados en los depósitos” de la supuesta compañía, no en las oficinas donde evidentemente no funcionaba la imprenta.
“Rumbos es una empresa que hace la prensa obrera, ha hecho libros, defensa del marxismo, es una empresa totalmente reconocida. La factura no es ilegal, está la factura y está el producto. Basta de decir pavadas. Todo está absolutamente rendido en las cuentas. ¿Vos te crees que te dan plata y no te van a controlar? eso no existe”, argumentó.
La otra firma que habría aportado facturas es Coxtex SA, creada en 2020 y supuestamente dedicada a la venta de electrodomésticos, celulares y accesorios de computación. “Está en la base de datos de la AFIP como una empresa usada para proveer facturas apócrifas”, detalló una fuente de Tribunales.
Consultado al respecto, el dirigente social insistió en su defensa. “¿Las facturas son truchas? No, es falso. Las facturas no son truchas, ni para la AFIP ni para el Estado que aceptó las facturas y nunca tuvo ningún reclamo. Ninguna factura es trucha, dejen de decir eso porque no son truchas y lo vamos a mostrar al juez. Vamos a ir a dar la cara. Está la factura y está la maquina, ¿Qué es lo trucho?”
Fue allí que elevó el tono de la discusión y apuntó contra los periodistas a quienes acusó de “mezclar todo para tapar otras cosas”. “Tienen que desdecirse”, los instó. “Ustedes no tienen ningún respeto, dijeron barbaridades de mí todo el tiempo”, continuó. “Yo no soy ningún jefe, jefe tenés vos que te dice lo que tenés que decir”, contestó cuando lo definieron como jefe del PO. “Soy miembro de la Dirección Nacional del Polo Obrero”, aclaró.
Según la investigación, Belliboni firmó rendiciones de fondos donde aparecen las facturas sospechosas. “Entre 2020 y 2023, la Asociación civil Polo Obrero y la cooperativa El Resplandor recibieron $360 millones. Ese total habrían rendido solo 113 millones, indicó hasta ahora el Ministerio de Capital Humano. “Y en esas rendiciones aparecen los 25 millones de las facturas. Es un porcentaje alto”, detalló una fuente que tuvo acceso a la causa judicial.
Anoche, el líder piquetero reconoció que la organización recibió 300 millones de pesos. Pero negó que se haya pagado, por ejemplo, una resma de hojas A4 $1.900.000: “¿Cómo vamos a pagar eso? no te lo acepta el Estado”.
Belliboni está citado a declarar el 25 de junio. Ese mismo día también declararán Adrián Albornorz, supuesto dueño de la imprenta, y María Isolda Dotti, alias Tango, la joven que tenía más de 54 mil dólares debajo de su cama.
“Tengo la conciencia tranquila, no soy ningún delincuente”, aclaró este martes el referente del Polo Obrero.