Mientras el oficialismo continúa con las cuentas de las potenciales adhesiones que tendrían, en las definiciones en particular, la Ley Bases y el paquete fiscal, el kirchnerismo por ahora no activó sus dictámenes de rechazo. Si bien esa postura es inamovible para la votación en general, el Frente de Todos analiza una jugada de pinzas para el recinto: apoyar algunos artículos para obtener los dos tercios y bloquear, de esa manera, la posibilidad de insistir con las versiones originales en caso de que las iniciativas regresen en segunda revisión a Diputados.
Primero, la bancada que comanda el formoseño José Mayans tendrá que decidir si presenta dictámenes de minoría en rechazo de ambos proyectos, como hizo en Diputados. No tiene la obligación de hacerlo. Además, el kirchnerismo pretende que el oficialismo vuelva a convocar a las comisiones que trataron las leyes para que aclaren, de manera formal y en reunión plenaria, si los textos obtuvieron las firmas necesarias para empezar a contar, desde ahí, los siete días reglamentarios para ir al recinto. El miércoles pasado, las comisiones pasaron a cuarto intermedio y, a las pocas horas, aparecieron los despachos.
Veamos las iniciativas. Por caso, en el artículo 3 del dictamen con modificaciones de la ley Bases firmado en la Cámara alta, en la reorganización administrativa del Estado se excluyeron, de la eliminación de competencias o la transformación de sus estructuras, el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), la Administración de Parques Nacionales (APN), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), el Instituto Antártico Argentino (IAA), el Servicio de Hidrografía Nacional, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el Instituto Nacional del Agua (INA), y el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD), entre otros organismos. Algunos de estos se repiten en el artículo 6, cuando se menciona la posibilidad de intervenir por un año.
Otros puntos sobre los que prestará atención el Frente de Todos serán el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), con los cambios a favor de la producción nacional y contratación de trabajadores locales; y el bloqueo para poner a disponibilidad a empleados públicos que se encuentren con algún tipo de licencia.
En tanto, en el paquete fiscal aparecen diversos retoques sobre el blanqueo, como la desactivación 10 años hacia atrás para funcionarios públicos, y la imposibilidad de hermanos y otros familiares. Además, otros ítems que están relacionados con la deducción de créditos hipotecarios en Ganancias y la resucitación del Monotributo social.
Todo este escenario no quita el objetivo inicial del kirchnerismo, que es el rechazo en general de ambos proyectos. El Frente de Todos tiene 33 legisladores y está a cuatro del quorum y de la mayoría absoluta del Senado. Sin embargo, ese objetivo parece lejano, según lo ocurrido durante mayo con el debate en comisiones.
A pesar de ello, el oficialismo no puede dar nada por sentado y el equipo discreto que acompaña a la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, revisa de manera meticulosa el panorama de votos con funcionarios del Ejecutivo y sostendrá esta semana encuentros con la oposición dialoguista. Mientras tanto, se espera que presente su propio dictamen el radical y titular del centenario partido, Martín Lousteau.
Tras el último plenario de comisiones, realizado del miércoles pasado, algunos grifos no quedaron del todo cerrados y el oficialismo sospecha -con toda lógica- de picardías que pueda llegar a hacer un puñado de legisladores. Por ello, la necesidad de tener lo más detallado el artículo por artículo, de cara a una votación, se presupone tediosa y cargada de nerviosismo.
Con sólo ver las firmas en disidencia de varios senadores -incluso, de quienes se habían comprometido a no llegar a dicha instancia-, hay varios artículos que hoy están más del lado de la derrota que de su aval. La clave, como reiteró en varias ocasiones Infobae, es que ninguno de los eventuales traspiés capten dos tercios de los votos. Si no, será imposible revertir un resultado adverso de ese calibre en Diputados.
La preocupación extra es la masa crítica de rechazo a un capítulo clave para el Gobierno: las privatizaciones -Aerolíneas Argentinas, en la cima de los rechazos-, aunque también se suman las facultades delegadas, la reinstauración de Ganancias y algunos puntos del RIGI.