En el contexto del debate por la Ley Bases, el senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires Martín Lousteau detalló este miércoles la propuesta presentada el último 14 de mayo para que la dieta de los senadores se equipare a lo mismo que gana un director de escuela primaria en CABA. Para ello, explicó que “se tomó como referencia el sueldo correspondiente a un director de escuela con el máximo de antigüedad en la jurisdicción donde se asiente el Senado de la Nación, es decir, en CABA”.
Al respecto, el presidente de la UCR aseguró: “Los senadores tenemos que dar una respuesta real a un reclamo de la sociedad”. En el mismo sentido, afirmó que “es de vital importancia garantizar que los senadores del interior del país cuenten con los recursos para desempeñar su tarea en el Congreso, pero los gastos de traslado y hospedaje deben estar debidamente justificados y alineados en relación a su función”.
“El monto referente a las dietas parlamentarias en relación con los niveles de honorarios en nuestro país y de otras actividades, ha sido motivo de polémicas discusiones que en numerosas ocasiones no todos han estado dispuestos a expresar de manera abierta. Por lo cual, siendo un tema de tanta sensibilidad, entendiendo el contexto económico y social que está atravesando nuestro país debemos darnos el espacio para escuchar todas las voces en su conjunto, desde diferentes perspectivas, aún con incomodidad”, argumentó el texto presentado como proyecto de resolución.
Además, Lousteau remarcó: “Establecimos un descuento en la dieta para los senadores que falten a las sesiones o a reuniones de comisión”.
“Los senadores deben concurrir a las sesiones que fueran citadas por la presidencia a la hora fijada. En caso de no concurrir, y si no hubiera notificado su ausencia en los términos del artículo 25 del Reglamento del Honorable Senado de la Nación, se aplica un descuento del equivalente al 10% de la dieta mensual en concepto de medida sancionatoria. Quedan exentos de esta disposición, los senadores que estén presentes en el Senado y opten por no dar quórum para el inicio de la sesión”, agregó.
Respecto del debate planteado, hoy se conoció que los trabajadores del Palacio Legislativo ahora tendrán un incremento en mayo del 9%, y como la dieta de los legisladores quedó enganchada a la paritaria, la de ellos también ajustará ese porcentaje. A raíz de esto, los sueldos de los 72 senadores que conforman la Cámara Alta pasará de $7 millones bruto a $8 millones a partir del mes que viene. En mano, durante el último mes, cobraron $ 4,5 millones y ahora superarán los 5 millones de pesos. Hasta antes de este nuevo aumento, los parlamentarios de la Cámara Baja cobraban entre $ 2,5 y $ 3 millones menos que sus pares de la Cámara Alta.
Mientras que por el lado de los diputados, hay un proyecto presentado por el libertario Carlos D’Alessandro y otro de la ex gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, para atar los incrementos de los legisladores a los de los jubilados. Así como también Oscar Agost Carreño, del bloque de Miguel Ángel Pichetto, pretende equiparar las dietas de las cabezas de los tres poderes del Estado.
Pase a planta permanente
Por otra parte, Lousteau hizo hincapié en que “quienes entren a trabajar con los senadores como planta transitoria, deberán irse cuando ese senador finalice su mandato. No pueden haber pases a planta permanente”. “Por ello se refiere remitirnos a las tareas de formación e instrucción, retomadas y revalorizadas que estableció primero el Dr. Alfonsín y luego el Presidente Menem, en el retorno del régimen democrático”, subrayó.
Con el mismo espíritu, el presidente del Comité Nacional de la UCR enfatizó que “si se logra esto, el personal administrativo, político y jerárquico podrá demostrar sus condiciones, podrá trabajar de manera segura, porque conocerá en su tarea y sabrá que la misma es productiva, resolutiva, congruente y perdurable”.
“Esto resignificará el término ‘burocracia’ y le dará el sentido correspondiente y significativo que hace alusión a ‘bureau’ (del francés: oficina, despacho) y ‘Cracia’ (del griego: gobierno) Es decir, gobierno de oficina que refiere a una riqueza en términos de conocimientos y saberes administrativos”, resaltó el radical.
Para finalizar, estableció que “una vez conseguido esto, no sólo se observará el buen desempeño, si no que el mismo trabajador estará incentivado a continuar capacitándose”, y agregó que “si el burócrata se encuentra especializado en su tarea, sabrá lo que hace y de esta manera el trabajo obtendrá mayor competencia; con esto, él solo estará libre de los mecanismos de control y libre del entorno que lo rodea sin dejar de responder al mismo”.