El secretario de Niñez y Familia y virtual número dos del Ministerio de Capital Humano, Pablo De la Torre, fue desplazado de su cargo en medio de una fuerte polémica por la distribución de los alimentos destinados a los comedores populares y las organizaciones sociales. La ministra Sandra Pettovello tomó la decisión tras una serie de reclamos, protestas y la presentación ante la Justicia de organizaciones sociales que denunciaron la retención de comida en dependencias de ese organismo.
“A raíz de una información recibida sobre el estado y fechas de vencimiento de determinados productos adquiridos por el gobierno anterior (los cuales se encuentran en los galpones de Villa Martelli y de Tafí Viejo en la provincia de Tucumán del ex Ministerio de Desarrollo Social), ha llevado a cabo una auditoría y ha decidido limitar las competencias de los funcionarios y empleados responsables que, por mal desempeño de sus tareas, no han realizado un control permanente de stock y de vencimiento de mercadería”, informó el Ministerio.
“Se realizarán las investigaciones administrativas correspondientes, asimismo, se pone en marcha un protocolo para la entrega inmediata de los alimentos de próximo vencimiento por medio del Ejército Argentino para garantizar una logística rápida y eficiente”, se indicó.
El abogado y dirigente de Argentina Humana, Juan Grabois, había advertido antes de que se conociera la decisión de Pettovello que la información oficial ingresada a la causa demuestra que entre los alimentos acopiados en galpones hay leche en polvo de próximo vencimiento. El referente se presentó ante la Justicia para reclamar que se retenían alimentos y que había comida a punto de vencer.
“Según la información oficial ingresada por el gobierno nacional a la causa por incumplimiento de deberes de funcionario en la que está imputada Pettovello, hay en los galpones del gobierno no cinco sino seis mil toneladas de alimentos; para colmo 339.867 kg de leche en polvo que rinden 2.718.936 litros de leche líquida que se vencen en julio y todavía no presentaron el cronograma de entrega”, denunció Juan Grabois en redes sociales. Y reclamó: “En total hay 924.970 kilos de leche. ¡Repartan la comida, sinvergüenzas!”
“De las entregas realizadas hasta hoy pocas tienen que ver con emergencias. Se derivaron a instituciones religiosas, municipios y provincias. Incluso un conocido movimiento piquetero recibió 225,050 kg de alimentos”, planteó Grabois y cuestionó que “se esté desabasteciendo el 90% la red de ayuda social que tejimos durante décadas para abordar los problemas básicos que ni el estado ni el mercado resuelve en un contexto de duplicación de la extrema pobreza”.
Luego de que se conociera la noticia de su salida del Gabinete, Pablo De la Torre expresó: “Fue un honor ser parte del Gobierno nacional durante estos meses. Seguiré trabajando por nuestra Patria desde el lugar que me toque. Pido a Dios que ilumine al presidente Milei en la enorme tarea que es sacar a este país adelante”.
Otras renuncias
El Ministerio de Capital sumó así una nueva dimisión. Con una envergadura que contiene los que fueron las carteras de Desarrollo Social, Trabajo y Educación, es el organismo del gobierno de Javier Milei que tiene más renuncias. Con la de hoy ya son 15 las renuncias.
Las últimas fueron la de Liliana Archimbal, a la Subsecretaría de Trabajo. Antes, Maximiliano Keczeli, uno de los más estrechos colaboradores de Pettovello, y responsable de legales dentro de la cartera. Y Gerardo Marcelo Hita, director del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, se había ido el mes pasado.
Pablo Rodríguez, quien trabajaba en la Secretaría de Niñez y Familia -aunque no había sido formalizada su designación-, y Agustín Sánchez Sorondo, subsecretario administrativo, dejaron su cargo a principios de febrero. También se fue de esa órbita Rodrigo “Roco” Aybar, quien pasó de ser subsecretario de Innovación de la Economía Solidaria, dentro de Capital Humano, a ser subsecretario de Vivienda.
Otra área que tuvo fuertes cambios fue la Secretaría de Trabajo, que funciona bajo la órbita de Pettovello. De allí fue despedido a principios de enero el subsecretario de Trabajo Horacio Pitrau, un experto el derecho laboral, con pasado en el PRO, que fue eyectado del cargo por haber entablado negociaciones con sectores sindicales. Dos semanas antes corrió la misma suerte Omar Yasín, a quien le adjudicaron la responsabilidad por aumentos de sueldos a ministros y al propio presidente Milei, del orden del 50%. Además, se fueron Luis Palomino y Mariana Hortal Sueldo, también del ámbito laboral de esa cartera.
Y el titular de ANSES, Osvaldo Giordano, que también dejó su cargo, como represalia por el rechazo de su esposa, la diputada Alejandra Torres, a la “Ley Ómnibus”. Antes había renunciado el director de la Casa Grande “Néstor Kirchner”, Marcelo Basilotta. La decisión se conoció a pocas horas de que se confirmara el cambio de nombre de esa dependencia a “Casa Patria Libertad”. Uno que sólo duró unos días como colaborador informal fue el diputado bonaerense Fabián Perechodnik.
Perfil del funcionario saliente
De la Torre, que es hermano del ex intendente de San Miguel y actual senador provincial (Juntos por el Cambio), Joaquín de la Torre. En el distrito bonaerense, tuvo a su cargo el área de Salud y actualmente es secretario de infancia y familia. Es médico pediatra, y presidente de la Asociación Civil Concordia. Según indicaron desde San Miguel, siempre estuvo vinculado a los temas sociales, sobre todo desde la creación de los Centros de Desarrollo Infanto Familiares.
De la Torre, además llegó a la gestión de Milei porque tenía un excelente vínculo con los principales referentes de la Iglesia. En 2020, cuando era secretario de Salud municipal, hizo pública su postura sobre la ley para despenalizar el aborto. “Hemos decidido estudiar medicina por vocación, para salvar vidas, para combatir la enfermedad y para combatir a la muerte. Siempre, y en todo lugar, estamos dispuestos a dar la vida inclusive por nuestros pacientes, en el consultorio, en la guardia, en una cancha de fútbol, miles de veces en eventos hemos repetido ante la situación “un médico, por favor”. Para qué, para salvar vidas, esa es nuestra vocación, nuestra profesión, el juramento que hicimos cuando nos recibimos”.