La mayor parte de los ministros participó de la comitiva en el acto de Javier Milei en Córdoba por el 25 de Mayo, el sábado. Pero hubo una excepción. El titular de Interior, Guillermo Francos mandó de avanzada a un funcionario de su extrema confianza, su amigo y segundo en el mando del Ministerio del Interior, Lisandro Catalán, con quien había trabajado codo a codo en el Banco Provincia bajo el sciolismo y a quien eligió para hacerse cargo, a partir de mañana, de la Secretaría del Interior.
La decisión de dejar en manos de Catalán la secretaría política, un cambio derivado de la eyección de Nicolás Posse, fue considerada natural en el Gobierno. Francos tiene una relación cercanísima con el funcionario, que durante los primeros seis meses de su mandato lo acompañó en las oficinas de la planta baja de la Casa Rosada todos los días, participó en casi todas las reuniones con gobernadores y legisladores e hizo de nexo con los armadores de todos los partidos en las provincias. También, y especialmente, con vistas al armado partidario de las próximas elecciones legislativas.
Francos y Catalán tienen una relación de confianza absoluta. Trabajaron juntos en el Banco Provincia, y quienes los conocen dicen que Francos “lo quiere como a un sobrino”. El año pasado, cuando el diplomático recién había dejado su cargo en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Washington, para meterse de lleno en la campaña de Milei, llamó inmediatamente a Catalán, que poco después, sin dudarlo, empezó a colaborar con la causa. Y una vez que Milei ganó la Presidencia, le otorgó un rol fundamental tanto en la convocatoria de cuadros políticos como en el proceso de transición con Eduardo “Wado” de Pedro, el funcionario más cercano a Cristina Kirchner, que había liderado la cartera durante los cuatro años anteriores.
En ese momento casi todos los referentes libertarios trabajaban en la estructuración de la nueva administración, distribuidos en varias oficinas del norte y el centro de la Ciudad. Catalán trajinaba con Francos, de reunión en reunión, la megatorre Centro Empresarial Libertador, en Núñez, donde los libertarios habían alquilado un piso provisoriamente para preparar los cimientos de la nueva administración. Allí trabajaban, entre otros, los colaboradores de la futura ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
Abogado recibido de la Universidad de Tucumán, la provincia donde nació y vivió, Catalán se mudó a Buenos Aires para ejercer la profesión en 1997. Trabajó con Francos en el Banco Provincia durante el primer mandato de Daniel Scioli, entre 2006 y 2007, y tiene una relación cercana con el ex gobernador, que se profundizó desde que Francos sumó a sus filas al ex embajador peronista como secretario de Turismo.
En 2012, Catalán secundó al actual jefe de Gabinete en la creación del think tank Fundación Acordar, como coordinador de equipos técnicos. Y en 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, entró al Registro Nacional de Reincidencia. En 2020 fue nombrado director del área bajo el mando de Marcela Losardo, y continuó en 2021, cuando la amiga de Alberto Fernández fue reemplazada por el alfil de Cristina Kirchner, Martín Soria. De perfil más técnico que político, conservó el cargo aún cuando se supo que se sumaba al proyecto libertario que le competía a Unión por la Patria. Cuentan que su relación con el ultrakirchnerista Soria quedó en buenos términos, llamadas mediante.
En estos meses, con Francos abocado a tiempo completo en las negociaciones por la Ley Bases, quedó en manos de Catalán, además de la gestión, la estructuración de La Libertad Avanza en todo el país, la principal meta de Karina Milei. Discreto, operó en reuniones privadas con dirigentes propios de los distritos, en contacto permanente con “Lule” Menem, y con el consultor y amigo de Javier Milei, Santiago Caputo, que entran y salen de su oficina prácticamente a diario, varias veces por día.
Catalán estaba en Córdoba alojado en el céntrico Hotel Windsor el viernes, a la espera de la llegada de Milei y sus ministros prevista para el día siguiente. Entonces ya se rumoreaba con fuerza que Posse dejaría su lugar, y que Francos podría sucederlo, pero el Presidente aún no había tomado la decisión final. Durante 24 horas, el funcionario alternó el monitoreo de la crisis del Gabinete y el seguimiento de la preparación del acto por el 25 de Mayo in situ, en comunicación con el diputado nacional, jefe de bloque y armador local de confianza de Karina Milei, Gabriel Bornoroni, que también se encontraba en la capital cordobesa.
El viernes por la noche, horas antes del acto del Presidente en la Plaza San Martín, seguía en comunicación con Bornoroni, interesado en cómo estaba la convocatoria para la puesta en escena. Y al día siguiente llegaron juntos al escenario, caminando a paso vivo por la calle San Jerónimo que linda con la plaza, acompañados también por la diputada de PRO, Laura Rodríguez Machado.
En ese momento era casi una certeza Francos podría asumir en lugar de Posse, y el nombre de Catalán aparecía como número puesto para sucederlo. La decisión se confirmó anoche, pasadas las 21. Y desde mañana, el ascendido funcionario empezará a delinear el perfil que le dará a Interior, que fue degradado de Ministerio a Secretaría. Lo más probable, mientras el Gobierno sigue intentando que salga la ley Bases en el senado, es que la impronta dialoguista que le imprimió Francos al vínculo con los gobernadores y los legisladores continúe intacta.