El Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri, avanza en su gestión en las distintas áreas a su alcance y en ese marco activa la agenda de culto. Se trata de un tema relevante para los porteños, dado que en CABA conviven diversas religiones que interactúan entre sí.
En ese macro, Macri decidió reformular el organigrama de su Gabinete. Tras su asunción el 10 de diciembre de 2023, el alcalde ubicó a la Dirección de Culto bajo el ala de Institucionales de la Secretaría General que conduce Fulvio Pompeo, histórico dirigente del PRO. Durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, esa área estaba debajo de Internacionales, dentro de la misma Secretaría.
En tanto, quien gestiona Culto desde la llegada de Jorge Macri es María del Pilar Bosca, quien se desempeña en el gobierno porteño desde 2015. La funcionaria había trabajado en el equipo de Federico Pugliese, su predecesor.
Bosca tiene como principal objetivo fortalecer el diálogo interreligioso de la Ciudad y ejecutar la articulación con los diversos cultos de CABA. En ese sentido, Macri pretende promover un intercambio abierto entre los credos que existen en la Argentina.
Una de las actividades que el gobierno porteño organiza para este año en ese sentido es La Noche de los Templos. Tendrá lugar el 29 de noviembre y consistirá en una jornada turística y cultural en la que estarán abiertos los centros religiosos de los distintos cultos. Incluso, muchos que habitualmente no permiten el acceso a personas ajenas al credo.
Otro tema que Macri y la Dirección de Culto siguen de cerca es el posible viaje del Papa Francisco a la Argentina. Esta semana se conoció la noticia de que el líder del Vaticano deslizó su intención de venir al país a finales de noviembre o a principios de 2025.
“Me gustaría ir para fines de noviembre o principios del año que viene”, respondió el Sumo Pontífice durante una visita que tuvo con tres niños de parroquias porteñas que fueron a visitar a la Santa Sede, junto a sus madres y el presbítero Iván Dornelles, secretario ejecutivo de la Vicaría de Niños de la arquidiócesis de Buenos Aires.
La definición del papa Francisco sobre un posible regreso después de 11 años de su elección en el trono de Pedro no es la primera que se da. En los últimos meses, sin embargo, crecieron las versiones de una disposición del sumo pontífice para volver a su tierra. El único “problema” tenía que ver con otros viajes que tiene en agenda, que le insumen un enorme esfuerzo físico.
En febrero pasado, cuando el presidente Javier Milei mantuvo una reunión a solas de más de una hora en Roma, el tema de una visita a la Argentina figuró al tope de las conversaciones entre ambos jefes de Estado.
En ese mismo momento, Jorge Macri también estuvo en Roma y accedió a una audiencia con el Papa Francisco. Fue el 14 de febrero en la casa de Santa Marta, en el Vaticano. El jefe de Gobierno había asistido acompañado por su esposa, María Belén Ludueña.
“Charlamos sobre los planes que tengo para el sur de Buenos Aires y el Papa se mostró muy interesado. Conversamos también del barrio de Flores y eso le trajo muchos recuerdos”, destacó Jorge Macri tras su visita al Vaticano. Y agregó: “Hablamos de la preocupación del tema de salud mental, las adicciones, cómo trabajar con las iglesias, tanto la católica, los hogares de Cristo, la Iglesia Evangélica, los curas villeros, Cáritas, el tercer sector para ayudar a contener y asistir”.