El interventor de la Agencia Federal de Inteligencia, Silvestre Sivori, presentó su renuncia, tras la salida del Jefe de Gabinete de Ministros, Nicolás Posse, del gobierno nacional, confirmaron esta noche fuentes oficiales a Infobae. El ahora ex jefe de los espías difundió un comunicado poco después de la resonante caída del ex ministro coordinador, en el que informó que había tomado la decisión de dejar su cargo.
El presidente Javier Milei decidió de reemplazar a Posse por el ministro del Interior, Guillermo Francos, debido a “diferencias de criterios y expectativas en la marcha del Gobierno y las tareas encomendadas”, una evaluación crítica de la que no estaban exentos la mayoría de sus principales colaboradores, entre ellos el ahora saliente titular de la Agencia Federal de Inteligencia.
A Sívori -un abogado que trabajó en los equipos del PRO- lo designaron mediante los decretos 22 y 24 publicados el 12 de diciembre en el Boletín Oficial. Con la firma de Milei y el jefe de Gabinete de la Nación, Nicolás Posse, se reglamentó el procedimiento de normalización de la ex-SIDE por un plazo de dos años o “hasta que cesen los motivos” de esta medida. Y le dio al nuevo titular amplios poderes.
El profesional de la abogacía llegó tras un paso en el Gobierno de la Ciudad y en la gestión de Cambiemos en la Casa Rosada. Desempeñó funciones en la Secretaría Legal y Técnica porteña y en la Agencia de Protección Ambiental, así como también fue asesor en la Dirección General Técnica Administrativa y Legal de la Subsecretaría de Transporte de la Ciudad. En el Poder Ejecutivo Nacional, con Mauricio Macri, fue director general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Transporte en el paso de Guillermo Dietrich en la cartera.
Sívori dependía de Nicolás Posse porque por primera vez el jefe de los espías dejó de ser un funcionario con línea directa con el presidente de la Nación. Javier Milei siempre tuvo aversión por el mundo del espionaje y en varios momentos pensó en redefinir su rol y su ubicación en el organigrama. Lejos de lo que fueron otros jefes de Estado, que tenían con el Señor 5 -como se lo llama en la jerga- a uno de sus colaboradores de mayor cercanía y confianza, con Sívori el Presidente nunca tuvo relación y ni siquiera concretó una reunión a solas.
Milei intentó darle a la inteligencia apenas llegó a la Casa Rosada un rol profesional enfocado en el exterior y en la cooperación con agencias de otros países, sobre todo con Estados Unidos y con Israel. Fue una decisión que tomó de manera personal el jefe de Estado desde que asumió el 10 de diciembre de encolumnar su política exterior, de defensa y de seguridad estratégica con ambos países, a los que considera pilares del mundo occidental.
Así como en la Casa Rosada había trascendido la posibilidad de una salida del gobierno, en el entorno del ahora ex funcionario se descontaba que cuando ocurriera la renuncia de Posse él seguiría sus pasos. Un comunicado difundido cuando terminaba su último día como funcionario nombró una serie de “hitos”, entre ellos nombramientos de nuevos empleados públicos en el organismo.
Hasta anoche, no se conocía quién será el funcionario que quedará a cargo de ese área crítica para la seguridad del Estado, del cual depende la seguridad y la preservación de secretos de Estado y la relación con agencias internacionales de inteligencia, en un mundo convulsionado y atravesado por conflictos en Medio Oriente, en tensión continúa frente al expansionismo de China y con una guerra desatada entre la OTAN y Rusia.