Guillermo Francos ya tenía agendado, como contó ayer Infobae, una reunión clave este martes junto a la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, y la oposición dialoguista de la Cámara alta para concretar un careo final relacionado con el destino de la Ley Bases y el paquete fiscal. Ahora lo hará como virtual “superministro”, una situación que aumenta la expectativa pero no altera la cautela de los legisladores de cara a las inminentes negociaciones.
“Para hablar desde lo político, podría llegar a ser un punto a favor. El tema es la gestión y la resolución de problemas, que por ahora no la vemos. Obvio que Francos sabe meterse en el barro y entendernos, pero los que definimos acá somos los senadores, no un ‘superministro’”, reflexionó anoche un legislador opositor, a minutos del anuncio de la salida de Nicolás Posse del Gobierno.
Desde otro despacho expresaron: “Si supiéramos efectivamente que ahora hay una amplitud a escuchar y buscar consensos distintos a los actuales, podría haber cambios para mejor. No tengo claro si va a pasar en 24 o en 48 horas”.
En tanto, otros legisladores se mostraron anoche menos proclives a augurar un cambio drástico sobre el esquema de negociaciones desde el 10 de diciembre y reiteraron, ante este medio, que una de las pocas personas para dialogar sin tapujos y de verdad en el Congreso es Villarruel, a cargo del Ejecutivo por el viaje al exterior de Javier Milei. Por eso la importancia del cónclave de las próximas horas junto a Francos y los referentes que no integran la bancada de Unión por la Patria.
Otra duda que persiste es si continuarán, en plena fase crítica de la Ley Bases y el paquete fiscal, los funcionarios del ahora ex jefe de Gabinete Posse que realizaron el punteo fino con todos los cambios reclamados por la oposición dialoguista en la Cámara alta.
Un aspecto importante que partió desde otro despacho es, a diferencia de lo que ocurrió con Posse, la relación de Francos con la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, y el asesor estrella, Santiago Caputo. “Cuando Francos no piense igual que ellos, ¿lo hará saber, como hizo el ahora ex jefe de Gabinete? Lindo desafío tendrá por delante”, sintetizó un experimentado integrante de la Cámara alta a Infobae.
Lo cierto es que, incluso previo a que se conociera lo de Posse-Francos, Villarruel y los funcionarios de Gabinete continuaron con los idas y vueltas sanos y avanzaron en algunos ítems que traban los potenciales dictámenes, que el oficialismo pretende para este miércoles.
Por caso, habría un guiño sobre Ganancias para los fueguinos, aunque entraría en una potencial contradicción con otro punto de la Ley Bases y enojaría a otras provincias. Lo que se relató aquí en cuanto a mejorar un lado para resentir los intereses de otro. Todo un embrollo para las próximas horas, con una cumbre de la que estará pendiente toda la política y, en especial, el mercado.
Desde el mediodía -la reunión es a las 13- se sabrá si el Gobierno acepta nuevos debates dejados de lado en Diputados, como la quita de la cuota sindical que exige en masa la UCR, o la desactivación de una potencial privatización de Aerolíneas Argentinas y del Correo Argentino. Estos temas y la reinstauración de Ganancias están cada vez más cerca del nocaut, y habitan todavía pujas sobre picardías con el blanqueo, las facultades delegadas y el Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI), entre otras cosas.
Con el encuentro del mediodía, la Casa Rosada no sólo se enterará si tiene las firmas para avanzar con los despachos el miércoles, sino que además confirmará si algún artículo corre peligro de dos tercios en contra, el peor escenario. Si no, podría perder por mayorías -simples o absolutas- para dirimir luego el asunto en Diputados, si es que las leyes regresan -como se espera- en segunda revisión a la Cámara baja.